Capitulo 6: Sentir que alguien vigila.

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Con los primeros rayos del sol, Ming ue despertó, la calidez del plumaje de Mu Deas era inconfundible, al verse desnuda, gritó sorprendida, lo que hizo que Mu Deas se pusiera en guardia, tenía mucho tiempo que no dormía tan tranquilamente, pero el aroma de la hembra a su lado lo dejaba en un estado de tranquilidad tan grande que el sueño era largo y placentero.

"Yo te daré ropa, ya no uses la ropa de tu mundo, es incómoda, mi madre tenía un lugar especial donde escondía las pieles y su ropa, estoy seguro que la encontraré".

Mu Deas subió al segundo piso de la casa y Ming ue lo siguió cautelosamente, ella solo llevaba puesta la manta, su curiosidad le hizo olvidar que estaba desnuda, poco a poco subieron las escaleras y llegaron a la habitación principal, era espaciosa , estaba cubierta de polvo y maleza, algunas baldosas estaban quebradas pero , parecía haber una trampilla en una de ellas, Mu Deas levantó una baldosa y ahí había un compartimento secreto, solo si se fijaba con mucha atención en la baldosa se podría descubrir que estaba sobrepuesta, debajo de la baldosa, había una hermosa y reluciente tela roja que brillaba con la luz del sol, era suave y ligera, cuando Ming ue vió la calidad de esa tela quedó sorprendida.

"¿Me la vas a dar? esa ropa era de tu madre..."

"Ella ya no la usa y tu la necesitas, sé que no era de mi padre pero si de mi madre , úsala mientras consigo ropa apropiada para ti".

Ming ue sintió una extraña felicidad, con alegría le dió un abrazo a Mu Deas y le besó la mejilla, cuando se dió cuenta de lo que había hecho, sus ojos vieron los ojos de Mu Deas, eran los ojos de una bestia observando a su presa, el aura que irradiaba era poderosa y, aunque parecía intimidante Ming ue no sentía miedo, al contrario, ella vió los hermosos labios rosados del joven frente a ella y, Mu Deas al  percibir el deseo en Ming ue, de inmediato devoró sus labios, sus brazos fuertes y musculosos sujetaron la delicada cintura de Ming ue, el acercó su cuerpo contra la figura de ella, el beso apasionado dejó sin aliento a Ming ue, cuando ella quiso tomar aliento Mu Deas siguió con  el delicado cuello, ella sentía su cuerpo entumecido y su mente quedó en blanco, las manos de Mu Deas acariciaron sus glúteos y fué entonces que Ming ue reaccionó.

"¡Hasta aquí, no sigas!".

Sus ojos llorosos y voz seductora no detuvieron los apasionados besos de Mu Deas.

Poco a poco recostó a Ming ue en el piso, los besos fueron mas intensos y Ming ue pudo sentir el enorme miembro de Mu Deas buscándola fervientemente,

"Por favor...detente..."

Los ojos suplicantes de Ming ue susurraban en el oído de Mu Deas, eso lo hizo perder la cordura, con una voz masculina y seductora el le respondió: "No entraré, lo prometo".

Esas palabras dejaron a Ming ue en shock, el le quitó la manta dejando el hermoso cuerpo de la hembra desnudo para el deleite de sus ojos, al ver a su presa, él comenzó a saborear los rosados pezones de Ming ue, ella arqueaba su cuerpo en señal de placer, un ligero gemido brotó de su boca, haciendo que Mu Deas frotara su enorme miembro entre los tiernos muslos de Ming ue, un sentimiento de miedo y a la vez de placer dejaron a Ming ue sumirse entre los brazos de Mu Deas, el moría de ganas de entrar en ella, de hacerla suya, de marcarla como propia, pero le dió su palabra y no quería perderla, en una explosión de placer y lujuria, un líquido blanco cubrió los muslos de Ming ue, el cuerpo de Mu Deas pedía más, pero Ming ue parecía temblar con algo de miedo.

Él, al terminar, cubrió el cuerpo de Ming ue con la manta, le dió un tierno beso en la frente y la cargó hasta donde estaba el río, ahí con sumo cuidado, lavó el cuerpo de su pequeña hembra y la dejó en el nido. Le acercó fruta y agua para que comiera mientras el calentaba un paquete de carne. La fragancia de la comida abrió el apetito de Ming ue, mientras la comida se calentaba, ella se probó la ropa. Cuando Mu Deas la vió vestida, su mente recordó antiguas memorias del pasado, su mente dio vueltas y la comida en su mano cayó al suelo.

"¿Te sientes mal?"

"Y-yo... no fue nada..."

"Ven, vamos a comer"

Después de comer, Ming ue y Mu Deas comenzaron a limpiar la planta alta, con una rama y muchas ramitas secas, Mu Deas ayudó a armar una escoba rudimentaria a Ming ue, él no dejaba que ella hiciera ninguna labor que pudiera lastimarla, entre los dos limpiaron la habitación y arreglaban las baldosas, Ming ue salió a recoger algunas flores en el patio y sintió una extraña mirada entre los arbustos, Mu Deas también percibió aquella extraña presencia y salió de inmediato a ver quien merodeaba en el territorio.

Sobrevolando el lugar, no encontro nada, MIng ue ayudaba a recoger ramas y leña seca para la casa.

Los días eran largos pero muy entretenidos, a pesar de no tener internet ni alguna comodidad de la era moderna, el ambiente rústico y tranquilo de aquel lugar le encantaba a Ming ue.

"Mañana hay que salir a explorar el terreno,necesitamos instrumentos para cocinar y cazar en este sitio, además, es importante comenzar a recolectar frutas y semillas, no se que época del año es esta, pero es importante tener con que sobrevivir y solo hemos puesto a secar una piel".

" Te conseguiré lo que necesites pero no quiero que nadie te vea, eres demasiado hermosa y muchos hombres bestia pueden desearte, mi fuerza es superior a cualquiera pero no quiero ponerte en riesgo..."

"Ok, entonces comencemos poniendo bardas en nuestra casa y algunas trampas, ese sera el inicio"

Ming ue comenzó a explicarle a Mu Deas como recolectar troncos de tamaños parecidos y clavarlos en el piso; rodearon el frente de la casa y con lianas sujetaron los troncos creando asi una barda, después de mucho trabajar, los dos entraron a la casa, ya tenía una puerta y ella decoró con flores el interior, la chimenea de la estufa iluminaba cálidamente la cocina y Mu Deas comenzó a llenar la tina de la bañera para Ming ue.

La comida se calentaba en la estufa, el delicioso aroma de las flores en el baño y la noche cálida, llenaban de paz el corazón de Ming ue.

"Si Mu Deas es uno de los cachorros Bai ¿Dónde estarán los demás? ¿Mi favorito estará llorando su perdida? Como desearía poder encontrarlo..."

Un extraño sonido se escuchaba a su alrededor, un siseo la puso en alerta, una serpiente estaba cerca de su mano, ella gritó y Mu Deas de inmediato aplastó a la serpiente.

Es bien sabido que las Águilas odian  las serpientes, Mu Deas revisó que no tuviera ninguna herida su pequeña hembra, sin embargo, a lo lejos, un centenar de serpientes se acercaban rapidamente para dar un informe.

Una enorme pitón roja escuchaba con atención las noticias de las serpientes.

La bella y las bestias 2. Fan ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora