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[Una hora antes de la visión]

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[Una hora antes de la visión]

Adara estaba sola en casa. Su madre estaba trabajando y Bella se había ido a pasar la tarde con Jacob así que aprovechó para ponerse al día con los deberes a pesar de ser viernes.

Apenas duró diez minutos con ellos antes de tirarse en el sofá para garabatear de manera distraída en su cuaderno de dibujo. Le quería dar un rostro a esos ojos que la obsesionaban pero ni siquiera sabía cómo sería el rostro de esa chica. Porque sabía que era una chica, estaba segura de ello.

Tienen los ojos dorados. De repente ese pensamiento aterrizó finalmente en su mente. Observó la hoja de su cuaderno en cuyo centro estaban unos enormes ojos dorados. ¿Sería posible...? Pero ella nunca había visto a un vampiro con esos ojos, sólo a Laurent y él los tenía de un rojo escalofriante.

¿Podría su subconsciente haberle avisado desde un principio del secreto que se ocultaba en Forks? ¿De esos vampiros con ojos dorados? ¿Podrían sus sueños haberle revelado la existencia de los Cullen?

Los sueños muestran algo que amamos o que tememos. Las palabras de Alice atravesaron su mente. ¿En qué casilla estarían los Cullen para que su instinto no dejara de repetir ese sueño?

El agudo ruido del teléfono la sacó de su reflexión. Se levantó con rapidez, dirigiéndose hacia el mismo.

-¿Sí?

-Soy yo. –la voz de su madre era inconfundible pero el tono serio puso en alerta a Adara. -¿Está Bella contigo?

-No, está en la reserva. ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

-Charlie y unos amigos estaban en la partida de caza buscando a ese animal. –el vello de Adara se empezó a poner de punta. Algo había salido mal. Victoria los había encontrado. –Un amigo de Charlie sufrió un infarto mientras caminaban por el bosque. Harry Clearwater. No he podido hacer nada por él, ya estaba muerto cuando ha llegado al hospital.

El alivio inundó a la pelirroja durante unos segundos antes de sentirse terriblemente mal por ello. No había sido Victoria ni había sido Charlie el herido pero alguien había muerto. Aunque fuera por causas naturales era una tragedia.

-Lo siento mucho, mamá. ¿Cómo está Charlie?

Un suspiro pesado llegó desde el otro lado de la línea.

-Destrozado. Eran amigos desde siempre. He llamado a Bella a su móvil pero no lo coge.

-No te preocupes, me acercaré a la reserva para avisarle.

-Gracias, cariño, ten cuidado.

-Siempre. Iremos al hospital en seguida.

Colgó el teléfono y cogió las llaves del coche con rapidez. Mientras recorría el camino hacia el automóvil aparcado en la entrada llamó a Bella pero su intento tuvo tan poco éxito como su madre.

Compañera. | Alice Cullen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora