9:00 hrs.
Miraba hacia afuera. Este perro bastardo sacado del inframundo llevó un justificante para que me pudieran dar permiso. Al leerlo, la directora, así como el subdirector, mi prefecta y tutor de aula, estuvieron de acuerdo.
No puede ser.
Ahora, voy de camino a una junta con un sujeto que no tengo ni la menor idea de quién es, pero vengo acompañada de este sujeto.
— Pensé que ibas a venir más formal — dijo. Se va a arrepentir.
No sé qué tiene de malo mi blusa de manga color negro, pantalón holgado negro sujetado a un cinturón, muñequeras rojas y botas negras. Me inspiré en el outfit de Moonbyul de MAMAMOO en el MV "Hip".
— Vengo formal — dije —, que no sea de tu agrado, no es mi culpa.
Crucé los brazos y miré hacia afuera. ¿Lo incómodo de esto? Que Hari, es decir, Chrono, se encuentra aquí. Conduciendo. Escuchando nuestra conversación luego de que hace dos noches me miró sobre el regazo de Chisaki besando y dejando que me tocara.
— Kaina-san me dijo que has hecho un buen trabajo en almacén con ella — intervino Hari y sonreí al oír una voz diferente —. Bien hecho, Saori-san.
— Gracias — dije y puedo sentir las mejillas ardientes.
Y no sólo siento eso.
Los dedos de Kai rozaban mi muslo y eso sólo me hizo temblar y estremecer, porque así fue la manera en la que él inició a tocarme luego de dos veces que terminamos teniendo sexo. Si una primera no le bastó, una segunda sí pero, en forma de venganza por no dejarme descansar, le pedí una tercera y, a decir verdad, fue mejor que las dos anteriores.
— ¿Qué estás haciendo? — pregunté en susurro.
— Cállate y no vayas a gemir tan alto — dijo en mi oído y me estremecí. Suspiré profundamente y llevé nuevamente mi cabeza hacia la ventana para mirar los edificios, personas, locales y demás. A decir verdad, esta cotidiana vista es muy bonita.
— Llegamos — informó Hari y sólo sentí cómo daba pequeñas palmadas en mi intimidad. Lo malo de usar un pantalón así es que se puede sentir bien el tacto, es decir, es como si no estuviera usando pantalón ya que la tela es delgada.
Me retiré el cinturón y salí del auto de manera inmediata no sin antes tomar mi mochila. Escuché un quejido de Kai, un quejido de enojo. Sonreí para mis adentros.
Esperé a Kai, porque Chrono dijo que se iba a ir a estacionar la camioneta.
Mi función en esto es ser la asistente de este caliente. A decir verdad, yo también tengo culpa porque sólo me la paso provocándolo y no, no de esa manera, sino que lo hago enojar y esa es la manera en la que él se desquita conmigo porque sabe que no me quedaré callada cuando algo no me parece correcto.Seguí al castaño, sin decir palabra alguna. El edificio tenía una fachada cubierta de vidrios y, lo curioso de ello, es que se encuentren en perfecto estado; limpios y relucientes.
El vestíbulo era lo más hermoso que había visto; limpieza, orden, buen aroma, a lavanda, paredes de cristal y columnas de color blanco, el piso de baldosas blancas relucientes.
— Sí, justo los está esperando — habló la recepcionista, logrando así, sacarme de mis pensamientos.
Al ver a mi jefe, me hizo un ademán para seguir avanzando en dirección del elevador. Respiré hondo y lo seguí hasta que ambos entramos. Presionó el botón que llevará a este cubo directo a la oficina del dueño.
Cuando las puertas se cerraron... Mi acalorada pesadilla comenzó.
El elevador emitió un traqueteo hasta detenerse. Inmediatamente, al ver que no avanzaba, presioné todos los botones.
— Deja de hacer eso — dijo Chisaki, tomando mis muñecas con una mano —. Lo vas a dañar.
— ¿Se puede más? — pregunté mientras me zafaba de su agarre.
Respiré hondo por segunda vez y decidí tomar asiento en el suelo, con la espalda recargada en la pared. No quiero esperar al personal técnico de pie.
— ¿Qué? — preguntó Kai.
— ¿De qué? — pregunté, dirigiéndole la mirada. Frunció ligeramente el ceño, no le gusta que le responda una pregunta con otra —. Lo siento. Es que tengo calor aquí.
— Entiendo.
10 minutos y el elevador sigue sin funcionar.
— ¿Estás cansada?
— Algo, sí — volví a mirar hacia arriba, se encontraba en su celular. Esa mirada aburrida, hace dos noches, la vi diferente. Vi cómo cambia. Cómo pasa de ser aburrida a ser llena de vida y eso sucede cuando estoy teniendo intimidad con él.
— ¿Saori?
— ¿Eh?
— Te hice una pregunta — me encogí de hombros.
— Lo siento, no escuché — suspiró profundamente y se sentó a mi lado.
— Veo que sí estás demasiado cansada.
— Bueno... La semana pasada fue semana de exámenes, proyectos... Todo un caos. Sumándole a eso que tuve que estar de un lugar a otro porque Tenko tiene cita con el médico.
— Quieres mucho a tus amigos.
— Son más como mis hermanos. Nos conocimos desde niños y nos hemos criado juntos — suspiré —. Los adoro a los tres.
Asintió lentamente. Dudando de mis palabras, quizá.
Una pequeña personita invadió mi mente, así que no esperé más tiempo.— ¿Y la mamá de Eri? — pregunté.
— Así como yo, Eri es adoptada — respondió. Eso no lo sabía —. El padre falleció y la mamá tenía problemas de drogas, así que decidí adoptarla.
No quiero indagar más en su vida. Además, al ver la expresión de disgusto que hizo, me dio a entender que no le agradó esa pregunta.
Suspiré. Ya me quiero ir a casa.
Para ser sincera, anoche no dormí nada con sólo saber que iba a venir con este sujeto a este lugar. Atraje mis piernas a mi pecho para que me sirvieran de almohada y eso hice, recosté mi cabeza en mis rodillas y usé mis brazos como almohada para luego cerrar los ojos.
Prefiero mil veces que me vea que estoy huyendo y evitando estar cerca de su presencia otra vez, que verme como una buscona... Aunque no voy a negar que quiero volver a tener intimidad con él... Pero no aquí.
Cuando menos acordé, me había quedado dormida, sí, pero en su hombro. No se movía, no me miraba porque tenía la mirada clavada en su celular en una conversación con una persona...
Pero leí el nombre de la persona...
Y sentí cómo me daban una puñalada en el pecho...
Chitose Kizuki.
ESTÁS LEYENDO
Speechless |Kai Chisaki|
Fanfiction«Si me amas, entonces di que me amas, que eres mía». [Saga: Little Monster]