No hay manera de no llevarte conmigo
aquí vives y Dios es mi testigo,
abrazada al los recuerdos que me obsequiaste
voy trazando de a poquito el camino,
y aunque ya no vas a mi lado
de tus manos el corazón se ha sostenido,
y estas aquí,
en cada tarde, en cada sol de abril,
y descubrí que he guardado un rinconcito para ti,
por si volvieras,
en este corazón que ya nunca te soltó
por si volvieras,
y estás aquí,
en cada tarde, en cada sol de abril.