Amor Real -Julian Alvarez

-chapter 29

UNA SEMANA DESPUÉS de que la hija de Paulo y Oriana naciera, Aylen se volvió al gris Manchester.
En el aeropuerto la esperaba Julian con una sonrisa de oreja a oreja, a pesar de que se habían visto hace unos días, él realmente la extrañaba. Sentía vacía la casa y su cama, necesitaba abrazarla y que se quede por siempre a su lado.

Esos últimos meses habían sido un sufrimiento para la pareja. Julian entendía que ademas de ir a cuidar a una de sus mejores amigas también tenía trabajo, pero ese tiempo lejos el uno del otro le fue duro, se había acostumbrado a la rutina de ser dos y al calor de la morocha. En cambio Aylen no parecía afectada, o eso quería mostrar, porque muchas veces Oriana tuvo que cuidar de la menor, noches en vela de ambas llorando, una por las hormonas del embarazo y otra por la falta y el apego que le tenia a su prometido.

—Estas acá— Los brazos de Julian rodearon la cintura de Aylen y su cabeza se escondió en la curvatura del cuello.

—Si mi amor, estamos juntos— Los ojos se le aguaron y su voz se rompió en media oración.

—Vamos a casa, te tengo una sorpresa— Dijo Julian al separarse del abrazo.

El camino fue en silencio, no uno incómodo, sino uno que necesitaban, estar con el otro sin necesidad de hacer algo porque en pocos días uno se iría.

—Juli...— La voz de Aylen interrumpió la música de la radio.

—¿Que pasa amor?— Julian la veía preocupada, la notaba diferente físicamente, pero no entendía que era, porque estaba igual de hermosa que siempre, creía que el bronceado y la lejanía provocaban ese sentimiento.

—Cuando nació Zara me hice unos análisis de sangre, no me sentía muy bien— Julian la escucha atenta, se estaba preocupando. —No los vi, yo pedi que incluyeran un test de embarazo...— Su voz fue suave y aterrada.

—¿Vos crees que estas...—No termino la oración, era una gran sorpresa para que se lo diga mientras manejaba.

—No lo se, no quise saberlo sin estar con vos, no podía sola— Unas pequeñas lágrimas desbordan sus ojos. —Tengo miedo Juli, no se que me pasa— Sus palabras dolían.

—No amor, no llores, ya llegamos a casa— Su mano libre la apoyo en la mejilla mojada de su prometida.

Julian estacionó en la puerta de su casa a los 5 minutos, ambos bajaron las cosas y una vez en la puerta Julian se quedo quieto frente a ella.

—Yo te tenia una sorpresa amor— El jugador abrió la puerta despacio y de apoco de adentraron a la casa.

—¿Es...—Las lágrimas de Aylen que no habían terminado de cesar brotaron nuevamente.

Un lindo cachorro se asomó de su escondite, debajo de la mesa, para recibir a sus padres. Al ver al ya conocido Julian, el cachorro ladro de alegría y corrió torpemente hacia la pareja.

—Se llama corazón, se lo pusieron los nenes y Olivia— Julian veía a su novia abrazar y besar a la pequeña bola rubia de pelos mas feliz y tranquila. —Enzo y Valu nos la regalaron pero quise que fuera una sorpresa hasta que llegaras— Su sonrisa se agrando al ver lo bien que se llevaban.

En cuanto la pareja y su nueva perrita estuvieron en el cuarto, ya mas calmados y con sus cosas ordenadas, decidieron que era hora de hablar de lo dicho en el auto.

—Este es el sobre, lo tengo hace tres días— Aylen le entregó un sobre blanco a Julian. —Abrilo vos, yo no puedo— Sus manos estaban sudadas y su vista se intercambiaba del sobre a la cara de su pareja.