Amor Real -Julian Alvarez

-chapter 24

ENERO HABÍA EMPEZADO y con el los nuevos partidos del City. Así que como buena botinera Aylen estaba en el palco disfrutando el juego.
Hace pocos días que la convivencia con Julian había empezado. Se pasaron todo el ultimo fin de semana ordenando la cosas nuevas y viejas, colgando ropa y cambiando cosas de lugar. Julian no tenía un orden en su casa, si encontraba un lugar libre y tenía que guardar algo para él estaba bien.

—Que mal mirando el celular y no a tu novio— Agustín, el hermano de Julian, entraba al palco.

—No molestes a la nena— Marian, la madre, le pego en el brazo. —Hola Aylu hermosa, ¿todo bien?— La señora se sentó al lado de la morocha. Eran muy unidas, ella la amaba como si fuera la hija que nunca tuvo.

—Todo bien Mari, tratando de no matar a nadie— Apoyo su cabeza en el hombro de su suegra. —Me perdieron una valija con muchas cosas y nadie sabe donde esta— Estaba cansada por toda la mudanza.

—Tranquila chiquita, seguramente la encuentren, no te preocupes— Acarició el pelo negro y largo de Aylen.

—A mi mamá nunca me trato así— Se quejo Rafael, el mayor de los Alvarez

—A mi me acaba de pegar tremendo cache, claramente no me trata así— Agustin miro mal a las dos mujeres.

El primer tiempo del partido llego a su fin, el Manchester City perdía 2 a 0 y se jugaban su puesto en la tabla.
El segundo tiempo empezó y un buen pase le llego a Jack Grealish para convertir el primer gol del blue.

—¡Araña Araña!— Se escucho en todo el estadio, a los 15 minutos del segundo tiempo entraba Julian a la cancha.

—Que lindo mi nenito— Aplaudía Mariana la entrada de su hijo.

Pocos minutos pasaron cuando Julian se corrió media cancha para convertir el segundo gol del equipo. El estadio exploto al igual que la familia Alvarez, cada cosa que hacía el jugador era digna de festejar en esa familia.
Julian se acerco a una cámara e hizo su festejo para después dedicárselo a Aylen con el gesto de la cámara. Hace más de un año que no le dedicaba un gol y esa sensación de amor y emoción resurgió en la morocha.

—Ay lo amo— Susurro para ella misma, miraba embobada la pantalla donde repetían el gol y la dedicatoria.

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El partido terminó con la victoria del City y eso fue mérito suficiente para que los Alvarez quieran festejar con una rica comida casera. Marina sabía que a su hijo le gustaba más comer en casa que salir, como la comida argentina no hay dos.

—Juli, ¿viste mi cargador?— Aylen estaba revolviendo toda la habitación y no encontraba sus cosas.

—Lo dejaste enchufado en la mesita de luz gorda— Le contesto desde el baño, se estaba bañando.

—No esta ahí, no lo encuentro y ya revolví toda la casa— Se sentó frustrada en la cama.

—¿Lo encontraste amor?— Pregunto Julian unos minutos después cuando salió, pero se encontró a su novia llorando. — ¿Que paso amor?— Se acercó rápido a ella.

—No encuentro nada en esta casa, no sé ni donde deje mis cosas— El estrés la sobrepasaba, no era muy tolerante a los cambios.

—Escúchame amor, las cosas están pero las tenemos que ordenar como queramos, yo sé que estas estresada por la mudanza, pero esto es una boludez que la ves enorme porque estas cansada— La atrapó entre sus brazos para que se calme. —Dame cinco minutos que me vista y buscamos juntos ¿si?— Le dejo un beso en la frente y se paro para vestirse.