La bella y las bestias 2. Fan fic

Capitulo 73: Como la obsidiana...

En la profunda oscuridad del pantano, donde habitan las bestias de sangre fría, grandes serpientes, lagartos y colosales viven, se reproducen y mueren en en ese lugar.

Son bestias prehistóricas de gran tamaño y fuerza, los colosales carnívoros tienen en su interior cristales verdes de energía, sin embargo , colosales herbívoros tienen cristales transparentes parecidos a esferas, capaces incluso de dar vida eterna .

Son descomunales, ningún hombre bestia se aventura a enfrentarlos.

En aquellos primitivos lugares, en una cueva fría, oscura y húmeda estaba Rosa fabricando con esmero el polvo que hacía tóxicos a sus compañeros.

Los hombres bestias que había manipulado estaban sentados , sin vida en su mirada, únicamente esperando órdenes para matar o morir.

No había luz, no había calidez, la leve iluminación de la hoguera brindaba un panorama tétrico, putrefacto y amenazador. Nadie merecía vivir en tan terribles condiciones.

"Ya casi está listo Bai Qiqing, cuando el hielo se derrita tu morirás...".

La hembra estaba sucia, su cabello grasiento corto  escurría en sudor, los gases nocivos del pantano no le afectaban pero a sus compañeros si, algunos habían muerto días antes y se convirtieron en alimento de lagartos, otros fueron devorados al conseguir alimento para Rosa y solo algunos estaban a su lado .

"¡Debo reclutar más machos!¡Esto es insuficiente! Los otros que envíe a atacar las aldeas ya no regresaron, es seguro que hayan fallado, sino aquí tendría más "soldados"...".

Rosa seguía trabajando, moliendo hierbas y mezclándolas  con su sangre.

Los  recuerdos de Rosa estaban distorsionados,  había rostros, nombres, ira, dolor, vergüenza, más ira.

El único recuerdo que jamás olvidaría sería el momento en que devoró la carne y la sangre de la reina lagarto, aceptó el trato que el Rey Simio le ofreció para vengarse de Bai Qiqing, ella jamás imaginó que al atraer a los lagartos, el Rey llegaría para reclamar a su hembra, el terrible dolor que sintió al ser violada por la descomunal bestia, sus entrañas se partieron en dos, su lengua había sido cortada, no había gritos ni nadie le ayudó en su agonía, Winston observó cuando el lagarto la jaló entre sus fauces y no le ayudó a escapar, Curtis sonreía cuando la vió atormentada por  el lagarto y solo cubrió el rostro de la maldita de Bai Qiqing para que sus ojos no vieran el espectáculo.

Dolor ...

El lagarto la violó, la penetró, desgarró su carne y entrañas, sus piernas fueron destrozadas, las lágrimas se mezclaban con su sangre, cuando el lagarto quedó satisfecho, solo hubo oscuridad, ya no había dolor, ira, mucha ira, venganza, su conciencia estaba atrapada en un diminuto cristal, no tenía brazos ni piernas, no había dolor,hambre, frío o tristeza, solo rabia, su alma estaba atrapada y buscaba una salida, era tanta su desesperación que el cristal transparente se volvió negro, como la obsidiana, solo deseaba matar a Bai Qiqing, deseaba  obsequiarle la misma agonía que ella le otorgó y sobre todo, que Winston y Curtis disfrutaran el espectáculo, que vieran como su amada hembra fuera destrozada por una bestia sin alma frente a sus ojos.

Mientras más pensaba en la agonía de Winston y Curtis, más excitada se sentía, su intimidad comenzaba a humedecerse.

"Curtis...te gustará lo que verás..." - susurró Rosa .

Al recordar los ojos escarlata de la  majestuosa serpiente y los cristalinos ojos del Rey Tigre, Rosa no soportó más y se montó en uno de sus esclavos .

El hombre bestia oso que ella había elegido era corpulento y su miembro era enorme, grueso y áspero, él había caído en una trampa mientras escapaba de Ciudad Flama, era su más reciente presa .

El oso no tenía vida en sus ojos, solo se acostó en el suelo y dejó que Rosa se moviera encima de él.

Todo macho que Rosa poseyera perdería la vida tarde o temprano, mientras más fuerte sea la bestia, más tiempo duraría como su juguete.

El cristal negro que contenía el alma de Rosa había creado un parásito asqueroso , una especie de raíz espiritual negra y putrefacta, nacida del odio y deseo de venganza hacia Bai Qiqing, esa raíz penetraba la piel, carne y sangre, invadía el cuerpo del huésped y se conectaba con su mente y corazón, una vez que invadía un cuerpo, lo corrompía hasta deshacerlo, únicamente deseos tan crueles como los de la piedra soportarían al parásito, aquel veneno nació del odio, se alimentaba de deseos de venganza y solo terminaba hasta que el huésped fallecía.

Masas de putrefacción y pestilencia era lo único que quedaba de lo que alguna vez fuese un organismo vivo.

Rosa había aprendido el uso de hierbas y medicina cuando fué vendida en Ciudad Flama por el Rey Lobo en su vida pasada, el Rey Simio le mandó cortar la lengua, así que todo el conocimiento adquirido fué sólo para ella.

Su alma sobrepasó el tiempo y el espació, cambió y se convirtió en un parásito, todo lo que  tocara sería destruido.

Lo único que ansiaba con todo su corazón era destruir a Bai Qiqing y a sus compañeros.

Mientras más planeaba su  venganza, más se excitaba, disfrutaba del enorme falo del oso bajo sus piernas, cuando quedó satisfecha, se tiró en un nido de paja y se quedó dormida. Quizás esa noche también soñaria con matar a Bai con sus propias manos .

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En Ciudad Flama, el Rey Escorpión terminaba su trabajo, había creado 5 hermosos vestidos con capa y un par de botas para Lian'er. La piel utilizada era de extraño castor que solo habitaba en los ríos que servían de frontera con los colosales, solo hombres bestias de gran poder podían sobrevivir en ese lugar.

La piel era tersa y también impermeable, estaba satisfecho con los resultados, así que de inmediato partió hacía el Castillo de Ming ue para entregar los obsequios, no sin antes prohibir la entrada de cualquier hembra en su ausencia.

"No tardaré, no permitas que ninguna hembra entre, no sin antes que yo la vea, no desobedezcan mi órden  o todos morirán...".

Los escorpiones asintieron, su Rey era el único capaz de sobrevivir en ese clima, por su bienestar, sería mejor obedecer.

El Rey Escorpión partió a gran velocidad, su forma de bestia era aterradora pero majestuosa, le permitía alcanzar velocidades increíbles y deslizarse entre la arena.

Por alguna extraña razón, estar junto a la pequeña cría de Ming ue lo hacía "sentir " vivo, eso era lo que el siempre había deseado, sentir...la respuesta a su maldición estaba con Ming ue.

En cuestión de tres días, el poderoso escorpión llegó al Castillo de los Tres Reyes, observó con extrañeza los cadáveres de los colosales, el olor que se percibian de ellos era igual al de la hembra que enterró en el oasis, alarmado, corrió hacia el castillo, si algo le sucediera a Lian'er destruiría la tierra para hacer pagar a esa perra por su osadía.

Cuando llegó, tocó con desesperación en la puerta .

Quién abrió fué Mu Deas, solo con ver a ese bestia águila su corazón dejo de latir aceleradamente.

"¿Que haces aquí?" - preguntó Mu Deas.

"Y-yo...yo vine a dejar un obsequio a Lian'er...".

Mu Deas lo miró de reojo.

"Xiâo shé no está, todas las decisiones sobre Lian'er le corresponden a él y solo a él¿Entiendes?" - dijo tajante Mu Deas.

"Si, lo sé..." - respondió el escorpión, estaba determinado a descubrir la razón de su maldición.

Al entrar, el aroma único de los recién nacidos asaltó su olfato, el calor del castillo era reconfortante y vió a Paran, obviamente el poder de un macho como Paran no podía pasar desapercibido para él.

"¿Quién es él?" - preguntó intrigado.

"Es mi hermano, el hijo de Parker".

"Ya veo, son iguales, excepto sus ojos, son iguales a los de su madre...".

Paran observaba a detalle la imágen de aquel escorpión, dentro de él tenía miedo que una bestia cómo esa fuera aceptado como compañero para Ming ue.