DRIFT KAULITZ; TOM KAULITZ Y ___ LAMBORDI, l y ll.

Cap. 39 Los celos me cegaron.

El deseo y las ganas de acabar se habían ido, mi respiración estaba más que agitada al igual que la de Tom, fue una tortura para ambos esa apuesta pero creo que valió la pena, el deseo y las ganas de estar juntos hicieron que el momento fuera más excitante.

Tom-. ¿Cómo te sentiste al correr?, -acostandose a un lado-.
___-. Bien... La verdad es que tenía mucho que no me sentía así creo que me gustó.
Tom-. Pero ya no lo harás, ¿Cierto?.
___-. No lo sé...
Tom-. Sea cual sea tu decisión yo te poyo.

Mire a Tom con una sonrisa y me senté encima suyo, la sábana solo tapaba hasta mi cintura dejando mis senos totalmente descubiertos, Tom bajo la mirada un poco y dió una sonrisa de lado mientras se relamia los labios.

___-. Quiero que me enseñes a correr, quiero hacerlo bien, saber con exactitud los cambios.
Tom-. De acuerdo, no veo ningún problema, pero solo  correrás si yo estoy contigo, -sonriendo-.
___-. Bien y quiero que me enseñes el drift.
Tom-. ....
___-. ¿Que ocurre?.
Tom-. Eso no pasará y no pienso discutir.
___-. Bien si no me lo enseñas tú tengo dos opciones más, lo intento sola con la probabilidad de estrellarme o le digo a Diego que me enseñe.

Sabía que estaba jugando con fuego al mencionar el nombre de Diego, era un fuego que me haría arder lentamente y con mucho dolor pero tenía que hacerlo.

Tom-. -alzo la voz-, Estás loca!!, Cómo se te ocurre que ese cabron te va a enseñar.
___-. En tonces hazlo tú, nada te cuesta Tom!!.
Tom-. No quiero que nada te pase.
___-. Por eso mismo, Enséñame!!!, -alzaba la voz-, Diego no lo dudaría.
Tom-. Ese pendejo solo quiere cogerte, -me miro con enojo-.
___-. Deberia de hacerlo-, baje de el y me puse de pie tomando mi vestido-, si así me enseña tendré que sacrificarme...

Tom se levantó en seguida y me arrebato el vestido de las manos, me tomo de los brazos y los apretó con mucha fuerza, me estaba lástimando.

Tom-. -Gritando-, no vuelvas a decir eso, ¿Me oíste?, Nadie más que yo puede tocarte, nadie más que yo puede ver tú cuerpo, ¿Entiendes?.
___-. Suéltame que me lastimas Tom, -lo miraba con preocupación -.
Tom-. Si es necesario secuestrarte y no volver a dejar que salgas lo haré!!.

Tom me aventó con fuerza a la cama y subió encima mío, besaba desesperado mi cuello.

___-. Tom basta.

Tom parecía no escucharme.
Lo avente con fuerza y me miró con furia.

___-. Así no Tom!!, Así no.

Me levanté de la cama tomando mi vestido y mis tacones y me metí al baño.

Tom-. Sal...
___-. .....
Tom-. Por favor sal, hay que hablar.

Salí con el vestido puesto y mis tacones en la mano, miraba con desagrado a Tom y el tenía una cara de culpa.

Tom-. Lo lamento, los celos me cegaron, -dijo cabizbajo-.
___-. No tienes que ponerte así, en verdad crees que saldré y me meteré con el primer hombre que se me cruce solo por interés, ¿Eso crees?.
Tom-. No...
___-. Pues parece lo contrario.
Tom-. Discúlpame, -me tomo de la cintura-, si quieres aprender con mucho gusto y preocupación te enseño, -sonrio levemente-.
___-. Gracias por entender, pero como puedo ser la novia del mejor corredor de carreras clandestinas y no saber nada.
Tom-. Tienes razón si da un poco de pena, -sonrio de lado a lado-.
___-. Tonto, -sonrei-, igual discúlpame por lo que dije.
Tom-. Tranquila, todo estará bien, -dejando un beso en mis labios-, hay que irnos.
___-. La verdad es que no tengo muchas ganas, -lo pegue con fuerza a mi-.

Tom sabía lo que quería sin siquiera decirlo, me beso como si su vida dependiera de ello, volvió a quitar mi vestido y se recostó en la cama dejándome encima suyo con su cara y manos jugaba con mis senos, mi respiración se acelero un poco y Tom se percató de eso, me tomo del cuello y me acerco a el para poder besarme, con una mano tomaba con firmeza mi cadera y con la otra tomaba su miembro para introducirlo dentro de mi, volvió su mano a mi cuello, iba a soltar un gemido cuando Tom me agarró firme del cuello para ahogarlo en su boca, sus movimientos lentos, nada apresurados los disfrutaba al máximo, soltó mis labios para poder gemir, un sensual gemido ronco de alivio, seguíamos en lo nuestro, nos importaba muy poco que hubiera una fiesta abajo, Tom me giro quedando encima mío, subió mis pies por  encima de sus hombros y acelero un poco sus movimientos, apretaba con fuerza las sábanas y mis gemidos eran incontrolables junto con los de Tom, su respiración agitada y sus jadeos lo dejaban sin aliento, el sudor que salió por su cuerpo hacia que se viera aún más deseable, por un momento olvide mi cabello lacio, con el sudor que salía por mi cuello y frente harían que este se volviera rizo en algunas partes, por suerte traía mi alaciadora en el auto.
Tom bajo mis piernas y se inclino para quedar a la altura de mis senos, los chupaba como un bebé, dejo un chupeton en uno de estos, con el vestido que traía fácilmente se notaría, enredé mis piernas en su cintura, volvió su cara hacia la mía encontrándose con mis labios, los soltó para que ambos soltaramos un gran gemido de gozo, llegamos al orgasmo, Tom se recostó a un lado mío y me jalo enseguida recostandome en su brazo, estábamos recuperando el alimento poco a poco.

Tom-. -solto una pequeña carcajada-, se te está rizando el cabello, ¿Es por el sudor cierto?.
___-. En efecto, es tú culpa, -sonrei-.
Tom-. ¿Y así te quedarás?.
___-. Para nada, ahorita llamo a Bill para que traiga mi alisadora.
Tom-. Te ves fabulosa aunque nunca te maquillas así.
___-. Esta vez fue la excepción, -sonrei-.
Tom-. Me encantas, así o natural te ves hermosa, -beso mi frente-.
___-. Me visto y llamo a Bill, deberías vestirte de igual modo.

Nos levantamos de la cama y me vesti, iba a ponerme los tacones cuando Tom se arrodilló y lo hizo por mi, yo lo ayude de igual modo, no decíamos nada, solo sonreiamos cuando nuestras miradas se cruzaban, llegó Bill con mi alisadora y entro sin decir más Bill miró a Tom y luego a mi y nos sonrió con complicidad, sabía lo que habíamos hecho, entro conmigo al baño y conecto la alisadora, pensaba que Tom entraría como loco pero no, espero recostado en la cama, salimos de ahí parecía como si nada hubiera pasado, sonó el teléfono de Bill, Bill puso cara de asombro y luego serio...