𝙰𝚖𝚊𝚛𝚒𝚜 𝙷𝚎𝚕𝚕𝚖𝚊𝚗 𝚢 𝚕𝚊 𝙿𝚒𝚎𝚍𝚛𝚊 𝙵𝚒𝚕𝚘𝚜𝚘𝚏𝚊𝚕

8. Duelo a Medianoche

﹏Con que a ese perro se refería...﹏

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Queridos abuelos:

Me encuentro muy bien.

La semana ha sido muy entretenida aquí en Hogwarts. Hice algunos amigos en mi misma casa y de otras. No son muchos, pero creo poder llamarlos amigos de momento.

Desde que llegué, he de admitir que me han pasado varias cosas muy extrañas estos días. El día de la Selección casi me da algo cuando supe que era una Hatstall -al parecer demore más que los demás ahí metida en el Sombrero Seleccionador. El sombrero estaba entre Slytherin y Gryffindor y creo firmemente que lo rompí en la última instancia. No sé si es normal que pregunté cosas extrañas, pero que se puede hacer. Algunos dicen que debí quedar en Slytherin -creo que más o menos sé por que lo dicen-, pero a mi no me importa mucho lo que digan la verdad. Quedé en Gryffindor y punto -aunque ojalá hubiese quedado en Slytherin, escuché decir de Blaise Zabinni que es mucho mejor que como la pintan.

De verdad tengo muchas cosas que contarles, pero creo que en una sola carta no podre hacerlo. Por lo que tendrán que esperar a Navidad. Aún tengo muchas aventuras que hacer y contarles, y mas aun sobre algo extraño que me sucedió el viernes, pero no es nada de lo que hay que preocuparse, posiblemente sean locuras mías.

Solo diré que la única clase que es una tontería es Defensa Contra las Artes Oscuras... ¿Cómo Dumbledore tiene a alguien así dando clases? No es por ser mala, pero... La mayoría de las cosas que dice no tienen casi ni sentido por sus tartamudeos y siento que a mitad de curso no vamos a tocar ningún tema de vampiros -como está planeado en su temario. Las demás clases por lo menos son más entretenidas que esa. En Transformaciones logré convertir mi cerilla en aguja en el primer intento y la profesora McGonagall me felicitó. Dijo que tenía la misma destreza de mi madre. Eso me alegró muchísimo el día. En Pociones... bueno, jamás pensé encontrarme con un profesor tan desagradable como el profesor Snape. Además que la tiene mucho contra el pobre de Harry. Si llegará si quiera a respirar el pobre, nos baja puntos por eso. Herbología no tengo quejas, tampoco de Encantamientos ni de Astronomía. Aunque puede que la materia más aburrida sea Historia de la Magia.

También he tenido un pequeño percance con el celador, Argus Filch y su gata, la Señora Norris. Son detestables los dos, jamás pensé odiar tanto a un animal como a esa gata. Pero creo que podré sobornarlos algún día. Cuando vuelva par Navidad les doy los detalles.

Oh, se me olvidaba. Mekht los extraña mucho al igual que yo. No deja de maullar cada vez que ve la foto de la abuela en mi mesita de noche.

P.D: Espero se encuentren bien y no hagan travesuras sin mí.

Con Amor,
Su nieta.

❃🔮❃

Cerré detrás de mí con mucho cuidado la puerta del dormitorio de las chicas. Era muy temprano en la mañana, por lo que todas ahorita mismo estaban dormidas y preferiría no perturbar el sueño de "belleza" de algunas como varias lo llamaban. Se despertaban y enojaban demasiado fácil con cualquier ruido, pero no era mi culpa de que ellas tuvieran el sueño ligero y yo lo tuviera pesado. Me reí entre dientes mientras miraba detrás de mí. Quería hacerles una broma por las veces que se quejaban por algo, pero mejor me abstenía hasta cuando se acabará el año. No quería malos entendidos antes de tiempo. Sonreí mientras admiraba al gran león que teníamos como guardián en la entrada del dormitorio.