Tomaron lo mismo que solíamos tomar,
con ninguno logré congeniar ,
no conseguí que el café les llegara a gustar,
no sentí cosquillas al caminar,
mis manos no consiguieron encajar,
y es claro no me saben abrazar,
que caótico es intentar comenzar
cuando no te dejo de mirar,
ojalá de ti volverme a quejar,
de tu excepcional puntualidad,
tu forma cruel de criticar la realidad,
tu falta de tacto al hablar,
tu asquerosa sinceridad,
tu carente forma de amar,
tu creencia limitante,
tu pobre empatizar,
tu doble moralidad,
ojalá quejarme de tu filosofía,
de tú ignorancia, y de tú sabiduría,
ojalá quejarme de ti,
Porque eso significaría que eres parte de mis días.
