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Dos meses habían pasado desde que se reencontró con sus viejos amigos de la universidad, dos meses desde que había comenzado a escribir su nuevo libro. Estaba más motivado que nunca, pues "La retórica del amor" no la consideraba suya. Había adoptado una nueva filosofía: su libro llegaría a quien tuviese que leerlo, ni más ni menos. Ya no le importaban las ventas, o si alguna editorial quisiera respaldar su proyecto; estaba dispuesto a optar por la autopublicación de ser necesario. Quería contar su historia, merecía tener la oportunidad de explicarse.

Minhyuk estaba siendo un gran apoyo: se leía los capítulos y le asesoraba, por lo que estaba tranquilo al saber que tenía una segunda opinión de un profesional. Con Hyungwon se sentía en la misma sintonía, como si las personas en las que se habían convertido fueran incluso más compatibles que años atrás. Era interesante explorar esa nueva faceta de su amistad sin que hubiese sentimientos de por medio. Su salud mental había mejorado considerablemente, en parte por el apoyo de sus viejos amigos, pero también por haber adoptado el hábito de practicar mindfulness y meditar. Nunca le habían interesado ese tipo de cosas, pero realmente le estaba ayudando, pues su ansiedad había disminuido.

Era un jueves normal, al menos había comenzado como tal: algo de ejercicio, una ducha y un café. Había quedado en casa de Minhyuk para repasar el nuevo capítulo que había escrito y, de repente, él. Iba caminando conscientemente, observando su alrededor con el interés de un niño, tal y como el mindfulness aconseja. En ocasiones la mente se le iba, pero volvía a traer la atención al momento presente. Frente a él, una pareja se acercaba. Él la tenía agarrada por los hombros y le susurraba algo que parecía divertir a la chica. Lee Jooheon se quedó petrificado en medio de la calzada, observando al rubio en actitud cariñosa con otra persona. No esperaba aquello, ni en un millón de años se hubiera imaginado su reencuentro así. Cuando Changkyun levantó la vista, su rostro mutó por unos segundos a sorpresa, y luego a arrepentimiento. Su acompañante parecía ajena al duelo de miradas que estaba aconteciendo. El escritor se negaba a ser tan evidente, no quería darle el gusto de mostrarle su dolor, por lo que ignoró el nudo de su garganta que le invitaba a llorar y caminó. Se iban a cruzar, cada vez estaban más cerca, y el olor a Eros de Versace embriagó sus sentidos. No hubo un saludo, lo que sí ocurrió fue que ambos giraron sus rostros para mirarse una última vez. Podía leer la disculpa en los ojos de Changkyun, quien seguía teniendo agarrada por los hombros a la chica. No le dolía que fuera una mujer, lo que le hervía la sangre es que con ella sí y con él no. ¿De repente creía en el amor? ¿Ya había pasado el duelo que le impedía estar con él? O, la pregunta que no quería hacerse a sí mismo, ¿en serio era tan difícil de amar? No iba a llorar, no hasta estar a salvo de miradas indiscretas. El trayecto a casa de Minhyuk fue infernal y, en cuanto cruzó el umbral y se sintió en un lugar seguro, comenzó a llorar hasta hipar. Su amigo desistió de preguntarle el qué había ocurrido al darse cuenta de que era incapaz de hablar, así que se limitó a abrazarle.


—Me siento fatal.

Hyngwon miró a su amigo.

—No esperabas verle, es normal. No es tu culpa.

Changkyun estaba tan intranquilo que era incapaz de permanecer quieto por más de un minuto. Se sentaba y cruzaba las piernas, las descruzaba, se levantaba, caminaba por el salón de la casa de su amigo. Ver al pelinegro le había trastocado, no pensaba que fuese a sentirse así. Había sido intenso, la forma en la que le había mirado... parecía dolido y decepcionado con él, y odiaba esa mirada.

—¿Soy una mala persona? Dímelo, Hyungwon, ¿he hecho mal en tratar de rehacer mi vida? Para ser sinceros, simplemente es sexo. Estoy abierto a enamorarme, pero aún no estoy en ese punto. Ella es genial, pero al ver a Jooheon ha sido como... No sé, como si le traicionase. ¡Joder! Ha sido tan repentino. Está muy guapo, se le ve bien; me alegro por él.

Nadie conoce a Lee Jooheon (JooKyun) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora