III

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Aunque quisiera, Peter no dejaba de pensar en aquel suceso en la cafetería. Tanto porque él no entendía como es que salió ileso de tirarle su preciada empanada a Miguel, así como tirarle parte del café que tría en su traje, ni siquiera lo habían reprendido. Creyó que sería llamado a su oficina otro día, pero nada. Durante tres estresantes días donde esperaba incluso algún correo donde le indicaran que sería suspendido o expulsado, pero nada. Al inicio Peter pensaba que mientras no fuese odiado por el hombre que le hacía dudar seriamente de su gustos y sexualidad entonces estaría bien, pero no lo estaba. Ser ignorado era doloroso por lo que intentó encontrarse con él sin éxito; fue al gimnasio donde Miguel lo llevó antes, se adentraba en su oficina sin avisar, incluso se quedaba un rato en la misma, pero nada. Escuchaba a los demás que siempre mencionaban como habían sido regañados o sancionados por no seguir las ordenes al pie de la letra, pero él no tenía nada y claro que sería fácil hacer alguna estupidez como arruinar una misión, pero no lo haría jamás a conciencia, él tanto como Miguel habían presenciado la desaparición de un universo y era algo con lo que no quería lidiar de nuevo en su vida.


Realmente deseaba verlo y hablar con él aunque sea un poco. Tarde recordó aquella frase "Ten cuidado con lo que deseas"


Parker no podía recordar correctamente lo que había sucedido, lo único que llegaba a su mente era a Rhino ir contra él mientras se encontraba algo distraído, así que ahora se encontraba en una cómoda cama rodeada por una cortina blanca mientras en una silla a un lado suyo se encontraba Hobie tocando algunos acordes de su guitarra.


— ¿Donde estoy? – Se sentó en la cama quejándose por el dolor punzante que llegó a su cuerpo.


— En la enfermería, te rompiste algunas costillas, pero no te preocupes, sanarás rápido.


— Dime que no arruiné la misión.


— Mhn, no diría que se arruinó, solo tuvo un giro a la mitad, capturamos al villano y fue enviado a su dimensión, no moriste, así que fue una victoria. – Peter suspiró aliviado, aunque quejándose de nuevo por el dolor. — Miguel estuvo ahí. – No quería demostrar que esa simple frase le haya emocionado de alguna manera, pero lo hizo mientras chasqueaba la lengua.


— Eres un mentiroso.


— Es la verdad, llegó al poco tiempo que saliste disparado contra los edificios.


— No me refiero a eso. – Murmuró. — Sino al "efecto O'Hara" – Hobie alzó una ceja interesado.


— ¿Oh? No me digas que sigues sintiendo "algo" por O'Hara. – Dejó de tocar su guitarra para inclinarse un poco hacía adelante.


— No te digo entonces.


— Pues no me digas.


— De acuerdo, escucha, creí que pasaría como dijiste, que en unos días o semanas terminaría este infantil "enamoramiento" por Miguel, pero no ha sido así y es frustrante que me ignore y me evite con tanta efectividad.


— Hobie. – La cortina fue hecha a un lado haciendo que los colores le subieran a la cara a Peter al ver que se trataba del mexicano, maldita su suerte, solo esperaba que no haya escuchado nada. — Déjanos solos.

Y si... ¿No fuera valiente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora