Amor Real -Julian Alvarez

-chapter 26

Hot summer with the bitch's

ERA LUNES Y LOS ALVAREZ YA ESTABAN EN EL AEROPUERTO. El vuelo era privado así que no había escalas o filas de espera.
Era un vuelo algo largo así que mientras los hermanos y padre jugaban al truco, la mujer de Rafael, Mariana y Aylen se dedicaban a organizar sus días sin hombres.

—Antonela me dijo que hay un spa que es durante todo el día, masajes, uñas, peluqueria, todo lo que queramos— Aylen mencionó la recomendación de su cuñada.

—Yo necesito playa y un barco muy grande para ver marineros— Sugirió divertida Mariana.

—Te estoy escuchando Mari— Hablo de la otra punta su marido.

—Igual si quiero un barco grande— Susurro a sus nueras.

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La llegada a Miami fue muy rápida, en el aeropuerto los esperaba una combi a la familia Alvarez y a los Fernandez. Era un viaje familiar y tanto los futbolistas como sus mujeres llevaban a sus familias, así que eran al rededor de 50 personas.
Muchísimos argentinos juntos, eso era algo grande y preocupante a la vez. Solo Aylen y Julian se quedarían en la casa de los Messi, el resto de familias irían a hoteles o incluso se quedaban en algún departamento del edificio donde vivía Lionel.

—Hola negrita, cuanto tiempo mi vida— Saludo Jorge, el padre de los Messi. —Pasen pasen que Leito esta haciendo el asado— Se corrió para que los Alvarez y Fernandez pasen al hogar.

—Hola pa, ¿y mamá?— Pregunto la morocha abrazada a su padre.

—La viejita esta cuidando al diablito que anda enfermo, seguro están en su habitación— Se refirió a Mateo y le indicó donde estaban.

—Te acompaño a saludar a los chicos— Julian se acerco a ella para ir con sus sobrinos. Desde que se separaron no había vuelto hablar personalmente con los chicos.

—Hola mami, hola demonios— Saludo al entrar a la habitación de Mateo y encontrarse con los tres hermanos y su madre.

—¡Tia!— Gritaron los tres alargando la a del final. —¿Que hace él acá?— Mateo lo miro mal al jugador.

—Mateo no le hables mal— Reto la mujer. —Hola hermosos, ¿viajaron bien?— Saludo a la pareja y los hizo pasar.

—Perfecto, estuvimos viendo cosas para hacer los días sin los hombres, así que si tenes alguna idea todo es bienvenido— Se sentó en la cama del niño.

—No me contestaste porque él esta acá— Reclamo a su tía Mateo.

—Ya vengo, le voy a traer el remedio al diablito— Sin escuchar que había dicho su nieto, dejo a la pareja y chicos solos.

—¿Sos mi tio otra vez?— Ciro lo observaba desde la cama.

—Mate se que estas enojado pero te prometo que nunca más le voy hacer mal a ninguno y menos a Aylu, la voy a cuidar siempre— Le prometió al nene y este lo vió mejor. —No los voy a obligar a que me digan tio, ustedes me pueden decir como quieran pero yo los voy a tratar como mi sobrinos— Le sonrío a Ciro que parecía que le habían dado la mejor noticia.

—¡Tio Juli!— Corrió el menor a los brazos de Julian quien lo atrapo en el aire.

—Esta bien sos mi tio— Acepto Mateo y como si fuera un adulto se puso firme y le extendió la mano.