Y si... ¿No fuera valiente?

II

Peter había regresado a su dimensión y desechado el reloj, estaba viejo para ese tipo de "emociones" prefería regresar a su vida normal donde solo tenía que ocuparse de su ciudad, ser el amigable vecino, el hombre araña.

Claro que se sentía culpable por irse solo así, por romper el reloj y esconderlo en uno de sus cajones, pero ¿que se supone que hiciera? Mientras existiera ese reloj tendría la tentación y curiosidad de regresar, simplemente olvidaría ese capitulo de su vida; nunca viajó a otras dimensiones, nunca conoció a otros como él, nunca sintió atracción hacía un hombre. Creyó que no volvería a ver a los demás ya que había pasado más de un mes desde aquel traumático suceso y aunque quisiera olvidarlo la imagen de la gente y la ciudad desapareciendo volvía en sus pesadillas, así como la forma en que Miguel le miró, como le atacó, pero en sus sueños era peor porque no lograba escapar.

Esa noche se removió en su cama mientras sudaba por la terrible pesadilla que atormentaba sus sueños; las personas que desaparecían eran las que él conocía, la ciudad que se tragaba el abismo era su ciudad, su universo, intentó escapar, pero unas garras se clavaron en su antebrazo y asustado veía como Miguel le atacaba la yugular con sus colmillos.

— ¡No! – Gritó mientras se sentaba en la cama y tocaba su cuello, estaba todo bien, estaba en su hogar, el moreno no le estaba haciendo daño.

— Peter. – Cada vello de su cuerpo se erizó y sintió como si toda la sangre de su cuerpo se fuera a la planta de sus pies al reconocer esa voz, miró hacía la dirección de donde salió esa voz y sudó frio al distinguir aquel par de rubíes en la oscuridad de la habitación.

— ... – No pudo siquiera responder, estaba paralizado del miedo, nunca en toda su vida había experimentado un terror igual, quizá era por la sorpresa, pero su sentido arácnido no le avisaba de peligro, aun así, cerró los ojos cuando el otro comenzó a avanzar. Seguramente sería asesinado en ese lugar, el gran spiderman sería encontrado en su hogar muerto o quizá ni encontrarían su cuerpo si el otro decidía comerlo.

— Creo que descubrí lo que pasó. – Aquella afirmación llamó su atención lo suficiente para poder moverse de nuevo, pero sin dejar de sentir como temblaba levemente.

— ¿D-donde?

— En el universo que desapareció, fue toda mi culpa.

— Si es así, ¿Porque no desapareciste también?

— Porque no era mi universo. Yo perdí a mi familia y en ese universo la encontré de nuevo, el Miguel de tal dimensión murió, así que lo suplanté y seguí con su vida como si fuera mía. – Siguió hablando mientras terminaba por sentarse en la orilla de la cama mientras Peter tragaba saliva incomodo.

— ¿C-como murió el otro tú? – Se acomodó mejor en la cama recargando su espalda en la cabecera y así mantener distancia del moreno que apenas y distinguía su silueta en la oscuridad.

— Murió intentando detener a un ladrón, pero le dispararon. Creí que no pasaría nada, pero investigué junto con Lyla al respecto, así como las demás líneas temporales de todos los universos y encontré que hay eventos que todos los universos cumplen sin excepción. Cuando estos son interrumpidos el universo se colapsa en si mismo.