𝐓𝐞𝐞𝐧𝐚𝐠𝐞 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞 | Michael Afton

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Amor...

Es complicado definir la palabra amor.

Siempre pensé que el amor no se podía explicar con palabras precisas, sino más bien con acciones. Pero incluso esas acciones son difíciles de definir.

Cuando alguien cuida de vos, te mima, está presente, te da regalos aunque sean cosas mínimas, sabe que estás presente y te intenta ayudar en lo que necesites.

Eso es un acto de amor.

Pero un acto de amor también es dejar ir, alejarte para no poner en estado de riesgo a aquella persona. "Te amo, por eso te dejo", "te amo, por eso no podemos continuar". Amar es darse cuenta cuando estás dañando a alguien y esforzarte por romper ese vínculo, por más que aquello te duela en el corazón.

Una caricia, un beso, un abrazo... esas cosas las hago con amor. Morder, aplastar, rasguñar... suenan muy mal, pero pensamos en hacerlo de vez en cuando y eso no significa que te quiera abandonar. Tal vez te amo tanto, tanto que simplemente no te quiero soltar.

Prefiero quedarme donde estoy, estás muy dañado como para darte cuenta que solo te estoy lastimando. Ambos estamos en este circulo sin fin ¿Qué caso tiene juzgarte? Me quede o vaya te vas a sentir igual, así que porfavor, nunca abras los ojos, quédate quieto entre mis brazos... sabés que a mi lado siempre vas a estar cálido.

Tus lágrimas no dejan de salir, sabes bien que yo sería la última persona que te vaya a juzgar. Me acuerdo cuando dijiste esas palabras... decías que yo era muy ignorante, tal ves inocente, pero al único niño sin cura que veo acá sos vos. Todos te muestran como el lobo en piel de cordero, solo yo sé que tu naturaleza es ser el cordero en la piel de lobo... no vas a cazar a nadie, pero los demás te temerán, te señalarán con el dedo gritando lo inmoral que sos, pero ellos no saben nada.

O tal vez ni siquiera tengas fuerzas para vestirte de lobo, pienso que seguro seguís dentro de su boca y te está masticando lentamente, desgarrando cada fibra de tu piel, de una forma tan suave que sabes que vas a morir pero como no sos conciente en que momento, te dejás estar hasta que la parca llegue.

— Te siento tan bien... ah... — A pesar de que las lágrimas seguían saliendo de tus ojos te permitiste ir más allá de un abrazo. Tus manos viajaban por mi cuerpo, me sentí emocionada por unos segundos, pero lo único qué querías era liberar algo de dopamina.

Me dejé llevar, ya no me importaba si era con vos, si mi mamá estaba en casa, o si la ventana seguía abierta. En ese momento eramos solo dos, y me sentí realizada.

Me dominabas como querías, sabías que no iba a decir nada. No me importaron tus dientes que dejaban marcas, solo porque me permitiste clavar mis garras en tu espalda.

Nunca pensé hacerlo de esta forma; veloz, doloroso, fuerte... pero también dulce y adictico, la pasión con la que me golpeabas se sentía exquisita.

— Decime que nunca me vas a dejar... — Supliqué como una tonta, después de todo, tal vez nuestra historia nunca trató de amor.

Nunca fuí nadie hasta que te conocí, las personas por primera vez se acercaban a mi. Chicas rudas, muchachos del sueño... todo gracias a tu presencia. Todos se preocupaban por mi, me amenazaban... pero lo veían bien si yo hablaba de amor.

Todo está bien, porque según ellos vos sos el loco y yo la victima a la que deben rescatar.

No me dejes... quédate a mi lado para seguir recibiendo esta atención, este sentimiento de angustia, este laberinto sin escape. Me entretiene tanto y rellena este vacío constante.

A cambio voy a ser tuya por completo, vas a tener un hombro en el que llorar, unos brazos que te envuelvan con cariño y un cuerpo al que puedas manipular como gustes. No voy a huir como otros hicieron, lo prometo.

No te fuí a buscar porque sabía que tarde o temprano ibas a entrar por esa ventana, llorarías hasta el cansancio y posteriormente me contarías todos tus pecados. Te leí como si fueras la palma de mi mano ¿Te diste cuenta? ¿Como te van a convencer de que no te amo?

No pienso detener tu linaje, no soy capaz de hacerlo y no me voy a disfrazar de héroe solo para vivir un inútil cuento. Esto es la vida real, me sometí a esto y por ahora no me arrepiento.

Soy solo una adolecente, lo superaré en mi vida adulta. No sé las consecuencias, y tampoco quiero saberlas porque vivo en el ahora, mañana es otro día.

Te amo para siempre ¿Lo sabías?