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YulianaMoví el lápiz de un lado a otro, mientras intentaba resumir aún más la dispositiva que le hice al Cristóbal para la tutoría y así poder construirle un mapa conceptual.
Ya está a punto de terminar la hora de la tutoría, así que le pedí al Cristóbal que me mostrara lo que había alcanzado a hacer en los ejercicios que le entregué sobre el enfoque fonético/vocálico de Lingüística Diacrónica.
—¿Ahora?—me miró extrañado y, posterior a eso, llevó su mirada a su celular, para luego agitarlo frente a mí.—Aún nos queda tiempo,—sonrió con cierta confusión.—¿No podemos quedarnos un ratito más?
Normalmente nos quedamos unos diez minutos más para aprovechar bien la tutoría y hacerle una retroalimentación completa de los ejercicios, pero hoy no puedo.
Negué.—La tía Carlita quiere hablar de algo conmigo.
—¿La encargada de las tutorías?
Asentí.—Sip.
Antes de entrar a la tutoría con el Cristóbal, la tía Carla me alcanzó y me comentó de un problema que tiene con los horarios de los otros tutores, puesto que, según el sistema, ninguno tiene horas disponibles, excepto por mí. Por eso mismo, me preguntó si podía hacerle tutorías de cálculo a un cabro de ingeniería informática. Al principio pensé en decirle que no, porque estoy bien solo con el Cristóbal, pero ahora lo estoy pensando con mucha detención, porque tener otra tutoría significa más pega, sí. Pero también que iban a pagarme más.
Él asintió lento y me pasó sus ejercicios con desconfianza.—Toma.
Sacudí la cabeza para despabilar y empecé a revisarlos.—Están bien.
—¿Si?
Asentí y me llevé un mechón de pelo detrás de la oreja, mientras miraba con atención cada una de sus respuestas.—Súper, de hecho.
—Oye, Yuli.—me llamó y lo miré con atención.
—¿Mmh?
Se pasó las manos por el pantalón con nerviosismo.—¿Creís que algún día podamos...? No sé cómo decir esto la verdad.
Fruncí el ceño.—¿Qué cosa?
Se rió nervioso.—¿Creís que algún día podamos...?
No terminó de hablar, porque mi celular empezó a sonar, distrayéndome por completo. Pensé en cortar, pero caché que la Milla era la que me estaba llamando, y las pocas veces que me ha llamado es porque necesita contarme algo.
—Perdón.—me levanté rápido y contesté el teléfono.
—¡Yulita!—exclamó mi amiga a través del teléfono.—¿Dónde estai? Yo literalmente cayendo en agonía porque te extraño y no alcancé papas fritas.
—Milla, estoy en la tutoría con el Cristóbal.—susurré.
—Espérame, que voy corriendo pa' allá a salvarte de ese sufrimiento.—habló rápido y cortó la llamada.
Me giré a mirar al Cristóbal, que ya estaba guardando sus cositas en la mochila, mientras me miraba con cierto cansancio.
—Mejor te dejo tranquila, Yuli.—sonrió a boca cerrada y con cierta amargura.—Gracias por la tutoría.
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Tutorías pa' enamorar(nos)
Ficção Adolescente༶•┈୨CHILENSIS୧┈•༶ La Yuliana siempre ha sido una alumna ejemplar; sus esfuerzos por tener buenas notas la han llevado a diversos sucesos, incluso a cerrarse a la oportunidad de conocer gente nueva. Todo esto cambia cuando conoce al mino al cual debe...