Ocho

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Ocho: Confiare

Había pasado una semana desde que le dieron su alta del hospital, por lo que sus deberes en la academia eran acomuladas en su habitación, pero sabía bien que hacer. Mientras ella estuvo en el hospital Sasuke trató de acoplarse a su cuerpo infante y al pasado, para él estaba siendo difícil por que todo lo que había perdido estaba ahí mismo, frente a sus ojos. Su hermano lo trata como aún lo recuerda, su madre es muy amorosa y su padre sigue siendo tal cual. Hinata sabe que los cambios pueden ser brutos, sólo le daba consejos mientras podían verse en la academia. Ahí dentro tuvo ciertos problemas con el club de fans de él, había olvidado ese detalle de sabe lo mucho que adoraban a su compañero, y como solían hablar en la academia las niñas comenzaron una especie de jugarreta en su contra.

—¿Por qué no te defiendes? — quiso saber sasuke mordiendo su manzana mientras su vista estaba en el balcón. Ambos estaban en el patio de la academia mirando hacia la aldea — Eres más fuerte y madura que ellas.

Hinata sonrio un poco viendo a Sakura en especial mirarle con tantos celos.

—Por eso mismo. — respondió. Defenderse de las niñas era como pegarle a un bebe, pues ella es un adulto atrapado en ese cuerpo.

—Hmmp. — sasuke giro a ver al pequeño club de fans, notando a su futura esposa llena de celos — Olvide lo molesta que era sakura.

—Está enamorada. — sonrio nuevamente — Deberías tratarla bien...

Ella sabe lo mucho que sufrió su buena amiga, por todo los amargos momentos en los que vivió. Vio las lágrimas que derramó por su amor.

—Sí... — él también sabía lo gran hijo de puta que fue a esa edad, pero ahora todo iba distinto. Lo que le estaba molestando en sí, era saber que Naruto no tendría asu esposa, y que sus hijos no volverían — ¿Tu estas bien con esto?

La preguntá fue muy sonante en su mente, sabe que su futuro cambió y hasta cierto punto es desconocido para ambos, también sabe que sus hijos y matrimonio sólo son un recuerdo hermoso que va a atesorar siempre.

—Voy a extrañar siempre esa vida... — su mirada se lleno de una profunda tristeza — Pero es por el bien de todos.

Justifico aquello como un sacrificio a realizar por el bien común, era tan parecida a su hermano Itachi. Nadie dijo más, así que ambos volvieron a sus respectivos asientos antes de la sonada. Iruka noto lo mucho que ambos alumnos cambiaron después de estar en el hospital, también lamento mucho ver la cicatriz aún latente en el párpado de la hyuga. No sabía bien lo que pasó, pero todos los niños ven el rostro de ella y hablan de lo mal que pudo haber pasado.

Iruka es un profesor dedicado a sus alumnos, uno que adora ver esas sonrisas infinitas en sus rostros, pero ver a ambos niños portarse de forma muy distinta a la de antes le quema. ¿Qué ocurrió? ¿Por qué siente qué estos no son más unos niños? La latente sensación de que estos son otras personas no deja de ser muy fuerte.

(...)

Luego de ser resignado a los ANBUS en la misma sección que Itachi hubo una misión donde tenía que estar cuatro semanas fuera. El país de la escarcha tenía algunos problemas respecto a unos ninjas renegados de la hoja, así que su misión era neutralizarlos para evitar conflictos. Anko iba con ellos, era una especie de espia para ibiki. Durante su misión ella parecía insinuar mucho alguna escapada, y ante los ojos llenos de prejuicios que su primo puso se sintió sumamente ofendido.

—Anko. — la detuvo en seco en aquel campamento improvisado donde estaban — No. — se negó retirando las manos de ella — Ya no puedo hacerlo.

—¿Por qué? — preguntó molesta y avergonzada, follar de ves en cuando con Shisui era uno de sus logros. — ¿Es por Itachi? — giró mirando de forma molesta al otro uchiha, quien no apartó la mirada.

SacrificiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora