Es muy probable que, desde el comienzo de este libro, hayas esperado que llegue este momento. La mayoría sabrá de este acontecimiento, no en vano fue un escándalo masivo. No hubo medio de comunicación que no se hiciese eco del escándalo sexual de Lee Jooheon, por no hablar de ese vídeo que aún sigue circulando en páginas de pocos escrúpulos.
Para quien este evento no llegase a sus oídos, mejor poner en contexto. Como ya has leído previamente, el escritor decidió darle una segunda oportunidad al rubio, quien parecía poner de su parte queriendo hacer las cosas bien. Su relación o, mejor dicho, su vínculo, aún estaba por definir. Changkyun no buscaba una relación, el compromiso era algo que se escapaba de sus planes tras haber sido dejado de mala manera por quien creía su compañero de vida. Por su parte, Lee Jooheon seguía en un limbo entre su antigua vida y la que pretendía construir, teniendo fuertes conflictos consigo mismo. Un fóbico al compromiso y un escritor en el armario no es precisamente el ideal del romanticismo. Pero el sexo era maravilloso, y ambos se daban lo que el otro necesitaba: uno, buen sexo; el otro, un poco de compañía.
Aquella noche, quince de abril, corría una brisa agradable. Por la mañana había neblina y llovió un poco a eso doce del mediodía. Era viernes y festivo, Seúl estaba más vivo que nunca. Changkyun estaba estresado por el trabajo, aquel día habían cubierto dos eventos y le dolían los pies. Y, qué mejor forma para desestresarse que una buena sesión de sexo con el escritor. Cuando salió del trabajo, en torno a la medianoche, condujo hasta casa de Lee Jooheon y lo recogió para llevarlo a un lugar bonito. Aprovechando que era festivo, quiso llevarle a un mirador donde la ciudad se postrase ante ellos. Fuegos artificiales, la contaminación lumínica (y atmosférica) dándole un aire casi onírico a la capital. Las vistas eran hermosas, y Changkyun quería follarlo en aquel paraje.
Lee Jooheon estaba feliz. El rubio parecía realmente poner de su parte por compartir momentos agradables juntos, y sintió que aquello era lo más parecido a una cita que había tenido nunca. El cielo era iluminado por los fuegos artificiales y el suave R&B que escapaba de los altavoces del coche le hacía sentir relajado. Aunque estaban sumidos en un silencio cómplice, trató de sacar algo de conversación ligera.
—Nunca había estado aquí, me gusta.
—Si, las vistas son hermosas —dijo dedicándole una mirada coqueta que causó un agradable nerviosismo en el escritor.
—Deliciosas —contraatacó de vuelta.
La mano derecha del conductor fue posada en los fuertes muslos del coach quien, instintivamente separó las piernas dejándose hacer.
Al rubio le encantaba ver como el cuerpo de su amante reaccionaba positivamente, por lo que la subió hasta la ingle del mayor, provocándole un jadeo.
—¿Quieres que la suba un poco más? —preguntó cerca de su oído, dejando un beso húmedo en su pálido cuello.
—Me molestaría si no lo hicieras —respondió con una sonrisa de hoyuelos mientras que desabrochaba sus pantalones.
—Me encanta lo pasional que eres, siempre tienes ganas. Cuando estoy estresado necesito una buena sesión de sexo para canalizar ese exceso de energía.
—Me ofrezco como voluntario.
Changkyun metió la mano bajo la ropa interior del escritor, quien echó la cabeza hacia atrás y alzó las caderas, invitándolo. Con su mano libre se tocó a si mismo despacio.
—Mira cómo me tienes.
Lee Jooheon observó aquella gloriosa erección siendo sacudida por la zurda del rubio. Alargó su brazo para ser él quien le tocara, y ambos se observaron con una sonrisa cómplice. Acercaron sus rostros hasta que sus bocas se juntaron en un húmedo beso. Era lento y sensual, acorde al ritmo de las caricias que estaban compartiendo.
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Nadie conoce a Lee Jooheon (JooKyun) +18
FanfictionUn polémico escritor y coach de autoayuda ve como se desmorona todo lo que ha construido tras ser descubierto en su mentira.