XI

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Miguel colgó tan rápido como aquella pregunta llegó a sus oídos. Casi sentía ganas de ir solo para romperle el cuello al castaño por estar haciendo ese tipo de cosas con ese par de jóvenes, peor aún que le invitara a unirse. No es que fuera un mojigato o algo similar, pero aunque en ocasiones no soportaba la actitud de Hobie o pasaba de Pavitr al no causar problemas, los veía como un par de niños, seguro exageraba, quizá era porque ya había sido padre, pero el solo imaginar que estuvieran haciendo cosas indebidas con el mayor le molestaba en sobremanera. Frotó su rostro con ambas manos cuando dejó el celular en la mesita de centro frente al sofá donde estaba sentado, se cuestionaba una y otra vez si debería ir a terminar con cualquier cosa que estuvieran haciendo, pero al mismo tiempo sabía que no era algo que fuese de su incumbencia, aún si el castaño era su amigo, no tenía derecho alguno de meterse en lo que hacía en su tiempo libre y con quien lo hacía.


— Y una mierda. – Se dijo en voz alta mientras se levantaba.




Peter se había desanimado por la manera en que el moreno terminó la llamada, por suerte Hobie y Pavitr se encargaban de hacerle sentir mejor, le daban animos diciendo que no fue tan malo el que le dijera vampiro porque el otro le siguió la broma, ahora los tres se encontraban de nuevo en el sofá mientras veían la película haciendo comentarios de vez en cuando, tras unos minutos el indio habló al no prestar atención a la película.


— Peter, ¿Qué piensas hacer?


— ¿Sobre qué cosa? – Respondió sin dejar de mirar la pantalla y llevándose un puñado de palomitas a la boca.


— Con Miguel, ¿Intentarás conquistarlo o bastará con su amistad? – El mayor tosió con fuerza mientras Brown le daba golpecitos en la espalda.


— ¿Lo has pensado? – El aludido negó levemente con la cabeza.


— Sinceramente no creo tener oportunidad de manera romántica, además, ser amigos es muy divertido.


— ¿Porque no? – Insistió el más bajo de los tres, no es que quisiera presionarlo, pero quería estar seguro de lo que el castaño quería para darle su apoyo ya fuese conquistando o intentando olvidar un amor no correspondido.


— Creo que es bastante obvio. – Soltó una leve risa, pero el par ni siquiera sonrió. — Vamos chicos, sé que son mis amigos, pero no podemos pedir imposibles, ¿Acaso ya olvidaron como luce? Alguien como él no saldría con alguien como yo.


— ¿Como se supone que eres tú? – Se cruzó de brazos Hobie, si había una única cosa que le molestaba del mayor y que desearía cambiar aun contradiciendo sus ideales de aceptar a todos como son es la poca estima que tenía el castaño sobre sí mismo.


— Pues soy yo, normal. Nada demasiado extravagante o atractivo, solo Peter B. Parker.


— Tonterías. – Agregó Pavitr al tiempo que lo rodeaba con sus brazos para abrazarlo con fuerza ignorando como el otro se quejaba y advertía que se le caerían las palomitas. — No sé quién te hizo pensar de esa manera, pero eres muy atractivo y si Miguel no puede verlo no solo lo hace un ciego, también le hace un estúpido.

Y si... ¿No fuera valiente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora