10. Sentimientos confusos

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La luz del sol dando directo en su cara, sumado al terrible dolor de cabeza que lo embargaba fue lo que despertó a Jimin, abrió sus ojos lentamente, aún se sentía algo mareado, nunca bebía más de una copa de vino y estaba consciente de que había bebido mucho más que eso.

No recordaba nada, lo último de lo que tenía conciencia era de que Jungkook le decía que tenía que decirle algo importante y después de eso no recordaba nada más, no sabía ni cómo había llegado hasta su habitación.

Se levantó torpemente, entró al baño y vio su reflejo en el espejo del lavamanos, su rostro lucía terrible, un reflejo de cómo se sentía por dentro. Después de darse un baño y ponerse la ropa más cómoda que pudo encontrar en el closet, era un pantalón de chandal gris y una playera negra sin mangas ajustada a su cuerpo, no era el tipo de ropa que usará normalmente pero Jin había insistido en qué lo llevará.

Abrió la puerta y se asomó al pasillo, no se escuchaba ningún tipo de ruido, y no podía percibir el aroma del alfa. En cuanto llegó a la cocina vio las dos botellas de vino tinto, las copas en el lavabo, pero ni rastros de Jungkook.

—Tan mal me porte que preferiste dejarme solo —pensó en voz alta.

—Nunca podría hacerlo —la fuerte voz de Jungkook lo tomó por sorpresa, se giró y lo vio atravesando la puerta trasera de la casa.

El lobo de Jimin se alegró al sentir el fuerte aroma del alfa, y un breve destello de ellos dos mirándose fijamente cruzó por su mente.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó Jungkook.

—Mejor de lo que debería, tomé demasiado anoche, nunca tomo tanto y ahora no recuerdo nada de lo que pasó.

Las palabras de Jimin no sorprendieron a Jungkook, que sabía que sería el único que recordara lo que había pasado la noche anterior.

—Tranquilo, tenías que sacar todo lo que tenías por dentro y esa fue la forma que elegiste y está bien, yo preferí que lo hicieras aqui conmigo a solo en algún otro lugar y te pusieras en peligro, cualquier alfa podría aprovecharse de ver a un Omega tomado y deprimido.

—Tienes razón y como siempre te debo de estar agradecido por cuidarme y estar ahí para mí.

Jimin realmente se sentía agradecido con el alfa, se había hecho tan dependiente de él, que no sabía cómo afrontaría las cosas cuando él no estuviera, cuando conociera a alguien que lo hiciera feliz pensó, y ese pensamiento lo hizo sentirse mal, pero ¿por qué? Jungkook y él solo eran amigos.

—Ya te dije que siempre vas a poder contar conmigo, además de que ni aunque me lo pidieras me alejaría de ti, ya no puedo hacerlo.

Jungkook guardo silencio mientras sacaba las cosas de las bolsas, sabía que había hablado de más, pero ya no podía cambiar lo dicho y mucho menos seguirse negando lo obvio, Jimin le gustaba y mucho, pero sabía que aún no era el momento adecuado para decírselo.

—Salí a comprar algo para comer —dijo Jungkook cambiando de tema,y es que sumado a sus sentimientos también se sentía culpable, él no se merecía que el Omega le agradeciera algo, no mientras no le dijera la verdad sobre Taehyung y Yoongi y como él ya lo sabía, y sobre todo, que él había puesto ese vídeo en el paquete con su traje de novio.

La noche anterior lo había intentado pero con Jimin tomado no había podido, y luego estaba el beso, ese beso que él había disfrutado tanto que por un momento se olvidó de todo y había estado a punto de dejarse llevar por su lobo.

Si no hubiera sido porque Jimin se había desvanecido en sus brazos dormido por todo el alcohol que había tomado, lo habría llevado a la habitación y habría hecho más que solo acostarlo a dormir.

이교도 ★ INFIELES ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora