Capitulo 12 - ¿Tiene otra pregunta, detective?

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Desde ese día no había vuelto a quedarse en el sótano, Peter consiguió una cadena lo suficientemente larga que le permitía moverse de la sala de estar al baño y gran parte de la cocina.

A pesar de que la última vez Lucas estaba lo suficientemente asustado por las cosas que Peter le dijo no había vuelto a intentar nada en la última semana.

Su día a día se resumía en dormir en la misma habitación que Peter, atado claramente de una de sus piernas, por las mañanas Peter se duchaba primero y luego él. Peter revisaba las heridas en sus manos y cambiaba los vendajes cada día, luego bajaban juntos hasta la cocina, Peter se asegurada de bajar con Lucas esposando la mano del menos a una de las de él así que huir no era la mejor opción. Una vez en la cocina cambiaba las o esposas por la cadena que aseguraba en sino de sus tobillos para luego comenzar a preparar el desayuno de ambos. Lucas lo esperaba en la sala de estar junto a la cocina mirando la televisión, todos los canales de noticias habían sido bloqueados, Peter se aseguraba de que no tuviera forma de saber que pasaba allá afuera.
Una vez que terminaba de prepararlo lo llamaba para que desayunaran juntos, Lucas le seguía la conversación a pesar de no quererlo hacer, se había dado cuenta que era mejor eso a provocar peleas que terminaban en golpes y heridas mayormente hacia él.
Era más fácil fingir ser sumiso que intentar enfrentarlo, al menos ahora no debía estar todo el día encerrado entre esas cuatro paredes, su pequeña jaula se había hecho un poco más grande.

Pasaba su día mirando televisión, como era costumbre no había mucho en la televisión por cable pero con tal de escuchar la voz de otras personas dejaba cualquier canal donde varias personas estuvieran discutiendo sobre algo, cerraba sus ojos e imaginaba que estaba ahí, no discutiendo con ellos pero si ahí fuera, libre.
Cuando se aburría Peter le había dejado una pila de DVDs con películas y series, todas una más aburrida. Peter be había prometido suscribirse a alguna plataforma de streaming para el fin de semana así podría ver algo que realmente le gustara, también le pidió hacer una lista de libros que le gustaría que le comprara el sábado. Todos los libros en el estante eran de matemáticas, física y otros de psicología ninguno que le llamara la atención realmente, todo en esa casa era demasiado aburrido para él. Luego a media mañana debía comer un pequeño tazón generalmente con fruta como merienda, al medio día su almuerzo que Peter dejaba preparado la noche anterior, a media tarde otra merienda que Peter preparaba ya que generalmente estaba en casa para esa hora y por último la cena. Lucas se daba cuenta que intentaba hacerlo comer más pero al menos las horas en las que no estaba con él no lo hacía, no le iba a dar el gusto de aumentar de peso solo porque pensara que era demasiado delgado.

— ¿A dónde vas? Son las 5.— Le dijo mirando el reloj de la cocina.
— Reunión de padres, el nivel que tengo a cargo tiene reunión hoy.
Lucas lo miró, llevaba un traje negro con una camisa blanca desabotonada en los primeros 2 ojales, miró el cuello notando que lo tenía dobla hacia adentro.
— Tu cuello, está mal.
— ¿Ah, qué tiene?
— Ésta hacia adentro, arréglalo.— Le contestó sentado en uno de los taburetes de la cocina.
Peter deslizó su mano notando que si estaba mal, se acercó a Lucas recostando su frente en uno de los hombros del menor. — ¿Lo arreglarías por mi?
Lucas enroló sus ojos algo molesto, odiaba que actuara de esa forma como si el que estuvieran juntos no fuera por las cadenas en sus tobillos.
Estiró sus brazos arreglándole el cuello de su camisa.

Los brazos de Lucas eran finos y delgados. En su brazo izquierdo tenía un lunar, como las camisas que Peter le daba para estar en casa eran más grandes que su talla cuando estiraba sus brazos las mangas se deslizaban hacia arriba dejando ver sus finos brazos por completo.

A Peter realmente le gusta verlo así, por eso nunca compraba ropa de su talla, aprovechaba para sujetarlo suavemente del brazo besando el lunar en el que se ocultaba ligeramente en la parte interna de su antebrazo.
Lucas movió su brazo rápidamente mirándolo sorprendido.
— ¿Qué pasa, por qué te sorprendes?
—  No me gusta que hagas eso.— le digo alejándose de él, — Ya vete, ya arreglé el cuello de la camisa.
— ¿Qué pasa, te dio vergüenza?
Le dijo abrazándolo desde la espalda sujetándolo de la cintura haciendo que Lucas se sonrojara nervioso y tratara de quitárselo de encima.
Peter rió al ver las orejas del menor enrojecidas por su culpa pero se detuvo al escuchar a Lucas,
— Tú eres al que nada le da vergüenza.
— ¿Cómo?— Le preguntó en un tono serio y molesto.
— Tú eres quien el que siempre está intentado tocarme y besarme, no me gusta que lo hagas.
— ¿Seguro? Que te sonrojes y te pongas nervioso me hacen pensar otra cosa, ¿Deberíamos intentar algo más allá de los besos?

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