Capitulo 14: Quiero conocerte II

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Mientras el tiempo avanzaba, Ming ue esperaba poder despertar del coma, ella tenía la certeza de que el mundo donde su alma residía solo era parte de un sueño difícil del cual despertar, gracias a la compañía de Mu Deas, el tiempo de espera fue más placentero. Además de ser un macho fuerte, atlético y muy guapo, era amable y considerado, en los dos meses que había compartido con el arreglando el castillo, su relación había mejorado mucho, aún no había decidido aparearse con el, pero en verdad le atraía demasiado, era tan guapo que si estuviera en su mundo, seguramente Mu Deas sería un actor famoso o aprendiz de Idol.

Mu Deas estaba muy concentrado reparando el castillo, desde que vio el ciclo astral de su pequeña hembra, se enfocó totalmente en brindar un hogar seguro para sus futuras crías, la comida, las pieles y demás insumos tenían que ser recolectados antes del invierno, así podría aparearse durante las nevadas y sus polluelos nacerían durante la primavera, podría estar en casa empollando los huevos y su hembra no pasaria hambre o frío.

"¿Podemos ir al mar?" Pregunto casualmente Ming ue. "Quiero beber agua de coco y comer pescado fresco".

"Por supuesto, se que he estado muy ocupado reparando el Castillo , no te he llevado a jugar".

Mu Deas sabía de la naturaleza juguetona de su pequeña hembra, pero ahora que ya podían aparearse, deseaba que tuviera fuerzas suficientes para soportar el apareamiento y no excederse jugando.

"Mañana te llevaré, encontré un árbol con la sabia pegajosa que me pediste, cerca de ese árbol encontré arbustos espinosos que utilizan las hembras para lavarse los dientes,la noche pasada te quejaste por qué se terminó esa pasta blanca que usabas para limpiar tu boca, mi madre utilizaba esa planta para mantener sus dientes blancos."

"Gracias, entonces vamos a pasear al bosque ".

Mu Deas se convirtió en águila y llevo a Ming ue al bosque, en un recipiente de cáscaras de coco Ming ue recolectó la sabia, además de encontrar varias fresas y moras silvestres, las plantas espinosas las recolectó My Deas.

Mientras Mu Deas cazaba unos animales salvajes, Ming ue seleccionaba algunas plantas  que servían para realizar infusiones.

"Si pongo a secar estas hojas, tendré té para  beber en las noches, solo me falta encontrar una planta de anís, regaliz o stevia que sirvan como endulzante...".

Mientras Mu Deas cazaba, Ming ue no se dió cuenta que un enorme tigre la acechaba, en el silencio del bosque, solo el viento y las ramas de las copas de los árboles se escuchaban.

Silenciosamente, el tigre se acercaba, a espaldas de Ming ue, contenía respiración y  sin ruido alguno la estudiaba, en un instante, el tigre se abalanzó contra ella, Ming ue volteo y un rayo escarlata la empujó lejos de las garras del tigre, ella impactó contra un árbol y perdió el conocimiento, el tigre estaba muerto, una enorme pitón le quebró cada hueso del cuerpo, el tigre fue devorado por completo.

Cuando Mu Deas regresó al sitio donde había dejado a Ming ue, el aroma a sangre invadió su nariz, de inmediato  buscó a su pequeña hembra y solo su olor se encontraba difuso entre las hojas de los árboles, había señales de una pelea y rastros de sangre, el corazón de Mu Deas palpitaba aceleradamente, sobrevolando todo el bosque, no encontró rastro de ella, sumido en la desesperación regresó al castillo con la esperanza de ver su sonrisa.

Cuando entro, el fuego de la cocina estaba encendido, el eco  de los latidos de su corazón se escuchaban por todo el lugar, subió rápidamente las escaleras y, sobre la cama cubierta de pieles estaba su pequeña hembra, pero...no estaba sola, una imponente pitón escarlata la custodiaba.

Mu Deas cambio ferozmente su postura, sus pupilas se contrajeron y un aura asesina invadía la habitación.

"Ella duerme...hermano..."

Al escuchar esas palabras, la postura de Mu Deas cambio.

"¿Quién eres?"

"Imposible que no me recuerdes, el rey serpiente era mi padre y Nieve era nuestra madre..."

La serpiente escarlata era el hijo del rey serpiente, su medio hermano mayor, compartían la misma sangre. Mu Deas se quedó paralizado ¡Tan irónico fue el destino que hizo que compartieran el mismo gusto por Ming ue! No se necesitaba ser un genio para darse cuenta que esa serpiente había rescatado a Ming ue, por lo tanto, tenía tanto derecho como el de aparearse con ella, además de ser una bestia tetramarcada igual que el.

"Este es mi hogar, ¡largo de aquí!".

La enorme pitón se transformó en un hermoso hombre de piel blanca como la luna, cabello rojo como la sangre y una belleza que lo hacían parecer un demonio, sus ojos feroces irradiaban sed de sangre y sus labios rojos esbozaron una sonrisa despiadada.

"Tanto derecho tienes tu cómo lo tengo yo de vivir en este castillo, mi madre reinaba este lugar y tanto a mi, a ti  y al resto de nuestros hermanos podemos exigir compartir estas tierras, además, según nuestras leyes, tengo derecho a aparearme con la hembra que he salvado".

"¿El resto? ¿Has visto a nuestros demás hermanos? ".

"Si, pero no he hablado con ellos, únicamente con nuestra pequeña hermana que vive en las profundidades del mar junto al tritón que la crío".

"Ella proviene del mundo de nuestra madre, no es tan fácil ser su macho, respeto tu derecho ya que la has salvado, si ella hubiera muerto en el bosque no tendría nada ni nadie por quién luchar, pero que te quede claro, ella debe elegir con quién aparearse, nunca quieras obligarla a ser tu hembra, si la tocas sin su permiso, yo mismo te mataré..."

"No hace falta que lo menciones, he querido acercarme a ella desde hace tiempo, tu la conociste primero pero yo la he salvado también, que sea ella quien decida que macho será su cónyuge ".

La serpiente roja y el águila, dos enemigos naturales que se odiaban a muerte, unidos por sangre y ahora por una hembra, ser dos machos fuertes para proteger a una hembra tan hermosa era un negocio perfecto, ambos saldrían ganando, solo quedaba la aprobación de Ming ue que yacía dormida tranquilamente sobre la cama.

"Bajaré a preparar la comida de Ming ue, vigila mientras ella duerme".

La serpiente asintió, Mu Deas bajo a la cocina para preparar la comida de su hembra.

"No sabes cuánto espere poder conocerte, ahora quiero que me ames tanto como te amo yo a ti...".

Aquel hermoso hombre acariciaba tiernamente el rostro de Ming ue, beso un mechón de su cabello y volvió a transformarse en serpiente. Ahora que ya había regresado al Castillo, nada ni nadie podría separarlo  de ella.



La bella y las bestias 2. Fan ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora