୨capítulo cuatro୧

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[tres días después...]
Yuliana

—¿Te llegó algo?—llegué corriendo a la biblioteca y me senté al lado de la Milla, que estaba pegada a su celular, mientras tenía al Nicolás y al Jorge rezándole a todos los santos para que quedáramos en el mismo horario en las tutorías.

—Todavía no.

Bufé y tiré la cabeza hacia atrás.—Te dijeron que te lo iban a mandar a las diez.

—Yuli, son las diez con cinco recién.—se rió el Nicolás, mientras me mostraba su celular para que viera la hora.—Se deben haber atrasao' un poquito.

—"La puntualidad es la clave del éxito"—habló la Milla, imitando lo que siempre digo.—Martínez, 2023.

El Jorge se rió y la miró divertido.—¿Desde cuándo sabí citar en APA, Millita?

—La Yuli me enseñó.—la Milla le sacó la lengua y luego volvió a mirar su celular.—Oye, a todo esto...—miró hacia todos lados, buscando a alguien.—¿El cumpleañero?

El Jorge frunció el ceño y miró con confusión hacia todos lados.—Dijo que iba al baño y volvía.

El Nicolás carraspeó la garganta, haciendo que todos lo miráramos con atención.—No fue al baño.

—¿Entonces?

—La Magdalena vino a ver algo de su tesis y le preguntó si podían hablar.—murmuró.—La Cata me dijo.

Se formó un silencio incómodo, el cual fue interrumpido a los segundos por la alegría de la Milla:

—¡Llegó!—gritó ella, haciendo que todos en la biblioteca la miraran mal.—Perdón.

La miramos con atención mientras leía el correo recién enviado:—"Querida Millaray García, le hacemos envío de este correo con la información de su tutor(a) de "cálculo III" para que pueda ponerse en contacto con él/ella..."—se quedó callada unos segundos y levantó la vista hacia el Jorge.—¿Me estai huebiando?

—¿Qué?—pregunté confundida.

—"Su tutor es Jorge López, estudiante de segundo año de ingeniería civil informática..."—ladeo la cabeza y sonrió con ironía.—¿Me podí explicar esto, Jorge? Si a vo' te va como el hoyo en cálculo.

El Jorge se rió:—Tiene que haber un error.

—¿Un error? Jorge tu nombre sale ahí al ladito del mío.—bufó la Milla, mientras le mostraba su celular.—¿Cómo va a ser un error? Ni siquiera me habiai dicho que erai tutor.

—Es que hace poco me inscribí; cuando la Yuli lo contó en la fila del kiosco.—hizo un puchero.—Yo fui y dije que no cachaba na' de cálculo, pero me iba la raja en programación.

La Milla lo miró mal.—Bueno, ahora vai a tener que aprender cálculo, porque si el profe descube que me va mal aún con tutor...—suspiró.—Aparte, me dicen que no puedo cambiarme, porque este es el único pelotuo' que tiene horas libres.

—Ya, pero al menos tení con el Jorgito.—el Nico sonrió con ternura.—Piensa en positivo, no es alguien ajeno a ti.

—¡Yupi!—la Milla fingió emoción.

—La vamos a pasar bien, Millorona.—dijo el Jorge, mientras se levantaba y colgaba la mochila en los hombros.—Te prometo ser un chico estudioso pa' ayudarte con tus notas.

—Más te vale.—la Milla lo miró con los ojos entrecerrados y luego preguntó:—¿Dónde vai?

—A buscar al León pa' que no se mande algún cagazo.

Tutorías pa' enamorar(nos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora