Tutorías pa' enamorar(nos)

୨capítulo siete ^ instagram post୧

advertencia: el capítulo contiene spoilers de "¿pololiemo$?"

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Yuliana

—¿Qué te pasó?—le pregunto preocupada a la Milla, que me dijo que había tenido que irse rápido al médico y que no íbamos a poder irnos juntas hoy día.

—Hueona, me llegó un lápiz en el hocico y se me salió un pedazo de diente.—hizo como que lloraba.—el Jorge me está acompañando.

—Mira tú...—la molesté.—Andai bien acompañada entonces.

—Andamos chistosas.—habló ofendida, pero después soltó una risa.—Cuídate, ¿bueno? Perdón por no poder caminar juntitas hasta el metro.

—Te adoro, Milla.—hablé con sinceridad y me colgué la mochila en el hombro.—Avísame como te va, ¿bueno?

—Oki, te adoro.

Iba a despedirme, pero me entró otra llamada. Cuando vi el número de mi primo entré en desesperación, así que le corté rápido a la Milla para contestarle:

—¿Dylan? ¿Está bien el Feñito?

—¡Yuli, urgencia!—habló terrible agitado y supuse que estaba corriendo.—¿Estai en la casa?

—¿Qué pasó, Dylan?—le pregunté preocupada.—Me estai asustando.

—La vi.

Fruncí el ceño.—¿Qué? ¿A quién?

—A la Ángela.

Me llevé la mano a la boca con sorpresa.—Huebeame.

—Estoy pal hoyo, Yuli.—dijo aún agitado.—No supe qué hacer cuando la tuve al frente.

—¿Te vió también?

—Sí, pero siguió su camino nomás.

—Dylan...—suspiré con cierta tristeza.

—¿Podí venir al metro que queda cerca de la casa? De verdad necesito desahogarme y el Javier está con la Kari, así que no creo que me pesque mucho. Aparte, me vine corriendo para acá y no sé si me dan las piernas pa' volver solo.

—Voy.

—Gracias, Yuli.

Corté la llamada y me llevé la mano a la boca, para taparla y esconder mi expresión de sorpresa.

Empecé a caminar y sin querer choqué con una mina pelirroja, que me miró cansada.—Fíjate.

—Perdón.—le dije rápido y seguí caminando, mientras intentaba imaginarme la cara que debe haber puesto el Dylan cuando se encontró con la Ángela.

—¡Yuli!—escuché detrás mío y me giré rápido para encontrarme con el Cristóbal, que estaba con sus amigos, pero aún así corrió en mi dirección.—¿Dónde vai tan apurada?

—Tengo algo que hacer.—apunté el camino que debía seguir.—¿Podemos hablar después?

—Quería preguntarte...—alguien lo interrumpió.