El escritor leía en voz alta el último párrafo de su libro mientras que el rubio asentía en señal de aprobación. Habían trabajado duro en ese proyecto, se había sorprendido del nivel de implicación de su ahora amigo. Lo cierto es que le encantaba pasar el rato con él, en ocasiones el libro no era más que el pretexto para verse. Algo había cambiado en su dinámica desde que se habían reencontrado. Ahora se sentía relajado, más cómodo con quién era y Changkyun también parecía más abierto a dejarse conocer.
—¿Algo que decir? ¿Alguna crítica a la última frase o a como está escrito?
El cocinero le observó con una sonrisa.
—No tengo nada que opinar. Creo que has terminado tu novela. Enhorabuena.
En ese momento se hizo consciente de que en cuestión de poco tiempo ese libro se haría público y comenzó a sentirse ansioso.
—¿Crees que gustará? No termina de convencerme, tal vez debería dejarlo y escribir otra cosa. Puede que ficción.
—Nada de lo que dices tiene sentido. Tienes miedo, es normal, pero es bueno. Confía en tu instinto, Jooheon.
—Gracias por haberme ayudado tanto. Sin tu apoyo y el de Minhyuk no hubiese llegado tan lejos.
—No te quites méritos. Parece como si nosotros lo hubiésemos escrito y todo esto lo has conseguido por tu trabajo duro. ¿Por qué no te distancias unos días antes de tomar una decisión precipitada?
—No lo sé, Changkyun, tengo dudas. ¿Quién va a querer leer algo escrito por mí?
—Yo querría —le sonrió tranquilizadoramente— Cuando me hablaste de este proyecto me dijiste que lo hacías por ti. No puedes prever cuánta gente lo comprará y, créeme, tengo el pálpito de que tendrá muchos lectores. Aunque solo sea por morbo.
Sintió la mano del rubio sobre la suya en un gesto conciliador. No pudo evitar estrecharla, disfrutando del cálido tacto.
—Quizás llevas razón. Será buena idea distanciarme del libro, he estado demasiado centrado escribiendo. Pero sigo teniendo miedo de la opinión pública.
—Superamos lo del vídeo, seguro que puedes con un par de reseñas negativas.
No le pasó desapercibido que el cocinero hablase en plural y, por primera vez desde el escándalo, sintió que estaban juntos en eso.
—Déjame invitarte a cenar, quiero agradecerte por haberme dado tu feedback del libro. Creo que sin tu punto de vista hubiera estado incompleto. Además, eso ha hecho que te conozca mejor.
—Acepto esa cena y el soju tan exclusivo que sé que guardas para ocasiones especiales. Aunque, déjame que cocine yo.
—Te he dicho que te iba a invitar.
—Si, tú pones la casa y los ingredientes, yo la mano de obra. Estos meses trabajando como cocinero han hecho que mejoren mis dotes culinarias. Además, una vez me hiciste de comer y te quiero devolver el favor —le guiñó un ojo, gesto que le sacó una sonrisa de hoyuelos al escritor— Abre el soju, que vaya a cocinar no significa que no pueda beber.
Lee Jooheon rio por el descaro de su amigo. Es cierto que guardaba ese soju para una ocasión especial y el finalizar su obra le parecía un buen momento. Llenó dos vasitos y brindaron antes de tomárselo de un sorbo. Puso algo de música y observó como el rubio cortaba los vegetales. Ambos bebían y cantaban, uno cocinando, el otro disfrutando del momento.
—Huele bien.
—Prueba —dijo tendiéndole la cuchara con un poco de salsa.
—Hmmm.
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Nadie conoce a Lee Jooheon (JooKyun) +18
Fiksi PenggemarUn polémico escritor y coach de autoayuda ve como se desmorona todo lo que ha construido tras ser descubierto en su mentira.