5. El Sombrero Seleccionador

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Soy una Hatstall y... ¿Tengo qué?

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La puerta se abrió de inmediato.

Una bruja alta, de cabello negro y túnica verde esmeralda esperaba allí. Tenía un rostro muy severo y mi primera impresión de aquella mujer era que se trataba de alguien a quien no debía molestar ni tener problemas. 

- Los de primer año, profesora McGonagall -dijo Hagrid.

- Muchas gracias, Hagrid. Yo los llevaré desde aquí.

Abrió la puerta y pude ver un gran vestíbulo donde podría caber perfectamente la Casa del Lago de mis abuelos. Las paredes de piedra estaban iluminadas con resplandecientes antorchas como las que había en los túneles de Gringotts antes de desaparecer súbitamente por un túnel oscuro que llevaba a las cámaras llenas de oro y joyas. El techo era tan alto que no se veía y había una magnífica escalera de mármol que conducía a los pisos superiores. 

Observé embelesada el vestíbulo y cuando me giré para decirle algo a Harry, vi que ellos ya estaban al otro lado del vestíbulo. Corrí un poco para alcanzarlos y seguimos a la profesora a través de un camino señalado en el suelo de piedra. Desde aquí podía oír el ruido de cientos de voces que salían de un portal situado a la derecha, pero en vez de entrar ahí, la profesora McGonagall nos guío hasta una pequeña habitación vacía, fuera del vestíbulo. Nos reunimos todos allí, más cerca unos de otros de lo que estaba acostumbrada. "Mi espacio personal" -pensé, resoplando al ver que no tenía mucho espacio y sentía los cuerpos sudorosos de los demás cerca de mí. 

Me removí con inquietud en mi lugar, mirando a todos lados. Estaba algo preocupada y no porque estaban invadiendo mi espacio personal, sino que no sabía en cual casa iba a quedar. Esperaba quedar en Slytherin como mi abuelo, pero también quería quedar en Gryffindor como mi padre. Ravenclaw no estaba mal, pero no era para mí ese lugar. Sí, era inteligente y absorbía todo como una esponja, pero no me gustaba que me molestaran para preguntarme cosas sin sentido para querer congraciarse de que posiblemente sabes menos que ellos. Por lo que mis casas principales están entre Slytherin o Gryffindor. Hufflepuff, descartadísimo.

- Bienvenidos a Hogwarts -dijo la profesora McGonagall, sacándome de mis pensamientos- El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupen su lugar en el Gran Comedor deberán ser seleccionados para vuestras casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque mientras estén aquí, sus casas serán como su familia en Hogwarts. Tendrán clases con el resto de la casa que os toque, dormirán en los dormitorios de sus casas y pasarán el tiempo libre en la sala común de la casa:

     << Las cuatro casas se llaman: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estén en Hogwarts, sus triunfos conseguirán que las casas ganen puntos mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la copa de las casas, un gran honor. Espero que todos ustedes sean un orgullo para la casa que les toque.

     << La Ceremonia de Selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del colegio. Les sugiero que, mientras esperan, se arreglen lo mejor posible. 

Los ojos de la profesora se detuvieron un momento en la capa del chico de cara redonda, que estaba atada bajo su oreja izquierda, y luego en la nariz manchada de Ron. Me peine un poco mi cabello y alise mi túnica, para que se viera impecable -más de lo que ya estaba. De reojo, vi a Harry intentar aplastarse su alborotado cabello, pero le era imposible. 

𝙰𝚖𝚊𝚛𝚒𝚜 𝙷𝚎𝚕𝚕𝚖𝚊𝚗 𝚢 𝚕𝚊 𝙿𝚒𝚎𝚍𝚛𝚊 𝙵𝚒𝚕𝚘𝚜𝚘𝚏𝚊𝚕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora