𝐓𝐞𝐞𝐧𝐚𝐠𝐞 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞 | Michael Afton

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Estaba paralizada. No podia moverme y mi cuerpo no correspondía, solo pude quedarme estática mientras escuchaba sus silenciosas palabras mientras sentía como la sangre subia a mis mejillas.

—Me querés a tu lado también ¿Verdad?— Susurraba de forma melosa pero insegura en mi oído. No tenía idea de que pensar, hacer o decir. Sus comentarios vinieron de la nada y me tomaron desprevenida. —Yo sé que si.

No entendía el motivo de su desesperación, tampoco comprendía porque ahora estaba tan enrollado conmigo. Presiento que casi no era conciente de lo que decía, solo buscaba estar en mis brazos o en todo caso, que yo esté en los suyos.

—Michael... — A pesar de sentirme mareada por la confusión, traté de hablar con el morocho. No paraba de buscar apoyo desesperadamente en mi cuerpo, como si tan solo unas caricias y abrazos no fueran suficientes como para acabar con su sufrimiento. Pero ¿Que estaba pasando con él?

Solté un suspiro cuando sentí su respiración entre mi cuello y hombro. Me esta poniendo nerviosa y no comprendo nada de lo que esta pasando conmigo. Mi cuerpo no correspondía a como yo deseaba.

No me dí cuenta cuando los ochenta minutos del módulo de filosofía se terminaron marcando la hora de ir a casa, los alumnos empezaron a llenar los pasillos. Mis nervios no hacían más que incrementar con la sola idea de que me descubran con Michael y comenzaran a rumorear sobre nosotros.

Nunca estaría con alguien como él, esto está mal, es un error que voy a ignorar por completo cuando por fin logre salir de este lío.

Derepente pude escuchar una voz llamandome. Era Emily, y se escuchaba bastante preocupada, lo cual me hizo sentir mal. Intenté soltarme para huir con ella, pero Michael me abrazó con fuerza mientras se acurrucaba aún más cerca mío.

Al cabo de un rato Emy se rindió y marchó con paso pesado mientras escribia algo en su teléfono celular.

Cuando noté que casi no quedaba gente alrededor, con lentitud agarré las manos de Afton y lo alejé de mi. El solo me miraba con una mirada neutra y de cierta forma, vacia. Me daba escalofríos.

—Vení, tenemos que irnos a casa. — Me levanté y tan rapido como lo hice volví a caer debido a que Afton tironeó de mi mano. —Enserio, tenés que dejar de tironear de mi.

—No quiero volver a casa. — Ignoró por completo mi comentario —¿Puedo ir con vos? Prometo no molestar, lo juro, solo no me hagas ir a ese lugar. — Las fracciones de su cara ya no mostraban neutralidad, solo temor y preocupación. No pude evitar preocuparme por eso.

Definitivamente algo malo estaba pasando.

—Michael... — La verdad es que en casa está mi mamá, y sinceramente no tengo ganas de que me llene de preguntas al llegar a casa con un chico. Pero no podía negarme, no cuando deseaba hacerle tantas preguntas, no después de todo lo que me dijo, no cuando él me lo pide de esa forma — ....Uhg... solo un rato ¿Bien?