La bella y las bestias 2. Fan fic

Capitulo 12: Siembra

Gracias al proceso de recoleccion y conservacion de alimentos, Ming ue observaba satisfecha la enorme bodega que tenia el castillo, estaba repleta de frutas secas, pescado y carne deshidratada, grandes tinajas de piedra con especias aromaticas y semillas que habia obtenido de la Aldea Pavo Real.

"Mu Deas, hoy  quiero ir a recorrer los bosques, sabes, tu mejor que nadie conoces la diversidad de arboles frutales que existen en tu mundo, debemos encontrar el mayor numero posible para que en temporada de lluvias  crezcan saludables...me emociona la idea de que en la entrada del castillo tengamos miles de arboles frutales".

"Bien" respondio Mu Deas mientras le preparaba un delicioso pescado asado a Ming ue.

"Mu Deas,¿por que me tratas tan bien?sabes, en mi mundo las mujeres debemos luchar por un  trato igualitario con los hombres, pelear contra el abuso fisico y mental que a veces sufrimos y peor aun, la mentalidad de que las mujeres solo son para servir al hombre..."

Mientras Ming ue explicaba a Mu Deas  la actitud tan cotidiana entre hombres y mujeres en su mundo, Mu Deas veia con dolor la expresion de su pequeña hembra, era tristeza y decepcion mezcladas, mientras escuchaba las palabras de boca de Ming ue, el no podia imaginar a una mujer luchando contra un hombre, seria un resultado sangriento terrible, solo de pensar, una ira irracional surgio desde sus pies hasta la cabeza.

En un segundo, Mu Deas corrio a abrazar a su hembra, con el abrazo repentino, Ming ue tiro su pescado asado al suelo.

"Nunca permitiria que nadie te haga daño, eres mia y te protegere siempre".

"Ok, gracias...yo...tire mi comida al suelo..."

Despues de comer, Ming ue y Mu Deas fueron a buscar arboles frutales, sin embargo, una serpiente gigante los observaba de cerca.

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"Patriarca, no hemos podido dar con el rastro del Bestia Aguila ni la pequeña hembra, ese tipo es demasiado astuto, oculta el olor de su mujer".

"Ella no tiene el olor del macho emanando de su cuerpo, quizas aun no ha tenido su ciclo astral, cualquiera de nosotros puede ser su macho, sigan buscando".

Ante aquellas palabras, los rastreadores se sentian motivados de tomar la primera vez de esa hermosa hembra.

"En cuanto la encuentren y traigan a la aldea, le daremos este veneno".

"¡Si el patriarca se entera, nos va a expulsar de la aldea!"

"¿Y quien le dira...tu?"

"Somos hembras y ellos tienen la obligacion de protegernos, no vamos a permitir que una forastera nos quite a nuestros machos, ella es fea y quizas sus crias sean asquerosas, ¡sera mejor eliminarla!".

Las hembras de la villa Pavo real ya tenian su plan para eliminar a Ming ue, el veneno seria puesto en la bebida para recibirla durante la hoguera de bienvenida.

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Mu Deas y Ming ue recolectaban con mucho cuidado arboles frutales jovenes , escarbar sus raices era una labor tediosa y muy detallada, sin darse cuenta, estaba a punto de anochecer.

"Llevemos esto a casa y después continuaremos, hay que descansar".

Ming ue abrazó con mucho cuidado los dos últimos árboles y se fueron a casa.

Mientras Mu Deas preparaba la cena, Ming ue acomodaba los platos y servía el agua, en realidad deseaba tomar un baño caliente, preparar su jardín la había dejado exhausta.

Mu Deas  subió en brazos a Ming ue a la habitación principal , ella sentía el calor agradable que emanaba de ese chico, podía sentirse segura entre sus brazos pero sobre todo, el le gustaba, impulsivamente Ming ue rodeo sus brazos en el cuello de Mu Deas y le dio un beso en el cuello, Mu Deas quedó desconcertado, miro directamente los bellos ojos de la hembra entre sus brazos y con ansiedad la llevo a la cama.

Gracias al arduo trabajo de caza, tenían bastantes pieles, la cama de piedra ahora tenía un suave colchón de paja cubierto de pieles, como si se tratara de una pieza frágil de vidrio, Mu Deas recostó suavemente a Ming ue, con avidez probo sus labios y sus manos acariciaron los senos regordetes de su pequeña hembra. Solo con ese simple toque, el cuerpo de Mu Deas parecía arder en llamas.

Entre los besos apasionados de Mu Deas , un ligero gemido de placer escapó de la boca de Ming ue,al escucharlo, el último apice de raciocinio en Mu Deas desapareció, en un segundo se quitó la falda de piel y se subió encima de Ming ue, su boca comenzó a succionar los pechos de su hembra, su enorme miembro se frotaba en los suaves muslos, Ming ue temblaba de placer, cuando estaba dispuesta a entregar su virginidad a Mu Deas, un dolor en el vientre la paralizó, al ver esa expresión de dolor en Ming ue, Mu Deas se detuvo, el olor a sangre inundó su nariz y al bajar su vista, un hilo de sangre escurría en la pierna de su hermosa hembra

"¡Empezaste tu ciclo astral!"

El rostro de Ming ye estaba rojo como un tomate, no solo por qué su periodo llegó en el momento menos indicado, sino que Mu Deas fue testigo de primera fila  de ese evento.

"¡No mires!"

De un salto, Ming ue se levantó y buscó rápidamente en su mochila, saco su paquete de tampones y corriendo se fue al baño de la habitación, fue muy conveniente que la FL  de la historia pensara en un rústico sanitario.

Mu Deas no podia ocultar su felicidad, su hembra tendría a su descendencia y ya lo había aceptado, por fin tendría una familia.

Cuando Ming ue regreso a la cama, Mu Deas la esperaba con una gran sonrisa.

"¿Porque estás tan feliz?no fue divertido..." replicó Ming ue con un puchero.

"Es que, al fin podemos tener crías, ha comenzado tu ciclo astral y puedo dejar mi marca conyugal en ti..."

MARCA CONYUGAL...un término que amaba leer en la novela, Ming ue sabía perfectamente que implicaba esa marca, no era solo tener sexo como en el mundo real, era formar un vínculo de por vida con ese joven macho a su lado, un lazo que no solo implicaba tener descendencia, sino la dependencia de un macho para estar siempre con su hembra o morir sin ella.

"Mu Deas...yo...tengo miedo...no estoy lista para tener hijos,no quiero ser madre, si esto es un sueño o si nunca despierto del coma, aún no estoy lista, quiero estar a tu lado pero no quiero una responsabilidad así de grande..."

"A mí no me importa la descendencia, solo es por qué las hembras aman más a sus  machos cuando hay descendencia, pero yo quiero estar contigo, quiero vivir mi vida a tu lado, déjame estar a tu lado..."

Ming ue abrazo con fuerza a Mu Deas y susurro a su oído.

"Cuando termine mi periodo puedes tomarme como tu esposa..."

Al escuchar esas palabras Mu Deas sentía que su corazón saldría de su pecho, esa hermosa hembra a su lado por fin le pertenecería, sería suya y nadie podría separarlo de su lado.

Quizás...solo una enorme pitón escarlata que escuchaba atentamente bajo los túneles del castillo.