Tú hablas, hablas, hablas
no lo dice tu voz, ni tu boca,
te callas y nos callas,
y tu ruido y el ruido,
se hunde en silencio la habitación,
Te escucho,
es tu voz que no me dice nada,
es tu lengua,
es ese tu aliento donde nacemos,
es esas tus velas blancas que asechan,
hundes tus garras en mis delicados senos,
quieres arrancarme la piel y que no diga nada,
no digo nada, no hago ruido, no peleo,
vienes a mi con hambre y con sed,
y yo parezco ser una presa fácil,
porque jamás te he dicho que no a nada,
jamás he negado tus impulsos necios,
dejo que me deshagas a tu voluntad,
eres tú quien habla pero no es tu voz,
es tu aliento que entra a mi garganta,
es tu cuerpo que cae sobre mis senos,
que me ata, y me atas, y no me dejas ir,
abres mis piernas,
te dejas venir a mi vientre,
entras por donde nace la madre tierra,
tienes hambre y sed,
y son mis huesos de donde hoy vas a comer,
yo que no hablo,
no es mi voz quien te da libertad para arrancarme la carne,
no es mi boca que ahogas de tu saliva,
ni mi cuerpo que aprisionas,
es el silencio que se corta cuando me tocas,
es ese el lenguaje con el que te hablo,
con el que hablamos,
y no es tu voz ni mi voz,
es el silencio que se hunde en la habitación,
que se corta cuando tú me ahogas.