20. No Volveré

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Descubrir la habitación en penumbra, ese lugar que mandó construir exclusivamente para mantener feliz al Floricultor, ahora quedaba insulso.

Estando de pie en el marco del invernadero, Christopher observó alrededor. Ahora que lo veía detalladamente, ese lugar era muy pequeño. Nadie podría soportar el encierro, hasta parecía inhumano pedirle a alguien que viva ahí.

—Minho...— Susurró.

—Hijo, llegaron los oficiales de policía.

Christopher salió de sus pensamientos y abandonó la habitacion.

—Buenos días señor Bang. Díganos en qué podemos ayudarle— Saludó el oficial a cargo.

—Quiero denunciar la desaparición de una persona— Inició, notándose aun inquieto y preocupado. —Vivía aquí, con mi familia y hace cinco días no hemos tenido noticias.

—¿Dónde lo vieron por última vez y cómo estaba vestido?

Hubo varios segundos de silencio. Jessica fue la que quiso mantener intacta la reputación de su familia.

—Verá señor oficial, el chico vivía en esta casa, hace yá año y medio... era casi un miembro mas de esta familia, pero una noche se fue sin decir nada. Hurtó la moto de mi hijo y se fue, aunque sabemos que se accidentó por el camino, a parte de eso no tenemos ningun dato— Explicó ella.

El oficial apuntaba en su libreta, aunque estaba escéptico al oir esos detalles.

—Por favor necesito saber los datos personales de joven y alguna fotografía— Pidió el oficial por protocolo.

Jessica y Christopher se dieron una mirada confusa. Ninguno se molestó en saberse los datos mas básicos de Minho. Incluso Landon que los observaba sentado en medio de los escalones, tampoco lo sabía.

—Eh, Minho. Minho... Stella. Es bochornoso, pero no estoy seguro de su apellido— Se disculpó.

El oficial enarcó una ceja, tras ver a Christopher, aquello no era usual.

—Edad y rasgos físicos— Solicitó.

—Tiene veintitres. Uhm, tiene una estatura de 1,72 me parece, es delgado, pálido, ojos marrones grandes, cabello castaño y tiene la costumbre de morderse la esquina de su labio inferior— Despues, Christopher buscó su teléfono movil. —Le mostraré como luce.

Christopher ingresó a la galería de su teléfono, buscó entre los archivos e ingresó a la carpeta que tenía todas sus fotografías.

—¿Qué?

Su entrecejo se arrugó en sorpresa y enfado. Las cientos de fotografías que le tomó a Minho y las que tenían juntos, desaparecieron.

Maldita sea.

«Esta te la cobro, Sana» Maldijo en sus adentros.

—¿Ocurre algo, señor Bang?— Preguntó el oficial.

—Lo lamento, alguna persona estuvo jugando con mi teléfono y borraron sin querer las fotografías— Se disculpó Christopher, aunque la delgada vena sobresaliente de su frente, indicaba su enfado. —¡Señorita Marie!— Llamó a una empleada.

—Señor— La mujer no tardó en hacer aparición.

—Ve a la habitacion de Minho y busca si olvidó su cartera o teléfono.

Jessica masajeó su sien, ella sabía que no hallarían nada. Fue ella quien quemó todo y nisiquiera revisó la identificacion.

—No es necesario— Interrumpió Jessica. —Ya buscamos antes, te aseguro que se llevó todo.

Jardín Azul-GardenverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora