8. Boutonniere.

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Christopher abrió la puerta del que sería la habitacion de Minho.

Al ingresar, Minho se sorprendió por lo espacioso del lugar. El dormitorio era uno elegante al igual que los muebles y sin mucho llamativo. Tenía una habitacion de baño privado y la mas importante, había una puerta de cristal corrediza, que daba a otro ambiente mas grande y bonito. Minho no tardó en cruzar la puerta de cristal y observar una especie de invernadero personalizado, con ventanas amplias y el techo de un cristal templado muy resistente. Alrededor habia un jardin entero decorando el lugar, incluso una fuente pequeña y algunos muebles para el descanso, hechos de madera.

—¿Te gusta el pequeño paraíso que mandé hacer para tí?— Christopher lo rodeó con sus brazos.

—Es... hermoso... aunque me parece excesivo.

—Es lo que te mereces, tan solo es eso.

—Gracias, es mas de lo que imaginé.

—No agradezcas. Siéntete libre de hacer lo que quieras aqui dentro, ya puedes desempacar y tómate tu tiempo para ambientarte... Empezaremos pronto el proceso de Boutonniere, tú decidirás el momento y yo lo aceptaré.

—No tengo objeciones con ello, será cuando tú elijas, lo prefiero asi.

—Bien, entonces te dejo para que desempaques. Tengo algo de trabajo, asi que iré a atenderlos, pero vendré por tí a la hora del almuerzo ¿Te parece bien?

—Esta bien.

Christopher le dejó un suave beso antes de dejarlo solo, fue entonces que Minho pudo dar un suspiro, se sentía tan ajeno a ese lugar y el recibimiento de la señora Jazmín y su hijo menor no fueron agradables, eso lo inquietaba.

Igualmente, no había marcha atras, ademas, una vez recupere su salud quizá podrían mudarse a otro sitio, talvez a la capital, Christopher tenía su empresa allá y él quizá podría retornar a la empresa donde trabajó, para hacerse compositor o maestro de baile.

Desempacó las dos maletas que era todo lo que tenía consigo y las acomodó, aunque tambien se llevó la sorpresa que en el guardarropas habia ropa nueva de su talla, aquel detalle obviamente era obra de Christopher, estaba seguro.

Tras ponerse algo mas cómodo, estuvo dentro de su jardín privado, que tenía una temperatura perfecta, esto debido a los rayos del sol que ingresaban por los cristales. Acomodó algunas macetas a su gusto, movió algunas cosas de aquí para allá, tambien los sillones hechos de madera, las sillas playeras. Y, en medio de todo eso, observó algo sonrojado el colchon de piso que estaba dispuesto ahí, obviamente para su comodidad, pero tambien para otras cosas que posiblemente ocurra con Christopher.

Mientras Minho ordenaba las macetitas mas pequeñas, desde la puerta de cristal Christopher lo observaba, sencillamente el ambiente del jardín combinaba con Minho, él era uno mas de esas bellas flores y eso no podía ignorarse, tampoco el hecho de que Christopher no solo veía a Minho como un ser especial, sino tambien con ojos de deseo; Minho poseía un cuerpo bien moldeado, un rostro bello, ojos encantadores y unos labios tan provocativos. Y Christopher quería ser el poseedor de todo eso.

—Minho, es hora de la comida— Le informó, mientras avanzaba a su lado.

—Eh. No me di cuenta.

—Deja esas macetas y vayamos a comer.

Minho le dió la mano a Christopher que lo guió hacia el comedor.

—Que bueno que ya estan aqui— Hannah luego ordenó a las empleadas. —Que sirvan el almuerzo.

Christopher se acomodó en el asiento principal, al lado derecho se sentó Minho a peticion suya y del otro lado izquierdo Jazmín ocupaba su lugar acostumbrado, luego la seguían Hannah y su esposo, asi que quien se sentó al otro lado de Minho, fue Landon.

Jardín Azul-GardenverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora