Dieciocho: El bosque de la muerte.
Llevaban casi dos minutos dentro del bosque, Anko les dio nuevamente el discurso de escorias y gusanos, nada parecía alterado y ningún ninja estaba se veía sospechoso. Al entrar en el primer minuto escucharon gritos de algunos ninjas, pero ella se sabe el camino a la torre final.
Cuando estuvieron en lo profundo del bosque se detuvieron para explorará la zona, así también organizando algunas pequeñas trampas.—Bueno, lo primero que hay que hacer es encontrarlo. ¿Estas lista Hinata? — shino es el líder de su equipo, pero eso a Kiba no le importa, daba órdenes como si estuviera él a cargo.
—Sí. — concentrada en buscar el pergamino alzó una mano —¡Byakugan! — vio todo a su alrededor, sabía que un equipo iba hacia ellos, por lo que desactivo su línea sucesoria.
Estaba sucediendo como antes.
—Si al final todos vamos que tener llegar a la torre, yo digo que pongamos alguna trampa cerca de ahí, y le quitemos el pergamino a quien se deje. — akamaru olfato un poco avisando que alguien estaba cerca —Vaya, vaya. Tenemos compañía.
Los tres se quedaron en el mismo lugar, ese que estaba repleto de sanguijuelas hambrientas que solo reaccionan al sudor y temperatura. Era bueno saber aquello, en el pasado sabían de esas cosas gracias a Shino, quien tiene una gran memoria sobre todos los insectos y por supuesto, algunos animales rastreros o anfibios. Sin necesidad de hacer algo de forma alborotada aquellos jóvenes fueron invadidos por las sanguijuelas, todas cayeron sobre sus cabezas, a su ves cayeron en la trampa que tenían preparada. Había sido fácil.
[...]
Sasuke estaba tras de naruto en lo que hacía del baño, es algo vergonzoso y sucio pero la última vez así comenzaron sus problemas. Sakura estaba también de espaldas, al inicio ella se geno rotundamente, pero terminó siendo convendría en que era necesario aquello, por que alguien podría aparecer de la nada, causándoles problemas.
—Uff. Ya me estaba orinando, deberás. — subió su cremallera más tranquilo —¿Ahora qué?
—Vayamos al otro lado, aquí somos blanco fácil.
—¡Sí! Vayamos a buscar el pergamino ese.
Activó su sharingan, debía estar alerta, con su potencial actual no es rival para Orochimaru. Corriendo en el bosque pudieron escuchar algunas peleas lejanas, unos gritos, hasta que se detuvieron de forma abrupta.
—¿Qué ocurre? ¿Porqué nos detuvimos?
No había duda, ese es su chakra, estaba ahí, pero no sabía bien donde, busco con sus ojos de donde venía.
—¿Sasuke?
Vio a Sakura confundida, incluso Naruto estaba tratando de saber que pasaba.
—Hey, Naruto. — los ojos azules voltearon a verlo serio, la voz de Sasuke había cambiado de tono, uno que usa cuando las cosas iban mal — No te separes, algo viene. Sakura. Alerta.
Los tres sacaron un kunai para poder estar preparados, miraron a todos lados sin poder deducir que era. Y como si fuera magia, del árbol donde estaban una sombra surgió, tenía un ojo amarillo un tanto feo, sin alguna forma en especial. Los tres saltaron confundidos. Aquel ser es Zetsu negro, pero no entendía que hacía ahí.
—Vaya, así que me descubriste. — la voz de aquel ser sonaba poco extraña, un poco distorsionada.
—Zetsu negro. — el ser se sorprendió un poco al escucharlo.
Nadie conocía su existencia, solo unos pocos ninjas renegados.
—Así que me conoces. — emergió de forma total, se veía que es una persona pero solo parecía la silueta de una.

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Sacrificios
Fiksi PenggemarShisui siempre fue un guerrero de élite, un genio lleno de habilidades, pero cayó en la desgracias de confiarse demasiado, cayó en la trampa. Lo único que lamentara siempre es haberla llevado consigo.