Capitulo 25 - Hogar, dulce hogar

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Aparte del frío de la tarde se despertó al sentir una gentil caricia que iba desde su frente hasta su cabello, era gentil y cálida, era un sentimiento familiar, lo hacía sentir calmado y tranquilo de alguna manera.
El sonido de la madera quemarse le recordaba al sonido de la chimenea de su casa durante el otoño e invierno.
Abrió sus ojos lentamente reconociendo la habitación en la que estaba, todo estaba como lo recordaba, lo libreros y las pilas de libros, las mantas sobre el sofá la pequeña mesa frente al sofá con las velas olor a café, miró aturdido a su alrededor sin moverse al sentir su cabeza sobre el regazo de Peter, sabía que no podía ser otra persona aparte de él, asustado de moverse miró hacia arriba lentamente encontrándose con Peter tal y como tenía, aún no se percataba que había despertado, seguía leía un libro viejo de portada negra y letras doradas mientras le acaricia el cabello.
Peter bajo la mirada al sentirse observado encontrándose con la de él, Lucas pudo sentir todo su cuerpo tensarse y lo que se le ocurrió fue cerrar sus ojos fingiendo dormir aunque ya sabía que lo había visto.
— ¿Como te sientes?

Continuó fingiendo estar dormido, no quería verlo y mucho menos hablar con él, luego de lo que había hecho lo único que podía imaginar era lo enojado que podía estar con él.
— Sé que estás despierto, no te levantes rápido porque te puedes marear.

Se quedó en silencio asustado recostado sobre su regazo. Peter le tomó las mejillas volteándole la cara para que lo mirara.
— ¿Cuántas veces necesito hablarte para que respondas?

Nervioso intentó levantarse para alejarse pero Peter lo de la cintura impidiéndole levantarse,
— Lo siento, lo siento... por lo que hice y yo... yo no lo ..!
— Lucas, ya cálmate. No te voy a hacer nada.

Cerró el libro que tenía en su mano dejándolo sobre la pequeña mesa frente al sofá.

Lo tomó de brazos sentándolo en su regazo quedando frente a frente, acarició con cariño su mejilla.
— ¿Te duele algo? ¿Cómo te sientes? Es posible que sientas náuseas y cansancio las próximas horas.

Lucas lo miró con mayor desconfianza, — ¿Qué me hiciste?
Peter presionando suavemente la parte superior del antebrazo casi llegando a su codo, bajo la mirada a ese lugar percatándose de los pequeños pinchazos en su piel.

— ¿Q-qué me diste?
— Algo que te ayudó a dormir, el golpe en tu cabeza, que lo lamento por cierto, fue algo duro y solo quería que descansaras.
— ¿Cuánto tiempo llevo así? ¡¿Cuánto tiempo llevas drogándome?!
— ¿Drogarte? — dijo en un tono burlón,— relájate Lucas, solo son somníferos no es como que vayas a pedirme más cuando se te bajo el efecto por completo.
Lo abrazó de la cintura acercándolo más a él besando su mejilla, — Te extrañé muchísimo, no vuelvas a desaparecer de esa manera. Estaba tan preocupado... no sabía cómo estás o si estabas bien.
Puso ambas manos en su cintura,— Pero veo que la comida no fue un problema, antes solo sentía huesos cuando hacía esto, está mucho mejor así.

Lucas lo miró con asco y miedo a la vez, «está mal de la cabeza» se decía a sí mismo.

Peter recostó su cabeza en el pecho de Lucas escuchando los latidos fuertes y acelerados.

— Dejemos todo atrás, hagamos las cosas bien esta ves. Olvidemos todo lo malo que ha pasado, seamos solo tú y yo cómo debió ser desde un inicio.
Lucas lo miró enojado, empujándolo para separarse de él,
— ¿Empezar qué? "Solo los dos cómo debió ser" ¿hablas en serio? Tú fuiste él que trajo al loco de tu hermano tras de mí, ¿tienes la menor idea de todo lo que me hizo ese maldito loco? — Le reclamó molesto,— Nunca tuvimos nada, ¿qué podríamos empezar tú y yo?— lo miró con odio,— ¿finges que no hiciste nada? Que nunca se te olvide todo lo que me arrebataste, porque yo no lo haré.
— No es cómo que pueda revivir a los muertos, ya déjalo ir siempre con lo mismo.

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