Capitulo 16

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Mantenerse Fuerte.


Mis piernas esta vez no aguantaron todo mi peso, y como débil caí al piso sin siquiera poder haber detenido un poco la caída.

--¿Q-que?--pregunté aun abatida en el frío piso.

La expresión de Gavi no cambió ni por un momento, el aún conservaba ese rostro sexy pero enojado con unas ganas inmensas de estrangularme en este momento ¿Es que esto nunca iba a cambiar? ¿Siempre tendría que verlo de esa manera? Enojado, sarcástico, grosero, manipulador, asesino ¿Alguna vez iba a comportarse de otra manera? La única vez que lo vi así fue cuando... casi ocurre algo no adecuado.


--¿Que no oíste?--respondió Gavi mientras sacaba un maleta de la sala y la abría--nos largamos en este mismo instante a Italia ¡Ansu! arregla tu igual tus cosas. Todos nos vamos en este mismo instante, el vuelo sale en tres horas.

Mi corazón dio un brinco del tamaño de mundo. ¿Italia? Pero, ¿Por que? ¿Es que pensaban venderme? ¿O traficarme? Porque si algo era seguro, es que este viaje no era solo por pasatiempo. No, ellos querían hacerme daño, desde el principio lo quisieron y eso no cambiará.


--No pienso ir a ninguna parte--respondí secamente, con la cabeza agachada y aun tirada en el suelo mientras cerraba mis puños en un acto de valentía--me vale si tienes que sacarme a rastras de aquí, pero yo no me muevo.


Un silencio sepulcral reinó en la sala. De nuevo, la gran Tn___ Smith había abierto la boca cuando no debía, o al menos eso estarían pensando seguramente los chicos en este momento. Pero, si yo no me defendía ¿Entonces quien lo haría? Me encontraba sola, sin mamá, papá, mejor amiga, guardaespaldas o alguien. Sola, y tal vez sería por mucho tiempo.


Levanté el rostro, esperando poder encontrarme con los ojos de Ansu o al menos su rostro de desacuerdo, pero no, lo único que vi fue una palma acercándose a mi mejilla, al segundo, está se estampó contra mi cara provocándome un fuerte dolor. Me había dado una cachetada de nuevo, y esta había sido más fuerte, tanto, que mi rostro tocó el piso del impacto. Unas lágrimas se juntaron en mis ojos, pero esta vez me tragué el miedo y tristeza. No podía llorar más, esto tenía que acabar ahora.


--¡Gavi!--gritó Ferran mientras se acercaba a mí, pero el mismo Gavi lo detuvo agarrándolo de un brazo impidiéndole que diera un paso más.

Volví a levantar el rostro retándolo. Mi actitud ahora era fuerte, con coraje y valentía.

Me obligué a pararme a pesar de que aun tuviera el rostro rojo de coraje y dolor y con aun un tobillo lastimado posiblemente de nuevo sangriento. Lentamente, me acerqué a su rostro quedando a unos milímetros de él, después, me acerqué a su oído.

--No me das miedo--susurré con voz fina.

Sus fuertes brazos me empujaron violentamente fuera de el provocando que me tambaleara un momento. Con mis manos me aferré al sillón para no volver a caer. Necesitaba ganar al menos una semana más, así, tal vez mi madre ya hubiera podido recibir mi mensaje y próximamente pudieran estar rescatándome. Todo esto acabaría pronto. Solo necesitaba tiempo.


--Basta, Tn___--suplicó Pedri mientras con una mano se aferraba a mi brazo.

--¿Basta? ¡¿Basta?!--pregunté altamente alterada. Exacto, eso quería yo ¡Que esto terminara! un basta próximo--cuando yo pedí eso el día en el que me secuestraron no me lo dieron ¿Recuerdan? ¿Recuerdan como trataron de matar a mi mejor amiga? ¿Recuerdan como pedí que pararan y no lo hicieron? ¿Cómo tuve que suplicar que me quedaría solo si la dejaban? ¿Lo recuerdan? ¡Porque yo si!

Ardí de rabia, mis puños se empezaban a cerrar en acto de defensa, mi pecho se contraía por la falta de aire, las piernas ya no temblaban, más bien, ahora estaba fuertes y listas para atacar. Mi mecanismo ahora era potente, con fuerza y excitación. Las ganas no me faltaban de golpear a todos los que se encontraban ahí en ese momento. Díganme bipolar o loca, pero ¡Yo! estaba secuestrada, y aquí los cambios de humores y opiniones son rápidos y concisos. Aquí no hay gente débil. Aquí, prácticamente no entro yo, pero no puedo salir porque si no...Muero.

--¡Lo prometiste!---gritó Gavi acercándose a mí. El era un fiera en este momento--solo si la dejaba libre tu harías todo lo que yo pidiera ¡¿Quieres que la mate?! ¡¿Y después a toda tu familia?! ¡¿A cualquier ser viviente que cruce una sola palabra contigo?! ¿Quieres que haga eso solo porque no puedes agarrar tus cosas y mover esas mierdosas piernas a un maldito avión?


Un flechazo llegó hasta mi ¿Mierdosas piernas? ¿Enserio pensaba eso?... ¡Oh vamos! ¿Enserio esto es tan importante? No, no lo es...

--¿Y que piensas hacer conmigo allá?--grité acercándome más al punto de que pude sentir su aliento en mi mejilla ¡Mierda! Era tan sexy--¿Traficarme? ¿Venderme? ¿Violarme? ¿Que es lo que piensas hacer, Gavira?

Gavi lanzó una carcajada aun muy cerca de mi mostrándome toda su perfecta hilera de dientes blancos.

--¿Enserio eres tan estúpida para creer que yo haría eso?--preguntó irónico, y por un momento, pensé que era demasiado ''tierno'' diciendo que no sería capaz de hacer semejante tontería conmigo--eres tan fea que no ganaría ni un centavo vendiéndote--adiós ternura.

Ahora, fui yo quien lanzó la carcajada.

--¿Fea? ¡Pero si tú no te quedas atrás!--mentira, mentira, mentira, mentira, posiblemente sea la mayor mentira del año--¡Pero de todos modos no estamos hablando de estas estupideces! No pienso ir a Italia y se acabó.


Gavi me tomó de la cintura, acercándome un centímetro más si eso se pudiera.

Dios mío. Pensé. No puedo con esto ¡Es demasiado para mí!

--De acuerdo--respondió calmado--no vamos a Italia, solo si tú me dices que tienes que ver con Galeoto.

Oh no. Pensé alterada. El no.

--Supongo que en ese caso tendremos que irnos a Italia--respondí acabada. Supongo que mi rescate no será muy próximo que digamos.


Me zafé de su agarre para encaminarme por mis ''cosas''. Prefería mil veces ir a Italia que volver a ese obscuro pasado con el nombre ''Galeoto'' grabado en el.






Voten chicas

Secuestrada. Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora