Again » Julián Álvarez

Capítulo 30

Llegó Julián. Pero si, estaba con ella.
Entraron de la mano y todas las miradas se posaron en ellos. Tensos solo respondieron con una sonrisa fingida y comenzaron a saludar.

Fran se acercó a mi y susurro en mi oído —Sin indicios aún - mordi mi labio inferior y levanté una ceja, tipo "que hambre".

Le señale a Messi que estaba a mi lado y tuve que poner los brazos porque casi se desmaya.

Se íntegro en la ronda de a poco haciéndose el boludo, esperando que lo notarán. Y paso. De Paul lo saludo, casi se desmaya otra vez, y después se quedó hablando con todos.

Me fui sonriendo, me daba ternura. A mí se me hacía el canchero pero cada vez que miraba a Leo parecía un nene enamorado. Embobado quedaba cada vez que el diez abria la boca. Aunque solo decía boludeces Fran estaba fascinado. Entendible igual. El sueño de todo argentino.

Me acerque a la cocina para buscar una lata de cerveza. La apoye en la barra y me agaché a buscar la pulsera que se me había caído, cuando escucho como las sillas que estaban frente a la barra se movían.

Estaba pensando quienes serían los o las que se sentaron pero al escuchar las voces reconocí de inmediato de quién de trataba

—No se cómo se enteraron - dijo Emilia.

—Pero es verdad entonces? - pregunto otra mujer que no tenía muy ubicada su voz.

—Si boluda. Es lo que te estoy diciendo- respondió entre dientes -no sé cómo se enteraron lo de Marcos - mis ojos se abrieron de par en par.

Siguieron hablando pero yo pensaba una manera de salir de ahí. No me podía parar de la nada. Iban a saber que había escuchado todo. Pero mi salvación llegó.

Ví como Ori se acercó a la heladera y agarro también una lata. La apoyo en la mesada para abrirla y cuando giro para irse me vio. Puse un dedo sobre mis labios para pedirle silencio y me guiño un ojo.

Se quedaron hablando como diez minutos más pero por lo que escuché Oriana las convenció de salir al patio. Me miró cómplice y se las llevo.

Me levante al fin. La puta madre. Necesitaba encontrar a mi mejor amigo.

Analice la sala con mi lata en la mano. No estaba ahí. Me acerque a Valen para preguntarle dónde quedaba el baño. Me desaparecí en el pasillo que me señalo en búsqueda de mi mejor amigo.

Llegué a una puerta que parecía el baño. Estaba por tocar pero justo se abrió. Esperanzada imagine a Fran pero al contrario apareció Julián.

—Te dejo pasar si querés - dijo con un ánimo bajo raro en el.

—Gracias - mi cabeza daba vueltas en preguntarle si sabía o no —che Ju.

—Si? - casi al final del pasillo se dió vuelta a mirarme.

—Podemos hablar? - me arrepentí al momento, mientras que a él no pareció gustarle mucho la idea.

—Siempre elegís los mejores momentos, no? - se acercó un poco a mi. No supe si fue sarcástico o estaba serio de verdad.

—Si no cuando? - desvíe mis ojos de los de el y me encogí de hombros.

—Vení - extendió su mano y entramos a una habitación junto al baño —de qué queres hablar?.

—Bueno. No hay manera fácil de decir est - me interrumpió.

—Me vas a preguntar si soy cornudo? - río y se sentó en la cama —qué queres escuchar?.

—La verdad Julián. Quiero escucharte bien. Se te nota decaído - solo agacho su cabeza y la sostuvo con su mano izquierda.

—Yo no se si vos me querés ver bien. Pero déjame en paz - me confundí -no me busques más. No me preguntes cómo estoy ni todas estas cosas. No sigas. No me hables. Ignorame. Hace que no existo.

Se levantó y me dejó sola en la habitación vacia. Mis ojos se llenaron de lágrimas que estaban aún sin caer. Me levanté al baño, para lavarme la cara.

No podía ser verdad esto. Julián me decía que me aleje? La puta madre ya estaba llorando.

Trate de mojarme un poco la cara, necesitaba refrescarme. Volví al salón como si nada. Busque a mi amigo entre la gente pero no lo encontré. Mi hermano me preguntó que me pasaba pero solo me excuse con estar indispuesta.

Salí. Al exterior de la casa. Me quedé parada en la vereda llamando a Fran. Pero no contestaba. Faltaban aún dos horas para terminar el cumpleaños.

Me subí a mi auto y con el gps busque la heladeria más cercana y hasta ahí me fui.

—Si. Chocolate y Dulce de leche - dije al amable chico que me atendió.

Me dió el cucurucho junto con la cuchara —Yo no pedí chispas - respondí amablemente.

—Pero se le nota necesitarlas - me sonrió tímido y solo respondí con otra sonrisa. Me había caído bien.

Me senté en la parte de atrás del negocio. Lindo parquecito tenían.

Pensando a quien pedirle ayuda. Fran? Estaba en el cumpleaños, además tenía mucha ilusión por estar. No sé lo podía cagar así. Lara? Estaba de viaje. Tenía que dejarla disfrutar, sin contar que tendría que ponerla al tanto de un montón de cosas, en fin, no. Agus? Puede ser. Nose dónde está, pero lo podía llamar.

Lo llame.
—Hola? - atendió confundido.

—Gus gus, dónde estas?

—En la casa de Ari

—Ah. después te hablo entonces. Pásalo lindo amigo - y corte.

Termine mi helado pero no me quería ir. Se sentía acogedor ese lugar.

Jugaba con la servilleta y la cuchara. Trataba de concentrarme en otra cosa pero me llamo la atención que el chico que me atendió se sentó junto a mi.

—Hola - saludé amable.

—Todo bien? - me sonrió.

—No - reí en un suspiro.

—Estás sola? - pregunto un poco más tímido.

—Lamentablemente - reí para no llorar.

—Mi turno acaba de terminar - se encogió de hombros —querés caminar?.

No ví malas intenciones en su mirada. Acepte. Espere a que se sacará el delantal y haga lo que le faltaba.

—Qué te pasa? - dijo después de un par de cuadras en silencio.

—Muchas cosas en la cabeza - me encogí de hombros —supongo.

—Déjame adivinar - se movió de mi izquierda para ponerse frente a mi. Me analizo con la mirada unos segundos y luego respondió; —mal de amores? - reí.

—Tanto se me nota? - río mientras asentía.

***
Hellooo
Este es el capítulo de ayer. Más tarde les subo el de hoy. Perdón que no subí nada ayer pero estuve estudiando a full porque tenía prueba de matemáticas y se cierran notas
Hoy la di y creo que me fue bien igual

Espero les haya gustado! Nos vemos en la nochee
Gracias x todoo