Capitulo 1 :El Despertar en lo desconocido

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La nave retumba por los golpes de la turbulencia espacial, sacudiéndome como si me encontrara en una montaña rusa, si no fuera por el cinturón en este momento habría salido despedido de mi asiento.

Las luces rojas y parpadeantes en la cabina llenaban mi visión inundándome con una sensación de urgencia y temor. Los mensajes aparecían uno tras otro frente a mi tratando de atraer mi atención, pero era en vano ya que no podía comprender su significado en el caos que era mi mente.

El estruendo de las alarmas era ensordecedor, cada sonido resonaba en mi cabeza y me dificultaba el incluso pensar con claridad. Aquel caos hizo que mi respiración se acelerara igual que mi ritmo cardiaco, sin importar cuanto lo intentara no era capaz de recuperar la calma.

En ese momento, recuerdos fragmentados entraron en mi mente. Olores mezclados y difusos, imágenes borrosas y sonidos distantes que apenas era capaz de captar. Trate de alcanzarlos desesperadamente para tratar de armar el rompecabezas de mi pasado, pero se escapaban como el agua entre mis dedos.

Había una pregunta que se mantenía en mi mente: ¿cómo había llegado a esta situación? ¿Qué me ocurrió antes de despertar en este caso? Pero las respuestas parecían tan lejanas como las estrellas en el cielo.

En medio de ese caos de movimiento, luces y sonidos, supe que debía encontrar alguna forma de escapar de esa pesadilla. A pesar de mi memoria fracturada y lo confuso de mis pensamientos, mis instintos me decían que debía avanzar y descubrir cuál era mi destino.

No estoy seguro de porque lo hice o cómo fue que supe hacerlo, pero mis manos se movieron con naturalidad por el tablero de control.

Con la presión de un botón todas las alarmas se detuvieron, la imagen de un hombre apareció en mi mente por un fugaz momento manipulando un tablero idéntico al que tengo frente a mí.

Con apretar otro botón del tablero lo que parecían los controles de un avión se desplego frente a mí, trate de recuperar el control de la nave, pero la turbulencia era tal que sin importar que intentara me seguía sacudiendo como si estuviera atrapado en un huracán.

Use toda mi fuerza para mantener lo más firme posible la nave, temía que en cualquier momento los controles se partieran por la fuerza que estaba usando, la nave seguía sacudiéndose, pero no tanto como antes.

Con decisión aumente la potencia de los motores a todo lo que daba y la nave con fuerte traqueteo comenzó a desplazarse a la máxima velocidad que podía, la turbulencia seguía igual si no que peor que antes y lo único que tenía ante mis ojos era un mundo infinito de luces de colores brillantes.

A pesar de que las luces de colores casi me dejaban ciego, sin poder ver lo que estaba haciendo con los controles de la nave mi cuerpo se movían con completa naturalidad, como si hubiera hecho cientos si no miles de veces.

Lo que me sigue molestando es que no recuerdo cuando fue que aprendí a utilizar estos controles.

Las vibraciones de la nave, producidas por los motores que estaban funcionando a toda potencia y la fuerte turbulencia externa hacían que mi cuerpo temblara como gelatina, el calor dentro de la cabina iba en aumento y el esfuerzo de mantener estable la nave hacían que mi cuerpo estuviera cubierto de sudor.

Un pensamiento aterrador paso por mi mente en ese momento, en cualquier segundo los motores podrían quemarse por el sobresfuerzo y si tengo mala suerte podrían explotar, a pesar de eso no considere en ningún momento bajar la velocidad, algo me decía que si lo hiciera podría despedirme de cualquier esperanza de escapar de este lugar caótico.

Todo era un caos, estaba en una situación que en cualquier momento podría terminar mal y extrañamente mi mente estaba tranquila. No sé el porqué de esto, después de todo ni siquiera recuerdo como termine en esta situación y lo normal sería que uno ni siquiera fuera capaz de reaccionar en momentos como este.

La vibración de la nave iba en aumento igual que la turbulencia, a pesar de que la vibración era tan fuerte que poda sentirla incluso en mi interior y mis manos sentían entumecidas por mantener estable la nave no podía rendirme.

Una alerta de que los motores estaban en un estado crítico apareció frente a mí, pero lamentablemente no podía darles un descanso.

A pesar de que estaba manteniendo la calma, una parte de mi estaba rogando por que apareciera una salida de este lugar, en mis planes no estaba el morir en una situación como esta.

Y como si los cielos o los dioses se apiadaran de mí pude ver una luz de esperanza, o en este caso una grieta en la distancia en la cual podía vislumbrar oscuridad.

La oscuridad es aterradora para todos, no por temerle a ella si no por lo que representa. La oscuridad es lo desconocido, en la oscuridad uno nunca sabe lo que allí se oculta, pero en mi situación prefiero arriesgarme con ella que permanecer en este lugar sin importar cuan brillante sea.

En este momento era una carrera contra el tiempo que pone a prueba tanto mi calma como mi habilidad para controlar esta nave, tenía que pasar a través de la grieta. Existe la posibilidad de que la grieta se cierre o de que los motores se apaguen o exploten, o que mi control falle y no logre pasar.

La tensión en el ambiente era tal que casi podía sentirla a través de mi piel, mis músculos se tensaban por el estrés al que estaba expuesto, mi corazón latía a mil por hora y el ambiente era tan caliente que me sentía en un horno.

A pesar de todo esto mis manos y mis ojos se mantenían firmes y enfocados, estaba completamente concentrado en un único objetivo, pasar a través de la grieta para escapar de esta terrible situación.

La determinación fluía por mis venas mientras ajustaba los controles de la nave, redirigiendo toda la potencia disponible hacia los motores. La nave respondía con un rugido ensordecedor mientras aceleraba hacia la grieta oscura que se abría frente a mí.

La luz parpadeante de la cabina se desvanecía a medida que nos adentrábamos en la negrura, envuelto en un manto de incertidumbre. La turbulencia aumentaba con cada segundo que pasaba, como si el universo mismo intentara impedir mi escape.

Atravesé la barrera invisible entre dimensiones, sintiendo cómo mi cuerpo era estirado y retorcido por la intensidad del viaje. Era como si las leyes de la física se rompieran a mi alrededor, desafiando todo lo que creía saber sobre el mundo.

El tiempo parecía detenerse mientras cruzaba el umbral, y por un breve instante, todo se volvió silencio. No había vibraciones, ni luces, ni sonidos.

Perdí el conocimiento por un instante, y cuando finalmente abrí los ojos, un vasto mar de estrellas se extendía ante mí. Aunque la turbulencia y el peligro externo habían pasado, todavía me encontraba en una situación difícil.

Los motores estaban sobrecargados, y si no podía descender en ese planeta que se encontraba frente a mí, estaría completamente perdido, condenado a vagar en el frío vacío del espacio y a caer en las garras de la muerte.

Por un momento, pensé que había escapado de aquel lugar turbulento solo para encontrarme con un destino aún más sombrío, como si fuera una cruel broma de los dioses. Sin embargo, decidí cerrar los ojos y calmar mi mente para analizar mis opciones.

Desesperadamente, buscaba una solución, pero ninguna idea prometedora surgía en mi mente. Parecía que solo me quedaba esperar a que ocurriera un milagro. Y entonces, cuando volví a abrir los ojos, me di cuenta de que había un imponente cuerpo celeste frente a mí: un planeta con un vasto océano que se extendía hasta donde alcanzaba la vista.

No sabía si aún estaba atrapado en la grieta que había cruzado momentos atrás, pero lo cierto era que antes no había nada más que oscuridad. Mi corazón empezó a latir con fuerza y mis manos se movieron sin dudarlo, dirigiendo la nave hacia ese planeta. Sabía que, al llegar allí, mi aventura no habría terminado, sino que acababa de comenzar, y una sensación de emoción y anticipación se apoderó de mí.

El Destino Alterado: Una Nueva HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora