Uno

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Capitulo uno: Raiz

Después de aquel suceso con la pequeña niña, Shisui se entero que era la heredera del gran hombre Hiashi Hyuga, el patriarca del ojo blanco. Imagino que su tío diría algo, o que las especulaciones en la aldea iban hacer los nuevos cuchicheos, pero no, hubo un total silencio por parte de todos, ni siquiera habían comentado algo en el almorzó de hace unos días, muy contrario su tío se miraba estresado por situaciones distintas. Itachi también estaba cada vez más irritado, no mostraba su mal genio pero si podía sentirlo en los entrenamientos de equipo, sus movimientos son más tuscos, rigidos, cae muy rápido o hace las cosas mas acelerado, y ni hablar de sus compañeros de Raiz, ellos parecen maquinas, solo siguiendo ordenes como robot, yendo de forma cuadrada a sus Misiones sin hablar o sin interactuar más que no necesario.

"En raíz no existen los amigos"

"No existen la familia"

"En raíz no hay nombres, solo ninjas"

Desgraciadamente él no comparte aquel lema, por que si tiene amigos, si tiene familia, no directamente como un papá o mamá, pero si tiene familia, también un nombre, el fue llamado Shisui por sus papás. No importa que tan severo haya sido el regaño, entro a raíz por desgracia, ya que cada Clan debía dar a un niño, y justo en ese momento él, Shisui Uchiha era un huérfana recientemente, nadie lo iba a extrañar. Ahora con quince años puede reconocer que aquello fue cruel, pero también sabe que es entendible. Fugaku no iba a enviar a su hijo mayor, no por que este es su más grande orgullo, ni tampoco a Sasuke, el apenas iba a gatas cuando comenzó el reclutamiento.

—Hola Shisui... — se detuvo al escuchar una voz conocida, era la chica atrevida de las serpientes, una de las pocas discípulas de Orochimaru.

—Anko. — saludo dando una sonrisa de lado. Oh, anko, la jovencita lena de habilidades secretas, una muy buena compañía qué tuvo muchas veces— ¿Vas llegando de una misión?

—Hmm. — pensó que decirle — Sí.

Shisui sabe que anko es una mujercita de armas, suele darle un poco de miedo aveces, no solo por su mala boca, si no por su carácter tan cambiante. Anko fue con quien perdió la virginidad masculina a tan corta edad, aun que ella también lo es, y esta muy seguro que no ha sido el primero. Aun que para muchos saber que unos escuincles como ellos andan haciendo ese tipo de cosas iba a ser un acto muy precipitado, pero bueno, la curiosidad lo invadió ese día en el que Anko se quito la ropa justo enfrente de él.

—¿Quieres entrenar? — aquella era una oferta para hacer más que entrenamiento, pero debido a sus edades formaron ciertos modos y palabras que ellos deben entender.

—Sí, quiero que me enseñes ese Kunai tuyo, ese qué usas para apuñalar. — no pudo evitar reírse de las palabras que anko decía como si fuera algo normal.

—Con gusto, si quieres también me enseñas tu Shuriken.

Ambos comparten ese humor qué Itachi detesta. Caminaron a los campos de entrenamiento mirando a su alrededor, ella sabía que Shisui era seguido, pero no era tan importante, seguramente se iba a ir desde el momento en el que los vieras desnudarse.

—Hay un rumor, dicen que salvaste a la princesa Hyuga de un secuestro. — asintió recordando a la pequeña niña de ojos grandes — Es la segunda vez que quieren llevarse a esa niña, pobre de ella haber nacido con esa cuna.

—¿Por qué? — entraron ambos an sendero del campo siete — Debe ser lindo ser la hija de papi.

—Cuando tu papá te trate como una niña y no como un discípulo. — nego molesta — Tiene siete años, recién entro a la academia, pero ella sa sabía usar varios jutsus, Taijutsu y el puño suave. — cruzó sus brazos mostrando qué ese tema si le molesta de verdad — La pobre niña es el blanco de muchas naciones.

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