—Namjoon.
Su nombre fue pronunciado en un murmullo inaudible, que apenas entendió lo que dijo; sobre todo por qué su mente estaba muy ocupada con sus recuerdos pasados, mientras miraba fijamente hacia el ala oeste, hacía aquella puerta aislada del fondo, dónde múltiples veces había sido encerrado.
—Namjoon...
—Hmm
—Cariño, te perdiste. ¿Sucede algo?
Sucedía todo.
Namjoon la miro fijamente, con el rostro inexpresivo, resentido por sus palabras y su presencia.
—Nada.
—¿Entonces me mostraras ese papel que trajo ese hombre? —cuestiono con voz dulce Sora, dibujando una pequeña sonrisa en sus labios rojos.
Los ojos de Namjoon la examinaron con mucha atención, buscando un indicio de mentira en su expresión.
¿Su madre alguna vez sintió culpa por sus acciones?
Seguro que no, por qué Sora era horrible y demencial.
Namjoon se alejo de la ventana, que daba vista hacia el lado oeste de la mansión y camino hacia su madre despacio.
—Seokjin pidió el divorcio.
—¡Oh! Eso es maravilloso, cariño —la sonrisa de Sora se ensanchó y sus ojos brillaron de dicha—. Ese doncel nunca me gustó para ti.
—¿Y Jungkook? ¿Tampoco era doncel para mi? —cuestiono con voz afilada el menor, sus ojos avellanas mostrándose severos —. Dime madre. ¿Entonces quien es apto para mí? ¿Quién merece tu aprobación para ser reconocido como mi pareja, como mi esposo?
La sonrisa de Sora se desvaneció y sus ojos se oscurecieron por unos segundos antes de volver a su brillo habitual.
Nadie, quiso decir la mujer; pero se abstuvo de emitir tales palabras, sabiendo que ya no podía manipular a su hijo.
—Deberias bajar a merendar —Sora cambio el rumbo de la conversación, con el mismo estado de ánimo con el que llegó —llevas días encerrado en tu habitación, comiendo esporádicamente pequeños alimentos. Mira lo flaco que estás, enfermeras si continúas así.
Namjoon sabía por qué su madre estaba ignorando sus palabras, conocía la respuesta, pues ella misma se lo había recordado una vez más aquel día.
Aquel día, donde al borde de sus emociones y con la mente vulnerable, corrio hacia el hospital.
Había sucedido una vez más y todo fue su culpa.
Escabullendose de la vista de Kim Jaehyun, de Yoongi y su hermano, Namjoon logro entrar en la habitación de Seokjin como un criminal.
Los recuerdos lo golpearon cuando vio a su esposo tendido en esa cama, lastimado, herido, siendo su madre la causante una vez más.
Fue doloroso, encontrar los ojos abiertos de Seokjin, mirándolo fijamente, con el miedo reflejado en sus orbes oscuros.
Y fue más doloroso aún, el percibir muy dentro de ese miedo, un amor aferrado.
—Seokjin —susurró Namjoon, con la mirada del doncel clavada en su persona—. Debo confesar que me precipite a este matrimonio como venganza hacia mis padres, más específicamente, mi madre. Yo sabía que ella jamás te aceptaría, pero no medí mis actos y ahora tú estás herido. Fui un monstruo y lo acepto; cargaré con la culpa sobre mis hombros por el resto de mi vida... —se corto cuando vislumbró los ojos brillosos del doncel y las vendas de sus mejillas húmedas.
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EL LLANTO DEL COLIBRI (Namjin)
FanfictionUn matrimonio precipitado. Un amor unilateral. ➾ Namjin ➾ Drama ➾ M-preg **Prohibido su copia o adaptación.