CAPITULO 17 (NO ES LA HORA)

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Ángel... 

 -Hora de muerte 4:36, lo lamentamos, hicimos todo por él. 

-NOOO, Ángel, despierta, no te vayas. 

*Solo pienso en mi familia, mis padres los veré por última vez, antes de irme al infierno, yo sé que mi hermana será feliz, pero Beatrice no se nada de ella, de la nada una voz dulce retumba por todos lados y en eso aparece un gran destello de luz y se aparece una silueta de una mujer no logro verla por el destello, acaso será un Angelito que vino por mí, pero salgo de eso, ya que la mujer habla*. 

-Ya estás gran mi príncipe. 

*El destello de aquella mujer se va y logro visualizarla bien, las lágrimas no dejan de salir, es mi madre a la que tengo en frente, sonrió y corro abrazarla*. 

-Mamá, no sabes cuantos te extrañé a ti a papá, no dejaba de pensar en ustedes, en cada momento me sentí culpable por haberme enojado aquel día, yo lo siento, perdóname, perdona a este hijo mal agradecido *digo hincándome ante ella*.

-Vaya, el rey está llorando *dice una voz ronca*. 

Volteo a ver y veo a mi padre sonriéndome, sin dudarlo voy donde él, me pongo en enfrente de él y estiro mi mano

-Padre, es un gusto volverte a ver *digo para estrechar nuestras manos*. 

-Va deja esa formalidad y ven aquí. 

Me abraza fuertemente, para yo abrazarlo

-Perdóname padre, perdónenme ustedes dos. 

-No tienes por qué hacerlo, lo importante es que nos encontramos, sabes que tu madre y yo te queremos mucho y a tu hermana también *dice sonriendo*.

-Tu padre y yo nunca los dejamos solos, siempre estuvimos con ustedes *dice mi madre* y quiero que te quedes con nosotros aquí, pero ella te necesita y no es tu momento *dice ella sonriéndome y me deposita un beso en mi frente*. 

-Ve con ella campeón, te amamos mucho *dicen los dos*. 

Escucho unos sollozos, abro los ojos y digo. 

-Hermana. 

-Ángel, hermano. 

Antonella les grita a los doctores que yo estoy despierto, ellos me hacen unos exámenes, y quedan admirados de que la herida de bala se ha curado y que mis signos vitales son normales, pero me dicen que tengo que quedarme en el hospital para que vigilen mi proceso de recuperacion.

-Hermano, tienes que quedarte aquí es por tu bien *dice Antonella*. 

-Claro que no, tengo que ir a salvar a Beatrice *digo levantándome de la camilla con dolor*.

-No estás bien, mírate como estás, por favor Ángel hazme caso, tienes que terminarte de recuperar porque no sirve de nada que tu estes así. 

Ella tiene razon, me recuesto con un gran enojo hacia mí por ser alguien débil, han pasado 2 días, no he sabido nada de ella por más que mande a investigar

Continuará...

Hablandando El Corazón De Un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora