Había pasado dos días desde que el escritor se había quedado completamente solo, dos días desde la disculpa pública. Se sentía decepcionado con el rubio, quien no había dado señales de vida desde que lo vio por última vez. Estaba enfadado y dolido con el mundo, por no hablar del autodesprecio que sentía. Sabía que no debía asomarse por internet por el bien de su endeble salud mental, pero estaba muy tentado a reabrir su cuenta de Twitter y decir un par de cosas; esta vez como Jooheon. Pero decidió que sería inteligente y dejaría que la tormenta pasase. Tenía miedo a salir, de que lo reconocieran y sufriera alguna agresión. No recordaba haberse sentido tan desgraciado en su vida.
Dos días los cuales había gastado en tres cosas: dormir, llorar y ver su serie de confort. Una parte de él echaba de menos las insistentes llamadas de Kihyun, pues al menos le daba la falsa sensación de que le importaba a alguien. Pero era mentira. No había absolutamente nadie que lo echase de menos o que se preocupara por él. Kihyun había sido su mánager, Changkyun su amante: sin embargo, ambos vínculos eran por interés, bien fuese por dinero o sexo. Nadie parecía realmente interesado en conocerle; cada vez que se había mostrado vulnerable había sido ignorado. No tenía amigos, no tenía a nadie, y eso era realmente peligroso. Recordó el consejo que le había dado su exmánager en el baño: debía contar su versión. Estaba cansado de esconderse, de fingir ser alguien que no era: estaba cansado de Lee Jooheon. Iba a contar su historia, porque su vida le pertenecía y porque quería. Dudaba que alguien quisiera comprar otro libro escrito por él, así que se le ocurrió que alguien más escribiera su versión de los hechos. Una persona se le cruzó por la mente y lo tuvo claro: Lee Minhyuk era su hombre. Aunque dejaron de mantener el contacto cuando se alejó de él y de su jagiya, sabía que se había ganado un nombre como escritor de novelas románticas. A pesar de que en su día afirmaba que escribiría bajo un seudónimo femenino, Minok, finalmente había optado por usar su nombre real. Él era el tercero del trío inseparable, y uno de los mejores escritores de su generación. Aunque amaba la novela negra, debía de reconocer que había leído todos los libros de su antiguo amigo, y su prosa atrapaba. Decidido, se creó una cuenta falsa en Instagram y escribió a su antiguo compañero. Mejor dicho, escribió y borró hasta dar con el mensaje perfecto. Estaba asustado de como pudiese reaccionar, aunque rezó para que lo peor que pudiera pasarle fuese que lo leyera y no le contestase. "Hola, Minhyuk, soy Lee Jooheon de Filología. Se que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos, sin embargo, me encantaría retomar el contacto. Se que te debo una disculpa por haber salido de tu vida sin ninguna explicación, aunque puede que, tras los últimos acontecimientos, no quieras saber nada de mí. Aprecio los momentos que vivimos juntos y quería decirte que he leído todas tus novelas. Mi favorita es "La rabia del corazón", aunque "El enjambre aterciopelado" es mi segunda preferida. En fin, me encantaría que nos tomásemos un té y ponernos al día, tengo una idea para un libro que quizás te interese. Espero una respuesta, aunque sea para negarte a saber de mí. Saludos". Pasaron unas horas cuando recibió la respuesta a su mensaje. Se sentía nervioso, no sabía cómo reaccionaría Minhyuk, no tenía derecho a irrumpir en su vida de esa forma. Sin embargo, se sorprendió de la actitud de su antiguo amigo, quien parecía alegre de recibir noticias suyas y, además, le había dado su número de teléfono para quedar algún día. Se sintió un poco más animado y, por primera vez en dos días, su estómago le pidió comida. Tenía muchas ganas de ese té, había pasado siete años desde la última vez que hablaron. Pensó en que, tal vez, Minhyuk también había leído su libro y se sintió avergonzado de sí mismo. Ya se encargaría de dejarle claro que él no era esa persona, ni esa clase de escritor; él era mucho más que "La retórica del amor".
Cuando Changkyun abandonó el edificio donde vivía el escritor sintió auténtico pavor. Jamás había escondido su sexualidad, pero un vídeo íntimo de él estaba circulando por todo el país y tenía miedo a ser reconocido. No quería haber dejado así al coach, pero Hyunwoo le había ordenado que se presentase inmediatamente en su trabajo, muy probablemente para despedirlo. Tenía muchas ganas de llorar, él simplemente había querido conocer a alguien interesante con quien tener buen sexo, y había acabado así. Tomó un taxi y trató de estabilizar su respiración. No debería haberse abierto Grindr, no debería haber quedado con Lee Jooheon, al cual detestaba, ni debería haberse follado al escritor en un sitio público. No lo pensó lo suficiente, después de compartir tiempo con él se le había olvidado que era una figura pública, solo lo veía como alguien más. Había sido su idea, había sido descuidado, aunque el otro tampoco se negó. ¿Iba a ser despedido? Y, ¿con qué cara miraría a Hyungwon después de haberle estado ocultando quien era su amante? Aún vestía la ropa del día anterior, la misma del vídeo, por lo que procuró esconder bajo la chaqueta la mancha de semen de su camisa. No estaba presentable para ver a su jefe, pero era demasiado tarde. Fue al despacho de Hyunwoo y se lo encontró en el escritorio rodeado de papeles con su nombre.
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Nadie conoce a Lee Jooheon (JooKyun) +18
FanfictionUn polémico escritor y coach de autoayuda ve como se desmorona todo lo que ha construido tras ser descubierto en su mentira.