Capitulo 17

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Y ahí estábamos listos para morir.

- No..no puedo salvarte, lo..lo siento- Le susurré.

- Que mala amante eres cariño, o debería decir pequeña gatita, no lo salvarás- Sonrió a medio lado.

- ¡Estas loco!- Trate de gritar lo más fuerte posible, alguien....alguien tenia que escucharnos.

- ¡Te dije que no gritaras!- Grito el también. Me pego un balazo en la pierna- Esto no es un juego, así como mate a muchas mujeres soy capaz de matarte a ti, estúpida. Trato de mantenerse calmado- Cariño- Dijo mientras se acomodaba el cabello- Debemos irnos de aquí, pero..antes- Apunto con la pistola a Leonardo ¡Iba a matarlo!- Tranquila no mataré, todavia- Pero fue en vano, le pego un balazo en el pecho, podría jurar que estaba muerto.

Lo llame y lo llame, una y otra vez, pero el no reaccionaba.

Estaba...

Muerto.

- ¡Po...por qué lo mataste, eres un imbécil!

- Te adelantas a los hechos, cariño- Sonrió- Vamonos- Me soltó de la silla y me llevo agarrada por el cabello, juraba que iba a terminar rompiendome la cabeza, juraba que la sangre se me iba a cuavular y moriría.

Me llevo en el asiento delantero junto a el, en su carro.

- Cariño, tendremos mucho sexo, mucho..Tu y yo seremos muy felices- Se quedo callado por un rato- Por un tiempo, luego morirás

¿Por qué? Después de que le di todo mi amor, nunca pensé que fuera un viejo rabo verde, pero, quizás eso hubiese sido mejor que esto.

Me deje llevar de ese 20% de posibilidades, del 100%.

- Cariño, no me gusta que estés tan callada, eres una mujer muy conversadora, no tienes porque dejar de serlo

- ¿En serio?- Pregunte con sarcasmo.

- Solo conversarás conmigo, no te preocupes volveremos a Chile, y tendremos esos niños que tanto anhelo, serán muy atractivos, sus padres son atractivos

- ¿Y quien te dijo que yo quería tener hijos contigo?- Gruñe.

Soltó una risita- Cariño, los tendrás si o si, no te estoy pidiendo tú opinión.

Debí notarlo desde un principio, Matias es tan manipulador.

- ¡No quiero!

- Shh, no grites, cariño - Dijo con cierta delicadeza.

- ¿A donde me llevas?

- A Chile te lo dije

De hecho fue una pregunta muy estúpida en un momento como estos.

Me sentía estúpida.

Me sentía....

Culpable...

Por la muerte de Leonardo.

Fue horrible ver como su mirada se desvanecía.

-¿Estas bromeando?

- Cariño, a estas alturas debes de haberte dado cuenta que todo lo que hago, no lo hago en modo de broma

- Lose, solo quería no sentirme tensa, no me gusta el ambiente y no quiero pensar en la muerte de Leonardo

-¿Y quien te dijo que esta muerto?

No juegues con mis sentimientos y mis pensamientos, Matias.

- Yo lo vi, vi como su mirada se desvanecía, fue..fue..

- Horrible

- Si

- Te entiendo, dime, ¿cuantas muertes has presenciando en tu vida?

- Esa y la de mi perrita

- Jamás me lo contaste

- Nunca lo creí conveniente

- ¿Por qué no lo haces ahora?

- ¿Crees que ahora sea conveniente?

- Pronto vas a morir, por lo menos habla de algo o alguien que te haya hecho feliz

- Entonces hablaré de Leonardo- Dije calmada, pero tratando de mostrar mi verdadera intención .

- Cállate, estúpida, perra- Dijo mientras golpeó la el volante.

- ¿No querías que hablara de algo o alguien que me hizo muy feliz?- Dije con en un tono extraño.

Pero se sentía algo divertido hacerlo enojar.

Pero....

Tenía que tener en cuenta que el era un asesino.

- Háblame de tu perrita

- No quiero- Dije mientras trataba de acomodarme en el asiento.

- Háblame, estúpida, no te lo estoy preguntando, te lo estoy ordenando

Enserió era completamente diferente a todo lo que esperaba.

Además de que resulto ser un asesino, se enoja muy rápido y no es para nada divertido verlo enojado.

Me pregunto cuantas mujeres pasaron por estar con el¿Cuantas mujeres pasaron por el?

- Quince

- ¿Quince?¿A que te refieres con eso?

- Me preguntaste cuantas mujeres pasaron por mi, te lo respondí

Solo pensé en voz alta.

- Mm, lo siento, pensé en voz alta

- Ya esta bien, solo cumple mi orden, no me quieras hacer enojar- Dijo en un tono de voz, que a cualquiera podría hacer sentir temor.

Nadie me podía salvar.

Tenía que aceptar que iba a morir.

Leonardo ya no estaba aquí.

AMOR VIRTUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora