• 6 •

296 18 0
                                    

- Hola Ar, me alegro que estés bien, me había preocupado demasiado al saber que no tenias el cinturón de seguridad puesto, debía haber insistido más para que te lo pusieras. - dice preocupado acercándose a mi.

- Oh no no, no fue tu culpa, fue mi estupidez el no haber colocado mi cinturón de seguridad, no tienes porqué culparte. - aclare rápidamente al ver su rostro de culpa. - y me alegro de que estés bien, de verdad me tenía muy preocupada que algo terrible te hubiese pasado, la que se siente culpable debería ser yo.

- Linda no te preocupes por nada, no hay que repartir culpas fue un accidente, mejor hay que concentrarnos en que recuperarnos y salir pronto de este hospital, ¿que te parece si cuando salgamos tomemos otra cena? - propone tomando una de mis manos.

- Me encantaría pero... - fui interrumpida por una voz proveniente de la puerta.

- Pero ella tiene una cita pendiente conmigo ¿recuerdas?, además dado a lo sucedido no creo deba subirse a un automóvil contigo otra vez. - intervino Na mientras se adentraba a la habitación nuevamente.

- Le pregunte a ella, además fácilmente puedo contratar un chófer, siempre pondré la seguridad de Arlen como prioridad y más después de este accidente. - afirmó mirándolo con fastidio.

- Sería lo mínimo que podrías hacer. - remarcó para seguir con sus argumentos. - ¿Verdad que iremos a una cita Arlen? - pregunto con seguridad posando una mano en el hombro de Jung, mientras que hacia unas pequeñas señas con su otra mano para que dijera que si, causandome ternura pues sus expresiones son adorables.

- Mmm, creo que eso es un tema privado así que si no tienen otra cosa que decirme ¿podrían darme un momento a solas? ambos. - divague un poco pues entre en pánico.

Na simplemente hizo un pequeño puchero el cual me hizo enternecer provocando un risa sutil en mi, Jaehyun por su parte asintió con si cabeza y dio un pequeño apretón a mi mano para retirarse no sin antes decir.

- Tu también vienes conmigo Na Jaemin. - ordeno arrastrando del brazo al chico hacia la salida. - Adiós Ar. - pronunció saliendo por la puerta peleando a Na con dificultad pues estaba en silla de ruedas.

- Pronto vuelvo Arlen. - gritó prácticamente Na siendo arrastrado por Jung.

Una vez que ambos chicos salieron y deje de escuchar su discusión por los pasillos solté un suspiro y cerré mis ojos para recapitular las cosas que habías sucedido minutos atrás.

Número 1°: ¡Na Jaemin me llamo por mi nombre y ya no por Señorita Oh! Aunque podría parecer algo grosero se siente muy especial, pues nunca lo había hecho y el como lo pronuncia me encanta.

Número 2°: ¡Literalmente dos empresarios se acaban de pelear por una cita conmigo! Estaré soñando probablemente, el golpe del accidente debió haber creado alucinaciones, en que mundo una chica como yo esta en semejante situación.

Número 3°: ¡Cómo puede alguien ser tan adorable y demandante a la vez! Na esta metiéndose en mis pensamientos, el lado positivo es que el no es mi jefe, pero de igual manera estaría mal estar con el.

- ¿Creíste que te librarias tan fácilmente de mi? - dice mientras de adentra nuevamente a la habitación.

- ¡Jaemin! Digo señor Na, toque la puerta antes de entrar, me provocara un infarto. - expresé tocando mi pecho pues realmente me había asustado.

- Lo siento, no era mi intención. - se disculpo rápidamente acercándose a mi. - ¿Sabes? Me gustó como dices mi nombre, ya no me digas Na, mucho menos señor, si lo haces tendrás que ir a una cita conmigo, así que dime Jaemin. - menciono entusiasmado como un niño, mostrando un lado que no había visto.

- Pero... bueno, esta bien, Jaemin, aunque tu también tienes que llamarme Arlen, fue lindo cuando lo mencionaste hace un momento. - acepte con una sonrisa pues me contagio alegría ver su rostro entusiasmado.

- Claro que si Lenni. - expresó con una sonrisa de la cual probablemente nunca me cansaría de ver.

- ¿Cómo me dijiste? ¿Lenni? Nunca lo había escuchado, bien pensado Na. - reí a carcajadas pues encontré su apodo demasiado divertido.

- ¿Escuche bien? ¡Me llamaste Na! Así que me debes una cita. - exclamó prácticamente brincando de la emoción.

- ¿Qué? Por qué soy tan distraída. - hice un puchero mientras reía un poco pues la situación resultó más divertida de lo que pude imaginar.

- Tenía que pasar, ahora, no había notado que eras tan risueña, me gusta así que te haré reír con frecuencia. - sonríe nuevamente contagiandome su sonrisa.

Ambos continuamos conversando, las horas pasaban y nostros seguíamos riendo y hablando sobre el otro, fueron las horas más divertidas de mi vida, nunca me había sentido así de cómoda con alguien en tan poco tiempo. La noche cayó, sin embargo no lo habíamos notado, pues estábamos muy ocupados discutiendo con quien debío haberse quedado la protagonista del que resulto ser nuestro programa favorito que semanas atrás había dado a su fin, pero dejamos nuestro pequeño debate debido a la llegada de una enfermera la cual venía a entregarme mi cena.

- Disculpen la molestia, le entrego su cena, ¡que la disfrute! - hizo una reverencia y salió rápidamente de la habitación cerrando con cuidado la puerta.

- ¿No deberían decirte que ya te debes ir? Según yo hay horarios de visitas ¿no? - pregunte mirando con confusión a Jaemin.

- Es cierto, pero digamos que yo soy el dueño de este hospital, así que tengo ciertos beneficios. - explica restando importancia mientras levanta sus hombros y dirige su mirada hacia mi.

- ¡¿Este es tu hospital?! - exclame asombrada pues sabía que era dueño de varios hospitales pero nunca imagine que me encontraría en uno. - Un momento, ¿cuánto cuesta quedarse aquí? dios mío seguramente mi seguro no cubre todos los gastos. - entre en pánico pues, aunque tuviera mi seguro médico aún así tendría que pagar con mi propio dinero y no estoy precisamente en un momento financiero estable.

- Ey, no tienes que preocuparte por nada de eso, ya lo tengo todo cubierto y cualquier cosa que necesites la tendrás sin ninguno costo, no acepto ninguna queja. - declaró tomando mi mano para darme una mirada que me transmitió una seguridad enorme.

- Ay Jaemin, no sé como pagarte todo lo que me has dado, desde su tiempo hasta esto, de verdad estoy en deuda conmigo. - dije de manera informal pero con una expresión de preocupación y pena.

- Tu atención y tu tiempo son suficientes, tranquila, además he trabajado mucho y tengo que compartir lo que he ganado con alguien, ¿no lo crees? - insistió con una sonrisa mientras acariciaba mi cabello.

- Muchas gracias Jaemin. - agradecí dándole una sonrisa sincera, no sé que clase de suerte tuve al encontrarme a este hombre pero realmente soy toda una afortunada.



𝘍𝘭𝘢𝘮𝘦 - jaemin, jaehyun y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora