이교도 ★ INFIELES ★

25. Rumbos distintos

El sonido constante de una máquina fue lo que despertó a Jimin, su cuerpo dolía y no sabía que había pasado, cuando trato de moverse un fuerte ardor en su espalda lo hizo dar un gemido de dolor, mismo que alertó a Jungkook que estaba trabajando en el sofá que había dentro la habitación.

—Mi amor por fin despiertas.

—¿Kook qué pasó?

—Te metiste en la pelea con Min y saliste herido mi amor, has estado inconsciente dos días.

Poco a poco los recuerdos llegaron a su mente, y su lobo se inquietó al instante.

—¿Tú estás bien?

—Si cariño yo estoy bien, aunque pase momentos de angustia al pensar que algo malo podía pasarte, te tuvieron que operar para cerrar las heridas, pero gracias a que tienes buena salud y que tu lobo está fuerte sanaron rápido, ahora solo queda esperar a que cicatricen.

Jimin tenía miedo de preguntar, pero sabía que Jungkook no se iba a quedar tan tranquilo después de lo que pasó.

—Y… ¿Y Yoongi cómo está?

La mirada del alfa se oscureció a la mención de Min Yoongi, aún no le  había cobrado el herir a Jimin.

—Vivo si es lo que quieres saber, pero no por mucho.

—Jungkook no, por favor ya basta.

—Te hizo daño y eso no se lo voy a perdonar.

Con calma Jimin se levantó un poco de la cama para quedar sentado y con su mirada llena de ternura y calma le indico que se sentara a su costado.

—Él no lo hizo consciente, su lobo había tomado el control de él, yo me atravesé tratando de evitar que te matará, fue un accidente y si tú le haces algo ahora, solo será cuento de nunca acabar y yo no quiero eso, quiero dejar todo eso atrás. Dudo que Yoongi me vaya a buscar después de esto, no le des más motivos para seguir apareciendo en nuestras vidas.

—Eres demasiado bueno cariño, y ese imbécil nunca te mereció, pero si eso es lo que tú quieres así lo haré, pero si se vuelve a acercar a ti no voy a dudar en arrancarle la cabeza.

El Omega ya no pudo contestar pues la puerta fue abierta dando paso a su primo, que al verlo despierto sonrió y se acercó a él, Jungkook se hizo a un lado para que el Beta pudiera abrazarlo.

—Me diste un susto de muerte peque, no te han dicho que no te debes de meter entre dos idiotas peleando —lo último lo dijo mirando a Jungkook con enojo.

—Gracias por preocuparte por mi, pero ya estoy bien.

—Me alegro y ahora me voy a poder ir más tranquilo.

—¿Regresas a Busan? — preguntó recordando que aún tenía trabajo cuando ellos habían vuelto a Seúl.

—Si, quiero terminar lo más pronto posible, necesito ir a New York a arreglar unas cosas para mí traslado para acá.

Jimin no dijo nada pero notó algo diferente en su primo, el beta se veía inquieto y su aroma amargo le estaba haciendo picar la nariz.

—¿Cuando lo dan de alta? —le preguntó a Jungkook.

—Aún no lo revisan los doctores, yo espero que sea pronto, nuestra casa lo espera.

El Omega sonrió, en la casa de sus padres antes de que Yoongi llegará habían hablado del lugar donde vivirían, pues aunque Jimin quería seguir viviendo en su departamento, su alfa había dicho tajantemente que no viviría con él en el lugar que había sido pensado para él y Min, además de que no podía dejar a su primo sin casa.