El dia transcurria sin ningun cambio, Ming ue se dedicaba a guardar y preservar los alimentos, acomodar la leña y limpiar la casa, mientras la carne se ahumaba, Mu Deas y Ming ue arreglaban la habitacion principal, llevando suficiente leña para encender en la chimenea que tenia la habitacion,poco a poco, el antiguo castillo del Rey Tigre cobraba vida nuevamente.
A lo lejos, algunos exploradores de la aldea Pavo Real buscaban el rastro de Mu Deas para llegar a la pequeña hembra, Mu Deas era bastante habil y perspicaz, cada que salia a cazar borraba todo rastro del aroma de la pequeña hembra con la sangre de sus presas, el llevaba muchas ramas aceitosas de romero o eucalipto para frotar sus plumas en ellas y perder el aroma que podria dejar rastros de su presencia, sabia que la belleza de su pequeña hembra no pasaria desapercibida, sin embargo, por mas que la ocultara, machos de gran nivel de poder podian exigir su derecho a aparaearse, por lo tanto, debia volverse mas fuerte.
"Me gustaria ir a pescar, ¿por que no vamos a la cueva de los riscos, podriamos recoger algunas conchas y mariscos".
"De acuerdo, mañana te llevare".
Muy temprano por la mañana, Mu Deas y Ming ue salieron rumbo a la cueva del risco, durante la noche, Ming ue, intento trenzar una especie de red para pescar, con ayuda de Mu Deas la red parecia algo firme, pero la prueba final seria en el mar.
Cuando Mu Deas llevo a Ming ue a la playa, ella quedo maravillada, la arena era tan limpia y el agua cristalina, podia ver el fondo de la playa y los peces que ahi habitaban, sin dudar, ella se lanzo al agua y se divertia, Mu Deas tenia como elemento el aire, no le gustaba el agua, pero al ver a su hembra tan feliz jugueteando en el agua, fue a su lado para acompañarla.
Nunca habia sentido tanta felicidad en su vida, cuando su madre desaparecio y su padre le ordeno buscar su propio nido, soñaba con el momento en que el volveria a su hogar, que sentiria la calidez de su madre, la seguridad de su hogar y su corazon alegre, sin embargo, el tiempo paso y su madre jamas volvio, las ruinas de lo que fue la gran ciudad bestia del Rey Tigre desaparecio en un pestañeo, la vida era monotona y en las tres ciudades que conocia, jamas vio a una hembra tan hermosa como la que tenia frente a el, ademas, el corazon de su pequeña hembra era sincero, ella jamas abusaria de su amor ni de su fuerza.Mu Deas, por primera vez desde la desaparicion de su madre, podia ser feliz.
Min ue recolectaba conchas en una hoja de palmera, habia conchas que brillaban como diamantes, algunas eran rosadas y otras tornasol, Ming ue parecia una niña jugando en la playa.
Mu Deas entro en un lado profundo de la costa, con la vista perfecta de aguila que poseia y su fuerza descomunal, capturo un pez enorme, Ming ue tenia una sonrisa de incredulidad, en un instante, armaron una fogata y comenzaron a asar el enorme pescado.
La red fue extendida en uno de los lados profundos de la costa, mientras esperaban pacientes, Ming ue despegaba ostras de las piedras del arrecife.
Ming ue comio felizmente el pescado, Mu Deas le consiguio algunos cocos para beber y antes del atardecer, partieron rumbo a su casa.
El botin de pesaca que llebava Mu Deas no era tan grande, pero eran suficientes pescados para un buen tiempo, ademas los cocos y ostras que habian recolectado.
Mientras Mu Deas comenzaba el armado de la hoguera para deshidratar el pescado, Ming ue felizmente abria las ostras.
Ella solo habia visto en documentales y fotografias las hermosas perlas que se encontraban en las ostras marinas, algunas perlas en joyerias y otras en museos, pero jamas habia tenido una entre sus manos, al comenzar a abrir las ostras, una tras otra fueron apareciendo las perlas, algunas de un blanco nacar tan puro que parecian irreales, otra era una enorme perla rosada y una en color negro humo, tan bellas que Ming ue queria llorar.
Al lavar todas sus perlas, Ming ue corrio agradecida hacia los brazos de Mu Deas, el la vio correr con alegria hacia donde estaba y cargandola la beso en sus labios.
"Gracias Mu Deas, gracias por permitirme salir a divertirme asi, mira, ¡mira cuantas perlas hemos recolectado!".
"No debes agradecer, me gusta hacerte feliz, si te gusta jugar en la playa, siempre que tu lo desees, te llevare".
Ming ue beso los labios de Mu Deas como para cerrar aquella promesa, luego fue hacia la casa para preparar los moluscos como una vez los vio en la television, en las mismas conchas cocino los mariscos.
Despues de cenar y beber agua de coco, Ming ue busco su libreta de apuntes y comenzo a diseñar algunos bosquejos para hacer un adorno con las conchas y las perlas que habia encontrado.
"Mu Deas, ¿mañana podrias llevarme al bosque?me gustaria conocer algunos arboles que suelten pegamento de sus troncos."
"Yo he visto algunos arboles que lloran gotas muy pegajosas, algunos insectos y aves pequeñas quedan pegados a los troncos, si quieres podemos ir a verlos"
"Si, gracias".
"Dime Mu Deas, ¿que utilizas para sacar filo a tu cuchillo de hueso?".
"Mmmm, es una piedra algo pesada, pero la tengo en la cueva".
"Ojala y puedas traerla a casa"
"Creo que aqui esta la de mi madre".
"Ok, mañana seguiremos, por hoy, solo hay que descansar.
**************
"Te gustan las cosas brillantes...eres igual de cuiriosa que mi madre, siempre sorprendiendo con tus ideas, no veo el momento de llegar a ti..."
La serpiente seguia vigilando los alrededores del castillo, su instinto de poseerla incrementaba dia a dia, sin embargo, el momento ni el lugar eran perfectos para presentarse, ella debia amarlo, ella debia aceptarlo tal y como su madre habia aceptado a su padre, el gran Dios Serpiente fue el primero en su especie de ser amado por una hembra, el habia heredado los conocimientos de su padre y ancestros, el debia superar los logros de su padre...
"Tu nombre es dulce al solo escucharlo en mi memoria, tu voz esta clavada en mi corazon, seras mia y llegaras a amarme tal y como lo hizo mi madre".
ESTÁS LEYENDO
La bella y las bestias 2. Fan fic
Fanfic¿Es exclusivamente de coreanas o de chinas transmigrar a su novela favorita y salvar al villano de sumirse en la mas miserable muerte...? ¡Obvio no! Ming ue Morel estudiante de primer año de universidad en antropologia, en busqueda de evidencias pre...