Sacrificios

Dos

Capítulo dos: El río Naka no Kawa

La temporada de verano comenzó, Shisui lo puede sentir en su ropa cada que sale a caminar, o si solo esta quieto. Siente como se le queda pegada, como su cuerpo comienza a transpirar. Esta seguro que jamás había sentido tanto bochornos como en esa temporada, por que no recuerda un calor así, más que cuando estuvo en Suna. Odia el clima de verano, sin duda es el peor de las estaciones.

Su misión como vigilante ha sido de lo más aburrido, todos siguen un roll sin salirse de el, siempre hacen lo mismo. Entrenan, conviven, comparten su vida con la naturaleza, andan todo el día caminando como monjes llenos de sabiduría, al final solo toman té y ya. Parece que aun lado de los Uchiha, los ojo blanco son aun más aburridos, Itachi se divierte más que ellos. Lo peor es todo es que las tensiones entre su aldea y su Clan ya habían empezado a ser más caóticas, más tensas entre los demás, ya los aldeanos negaban la entrada a ciertos lugares, no querían comercializar con ellos y también empezaron a negar la venta. Por otro lado los Uchiha se sentían agobiados, llenos de ira por el trato que se le había empezado a dar de poco en poco, la gente ya no confía en ellos como antes lo hicieron, ahora cuando los ven parecen escupir veneno, su único alivio es saber que dentro de poco todo podrá cambiar para bien, sin traicionar a su clan y sin traicionar la aldea. Un trtao justo.

—Has tardado. — el encuentro con su primo podía ser retrasado mucho más tiempo, pero la verdad es que necesitaba intercambiar esa información — Aun están atrás de ti.

Lo sabe, pude sentir la presencia de ese Anbu muy cerca de ambos.

—Trajiste inciensos. — comento mirando las manos de Itachi — ¿Me darías unos? Quisiera pedir por mi padre. — itachi extendió su mano amigable y ambos se arrodillaron fingiendo dar plegarias.

Los anbus qué estaban siguiendo sus paso solamente los observó, no sabía que esos dos fueran devotos a una religión, pero si sabe que veneran mucho a sus caídos. Shisui e itachi formaron sellos con sus manos para crear un clon e irse de ahí si ser vistos. Una técnica ñoña pero efectiva por que nadie se la espera de ambos, son aclamados como genios, ¿Quién iba a decirlo?

—Mi padre necesita algo que lo calme, ya no creo poder ocultarle más tiempo esto. — confesó decaído —Comienza a sospechar de mi.

—No ve progreso con esto. — entendía el por que de su tío — No te preocupes Tachi, dentro de poco tiempo, solo hay que aguantar. — sonrió — La aldea te necesita.

Su primo no parece nada un joven de bonita familia, ni tampoco parece feliz, aveces siente que lo arrastro junto a él en esa vida muerta. Los ojos de Itachi parecen de un muerto, de alguien que ya no tiene esperanza.

—Lo sé. — dijo cansado ya de la situación.

—Oye, ¿has visto a Anko? — la cara de su primo cambio a una de desagrado — No, no es lo que piensas. — se defendió sabiendo que Itachi sabe lo que hace — Bueno, — sonrío — puede que si un poco.

—No. — cruzó sus manos molesto de solo recordar ese día donde los vio demasiado juntos — Hoy llego una carta a mi padre. — cambio el tema — Una petición por parte de Danzo. Quiere un Uchiha más para una misión, pero mi padre se negó.

—Estará muy molesto.

—Quiere a Sasuke en Raiz. — la cara de Shisui cambio, ahora estaba serio escuchando a su primo — Dice que es un niño prodigio, quiere sacar su talento.

—Ahí no es lugar para ningún niño. — negó — Yo lo único que obtuve fue la situación de Danzo y los consejeros. Ellos apoyan de forma ciega a Danzo, creen que los Uchiha atacaron la aldea.