Capitulo 98: Arthur

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La flecha fue dirigida para herir a Rosa, Míng ue jamás sería capaz de matar a otra persona, su corazón era muy débil.

El tiro fue certero, directo a la pierna, Xiao she perforó el corazón del león, Paran cortó la cabeza del tigre, Silver destruyó las entrañas del lobo y Mu Deas arrancó la columna vertebral del último hombre venenoso.

Ming ue uso la fuerza de sus compañeros,al instante de  lanzar la flecha, perdió la conciencia, Mitchell la sujetó antes de desmayarse, la flecha acertó en la pierna de Rosa evitando que huyera, cuando los cuatro machos se distrajeron al ver a la hembra caer, un destello.

Sangre salpicó por todos lados, las entrañas de la hembra estaban esparcidas por todo el lugar, su cabeza había sido cercenada.

La sangre bañó completamente a los compañeros de Ming ue, los cuatro quedaron paralizados, ninguno podía moverse, sus cuerpos no obedecían y se rehusaban a moverse de su lugar.

Desde lo alto de la cueva una voz suave y armoniosa de un macho, profunda y fría a la vez, animaba felizmente el resultado obtenido.

"¡Bravo! ¡Bravo! ¡Lo lograron! Es increíble que detuvieran a mis marionetas, saben, estaba tan aburrido, la vida en este mundo es simple, monótona e inalterable, pero ustedes¡Rayos! ¡Son increíbles! Jajajaja".

Paran, Mu Deas, Silver, Xiao she escuchaban con impotencia las risas de ese hombre, no podían levantar la vista.

"Lo que es más, ¡Son unos genios! Los arcos y jabalinas no las vi venir, nunca imaginé que avanzarian tanto en un par de meses, es más, en un par de semanas lograron atacar mis puntos ciegos  ¡WOW!".

La silueta bajo de un saltó y se acercó a Ming ue, ella estaba en brazos de Mitchell.

Los cuatro poderosos machos luchaban impotentes para evitar que ese tipo se acercara a su compañera.

"¡No la toques!" - quería gritar Xiao she, pero solo podían escucharse gruñidos y quejidos.

"Vamos, no haré nada malo,solo quiero ver a la Diosa de la que tanto hablan " - Arthur se acercó a Ming ue.

Mitchell queria matarlo, percibía sus pasos,  su calor acercándose a la pequeña hembra que yacía desmayada en sus brazos, pero su aguijón no sé movía un centímetro.

"Es hermosa..." - Arthur acarició la sedosa cabellera de la hembra, era suave como los pétalos de una flor, sus labios eran delucados y rosados, sus manos recorrieron las tersas mejillas parecidas a un melocotón, era la criatura más hermosa de ese mundo, Bai Qiqing y ella provenían del mismo lugar.

"¿Dónde la encontraron?" - preguntó Arthur, con delicadeza arrebató de los brazos de Mitchell el cuerpo de Ming ue.

" Es tan frágil...y pequeña, cabe perfectamente en mis brazos" - Arthur estaba completamente embelesado - " en verdad es una Diosa, ella huele a...¿Flores? Si, son flores, que delicioso aroma, ustedes en verdad son afortunados, consiguieron la hembra más hermosa del mundo, me pregunto....¿Que sienten al moverse dentro de ella? ¿Es dulce saborear su piel mientras  la penetran una y otra vez?...".

Los cónyuges de Ming ue ardían en furia, ese maldito estaba pensando en su hembra y ellos no podían defenderla.

"Saben...su compañera me gusta, la quiero, la deseo, ella será mía, creí que la estúpida de Rosa me guiaría hasta Bai Qiqing pero me obsequió otra hembra a cambio, ella es suficiente para mí...".

Xiao she no soportó más, su alma ardía, su corazón se aceleró a tal punto que rompió los huesos de su mano para poder moverse un poco.

"¿Pudiste moverte? Jajajaja Curtis, jamás me decepcionas, eres tan divertido como en  el pasado, solo que ¿Donde dejaste a Bai Qiqing? Creí que la acompañarias hasta la muerte, creo que aún hay mucho camino por delante ¿No es así?".

Paran siguió el ejemplo de Xiao she y rompía sus huesos para mover su brazo.

"Basta, suficiente, ya me voy, ustedes rompieron mi juguete, solo por esta vez lo dejaré pasar, lo haré más fuerte y,  la próxima vez, no será tan sencillo vencerla, eso puedo asegurarlo...aprendí mucho gracias a ustedes, solo quiero que sepan que ella no ha muerto, solo duerme, regresará con más sed de sangre la próxima batalla y ustedes morirán bajo su nariz, cuando mueran su hembra será mía, mataré a tu descendencia por que, te tengo una noticia Muir, ella está preñada, tu semilla crece en su vientre y son tres machos que vienen en camino, disfruta mientras puedas, ella tendrá a mi descendencia y seré el único que pueda disfrutar de su hermoso cuerpo, ahhh...muero de ganas por probar su sabor...".

Arthur dejó a Ming ue recostada en una piedra, no quería que la asquerosa sangre de Rosa la tocará. Lentamente se inclinó hasta el oído de Ming ue, aspiró su delicada fragancia antes de irse y le susurró:

"Serás mía... pronto tú vendrás a mí y suplicaras por emparejarte conmigo, mis brazos te estarán esperando, hasta entonces mi Diosa...".

Arthur beso delicadamente los labios de  Ming ue, sus dedos rozaron el delicado cuello de cisne de la hembra dormida, su cuerpo se rehusaba a dejarla.

Molesto, se dirigió al cuerpo despedazado de Rosa, de la masa de sangre recogió el collar, despacio, entre la oscuridad del bosque, la silueta desapareció.

En un instante, los cuatro machos fueron liberados, Mitchell recogió de inmediato a Ming ue y huyó con ella en brazos, lo que acabó de suceder un segundo antes era algo aterrador y desconocido para él.

Paran, Mu Deas, Silver y Xiao she corrieron furiosos entre el espeso bosque, su ira era tal, que destruían todo a su paso.

El Rey lobo y los ancianos no tenían idea de lo sucedido, únicamente observaron la rapidez con la que un leopardo, una serpiente, un águila y un tritón se perdían en el bosque.

"Señor¿A dónde van? Su castillo está del otro lado" .

"No lo sé, el escorpión se llevó a su compañera, no tengo idea de a quién persiguen, la hembra de las marionetas está muerta".

"Algo no anda bien señor, es mejor avisarle al Rey Mono lo paso aquí, lejos de esto, Ming ue y sus compañeros salvaron nuestra ciudad, jamás podremos pagar está deuda".

"Es verdad, pero tengo entendido que mi cachorro fue a buscar a la cría del tritón, espero que mi muchacho logré emparejarse  con esa familia, daría a todos mis cachorros para servir a esa pequeña hembra" - el Rey Lobo deseaba que las familias se unieran.

"Es una lástima, si esos machos no fueran tan poderosos buscaría emparejarme con Ming ue, esa hembra es la más hermosa que jamás haya visto, ¿Si vió como se vistió para la batalla?¡Ella mató a la hembra de las marionetas! Supongo que así se siente desear algo imposible...".

El Rey Lobo y los ancianos se quedaron en silencio, apilaron los cadáveres y les prendieron fuego. Mientras las llamas se alzaban en el cielo, el Rey Lobo recordaba la hermosa imagen de Ming ue sosteniendo firmemente el arco, determinada para acabar con la hembra lanzo la flecha y acabó con aquella pesadilla, su mirada, su postura, su fuerza eran exquisitas de admirar, mientras más pasaba el tiempo a su lado, más la amaba.

En el espeso bosque Silver buscaba desesperadamente a la bestia que se atrevió a tocar a su compañera, en medio de su ira, árboles eran destrozados, piedras destruidas y animales salvajes asesinados, Paran saltaba entre cada cordillera buscando la señal de esa bestia, pero no había ningún rastro, ningún aroma aún cuando la sangre de Rosa quedó esparcida por todo el lugar, el collar que le quitó tendría algún rastro pero no había nada.

Mu Deas buscaba sigilosamente en el aire, no se veía nada.

Silver buscaba alguna huella, cualquier indicio del lugar por el que escapó.

Hasta que el sol se asomó por el horizonte, los cuatro machos regresaron a su castillo.

Mitchell corrió velozmente, aún sentía en su cuerpo la terrible sensación de vulnerabilidad, estar indefenso ante poderes desconocidos, nada de eso le gustaba, además, esa bestia dijo.que Ming ue estaba preñada, debía regresar lo mas pronto posible para resguardar a esa hembra.

"Vaya suerte, tiene tres crías y ahora tres polluelos del pajarraco insípido, seguramente se volverá loco cuando empolle los huevos... algún día , quizás algún día yo también pueda criar a mi descendencia junto a mi compañera, una verdadera compañera...".

Mitchell corría sin parar, su corazón tenía emociones que jamás había percibido y, el miedo, era algo que odiaba sentir.

La bella y las bestias 2. Fan ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora