2. Compatibles.

248 51 12
                                    

-Oye tú.

-¡Lo siento!- Se disculpó Minho y huyó de

ese hombre, tan rápido como pudo.

/

-Llegas temprano- Comentó la supervisora Marie que apenas llegaba.

-La verdad es que un sujeto me seguía y corrí hacia aqui— Explicó Minho mientras recuperaba el aliento.

-¿De verdad?- La mujer fue hacia la puerta y observó la calle. -No hay nadie...aunque no me extrañaría. Tienes una cara bonita e inocente y con ese cuerpo delgado, bien podrías ser la víctima perfecta en este mundo de locos.

-Eso no es verdad, por favor no bromee- Se quejó Minho.

-Como sea. Si lo ves nuevamente, hazmelo saber y yo me encargaré de echarlo lejos.

-La cosa es que... ese sujeto es el hombre que llegó ayer, en esa camioneta negra lujosa- Reveló.

La mujer formó una mirada suspicaz, incluso dejó lo que hacia y se acercó mas al muchacho.

-¿Estas diciendo que un Bang te está acosando?- Apoyó sus manos en el hombro del joven.

-Quisiera creer que no, pero anoche me siguieron en la camioneta negra y esta mañana me topé con ese hombre fuera de la casa donde vivo...

-Buenos días- Minju y Jungwoo ingresaron juntos al lugar, saludando al unísono.

-Ve a cambiarte y encargate de acomodar los cereales. Despues tratatemos ese asuntito- La encargada estaba extrañada, pero dejó la historia inusual de Minho para despues.

Con la tienda abierta y el trabajo del día, Minho olvidó sus preocupaciones y se mantuvo ocupado todo el día.

Durante la tarde, Minho llenó unas grandes bolsas de basura y las arrastró hasta los contenedores que quedaban a un costado del supermercado, en una callejuela angosta y sin salida.

-Hola.

Minho casi siente infartarse, pero si que dió un brinco cuando le sorprendió esa voz.

Tras levantar la mirada, se topó con ese hombre que sin lugar a dudas lo estaba vigilando.

Lejos del terror que imaginó al estar frente al sujeto, se sentía extrañamente tranquilo. Ese hombre tenia una expresion relajada e incluso le sonreía levemente.

—Disculpe, si necesita algo, puede pasar a la tienda. No es necesario que esté aqui, luciendo tan sospechoso- Minho se felicitó por sonar seguro y tras ello dejó la basura en los contenedores y regresó a la puerta trasera de la tienda, sin mirar mas al hombre que estaba todavía inmovil.

-Eres un floricultor ¿verdad?

Minho se congeló en su lugar. Su secreto estaba a la luz.

-No sé de qué habla- Trató de negarlo.

-Vamos, no tengo malas intenciones. Ayer cuando vine, lo noté... tú eres el único que tiene un aroma floral natural, no es perfume cosmético porque lo reconozco y eso no es todo, cuando ayudabas en la caja registradora, ví unos pétalos que creían entre tu cabello.

Minho lo miraba aterrado, se regañaba por su descuido, pero ademas...

-No me digas que...

-Si. Soy un Come Flores- Admitió el hombre alto.

Minho se sentía dividido, entre temor y una poca de esperanza. Una posible pareja, podría devolverle su salud por completo.

Y ahora que observaba mejor al hombre, se veía joven, admitía que era apuesto, con esos ojos verdes expresivos, sus rasgos marcados varoniles y la capa ligera de barba eran un acierto a su estilo que tan bien le sentaba.

Jardín Azul-GardenverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora