Un consejo de amor | Carlos Sainz + Max Verstappen

𝟭𝟰: 𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃

❝Come on, come on, don't leave me like this
I thought I had you figured out
Something's gone terribly wrong
You're all I wanted.❞

26 de Abril, 2023.
Baku, Azerbaiyán.

Cuando despertó, Romina ya no estaba a su  lado. La mexicana se había ido a desayunar con el tercer piloto de Red Bull. Sainz no pudo evitar que una sonrisa se formara en su rostro al pensar en la noche anterior, en lo común que sería poder besarla y pasar tiempo con ella. Era todo lo que había querido durante mucho tiempo.

Carlos quería aprovechar lo que quedaba de la mañana, más tarde tendría que reunirse con Charles y el equipo. Se dio una rápida ducha y cuando se alistaba para salir de la habitación recibió un mensaje de Checo: "Hey, ¿podemos hablar? Te invito por un café", tenía una buena relación con el tapatío, más era inusual que se reunieran a platicar. Aquel mensaje ocasionó que su estómago se revolviera en un manojo de nervios.

Si Sergio le había escrito, debía ser algo importante. Sainz respondió casi al minuto aceptando y diciendo que iría enseguida, mientras su mente daba mil vueltas intentando buscar una razón y lo peor era que estaba casi seguro de que esa conversación involucraría a Romina.

Vio al mexicano en cuanto cruzó la puerta de la cafetería, estaba en una mesa del rincón con un café listo para él también. Al verlo, Sergio se levantó y estrechó su mano, dándole un rápido abrazo después. Al menos no está molesto, pensó el piloto de Ferrari.

  ───Gracias por venir y me disculpo si te preocupé. ───empezó el mayor de ambos, después de que tomaran su lugar en la mesa. Calló por unos segundos, dudando en si seguir con  lo que tenía pensado o no, sólo quería cuidar por el bienestar de su hermana. ───Carlos, estoy preocupado por Romina... no sé si te lo haya dicho ya, pero su publicista le aconsejó buscarse una relación falsa, cree que lo de ustedes le terminará costando la carrera.

El madrileño sintió como si le estrujaran el corazón, no entendía por qué Mina le ocultaría eso. Aún eran mejores amigos y si tuviera que elegir entre estar con ella o verla cumplir sus sueños, elegiría la segunda opción sin dudarlo.

───No, no me dijo... ───una mueca se formó en los labios del de Ferrari, soltó un suspiro. ───La quiero, Sergio. Jamás dejaré que renuncie a lo que le gusta por mi.

───Me tranquiliza escuchar eso y por eso quiero pedirte tu ayuda. ───buscó la mirada del menor, sabía que Romina se molestaría con el por entrometerse, sin embargo, habían cosas más importantes. ───Conozco a mi hermana, se que luchará por ti, sé que no comprometerá sus ideales ni el cariño que te tiene, ni siquiera cuando se de cuenta de que la está consumiendo. Por eso quiero... no, necesito que me prometas que tú serás el que tenga los pies en la tierra, que tú te alejarás si empiezas a ver que todo esto la está afectando.

───Checo... no lo sé, sabes como es Romina, creo que es mejor dejarla tomar su propio camino. ───la mexicana tenía una gran voluntad, no dejaba que nadie se interpusiera entre lo que quería y eso era algo que Carlos admiró desde el momento en el que la conoció. Si era honesto consigo mismo, una pequeña parte de él era incapaz de renunciar a Romina y prefería evitar el tema en ese momento.

───Carlos, por favor. Dejarla renunciar a sus sueños por ti sería egoísta, han sido amigos por años, ¿realmente crees que vale la pena que sufra? ───su tono de voz permaneció neutro, pero el mexicano comenzaba a alterarse, odiaba ver todo desde fuera. Sabía como terminaría esa historia y no le gustaba el final.