—¡Namjoon!
Sus pasos vacilaron al oír su nombre, terminando quieto en su lugar. Levantó la cabeza hacia el techo y soltó un suspiro profundo, tratando de apaciguar el revuelo de sus pensamientos y emociones, antes de girar sobre sus talones con extrema lentitud y encontrarse con la mirada del doncel.
Ojos grandes y oscuros, como el basto cielo y el profundo mar, en cuyas místicas ojeras se veía el rastro de noches de desvelo. Esos mismos ojos que minutos antes lo observaron con dureza y desprecio, y que ahora la melancolía se dibujaba en sus pupilas, se convirtieron en el combustible que encendió la chispa en su corazón dormido.
Y entonces pudo comprender mejor sus sentimientos, aquellos que creía fueron enterrados con el espíritu de Jungkook y que al parecer resurgieron sin él ni siquiera saberlo, siendo el receptor el doncel que lo observaba al pie de las escaleras.
Era tan fácil eliminar el espacio que los separaba y confesar sus sentimiento recién descubiertos al dueño de aquellos ojos bonitos bañados en tristeza, pero había algo más fuerte que lo impedía.
—Seokjin —susurró, con un nudo en su garganta y las lágrimas luchando por salir de sus orbes avellanas. Se trago con esfuerzo su llanto y la frase "te quiero" que deseaba salir tan desesperadamente de sus labios—. Se feliz.
Cruzó con rapidez el umbral de salida, antes de que el arrepentimiento lo obligará a volver junto al doncel.
Ambos necesitaban sanar sus almas siguiendo caminos diferentes. Tuvieron la oportunidad de vivir una primavera juntos y fue su culpa que su primavera se transformará en un invierno crudo lleno de inseguridades, llanto, dolor y mentiras.
Tenía que redimirse, soltar sus rencores y sus planes de venganza, cambiar su energía y salir de sus límites. Y sobre todo, debía liberar a su niño interior, aquel ser inocente que vivía apresado en sus miedos dentro de aquel sótano sucio y oscuro del ala oeste.
Y tal vez, solo así, podía permitirse amar y ser amado.
—Todas las alianzas con la empresa Park fueron disueltas como lo ordenó. Al principio, Park Jinwoo se rehusó a ceder a sus exigencias, pero fue después de su plática con su hijo, Namjoon, que firmó los papeles sin replicar—Jaehyun asintió conforme, revisando los documentos firmados que le entregó su abogado.
Al parecer Namjoon si estaba cumpliendo con todo lo prometido, solo esperaba que lo más importante se efectuara con prontitud.
"—Con el divorcio hecho, supongo que el próximo paso es la disolución de cualquier proyecto entre ambas empresas —dijo Namjoon, mostrándose abatido.
—Supones bien —contesto el mayor, con voz dura, no quitando su mirada filosa del menor. Después de todo, el resentimiento continuaba ahí, aunque no podía negar que realmente llegó a estimar al contrario.
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EL LLANTO DEL COLIBRI (Namjin)
FanfictionUn matrimonio precipitado. Un amor unilateral. ➾ Namjin ➾ Drama ➾ M-preg **Prohibido su copia o adaptación.