Cap. 86 Cuídate.

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Entre nuevamente a la habitación, principalmente por mi hija, si despierta, si se da cuenta antes de que yo salga de esta casa no pediré una explicación, simplemente no haré nada, cargue a mi hija y la cobije, aún es de madrugada y podría hacerle daño.
A quien quiero engañar, verlo dormir, su rostro de que no rompe ni un plato me destroza, ¿Cómo podré vivir sin el?, sin su presencia, sin su aroma, sin esa perforación tan característica, sin sus chistes, bromas y todo lo que se le parezca, me senté en una silla junto a el y lo admire dormir una última vez, busque en todos los cajones una hoja y pluma, tampoco sería justo irme sin despedirme.

Carta".

Que difícil es tener que darjarte ir porqué no es simplemente terminar y cada uno por su camino, significa que te estás llevando una parte tan grande de mi, mi amor, mis tristezas, alegrías, mis locuras, que fueron en algún momento de nosotros pero ya no podrán ser, como le explico a mi corazón y a mi alma que ya no podremos vernos más y que si en algún momento nos reencontramos no seremos más que desconocidos que un día sintieron mucho, pero al igual fue poco, no entiendo como una vez me dijiste que no tendríamos una carta de despedida y lo más loco es que yo estoy aquí haciendote una...
Espero amor mío que si lees esto estés en tú mejor momento, aunque no sea juntos, que cumplas todos tus sueños aunque no se cumplirán conmigo, gracias por todo el amor incondicional y esos momentos tan extraordinarios que compartimos, por ese gran amor que nos tuvimos y por esa conexión que un día nos unió  y al final nos soltó...
Te amare por siempre, ____ Lambordi...

Dejé la carta en el buró voltee una última vez a verlo y salí sin más, aunque intente hacerme la fuerte no puedo, no puedo no llorar, no puedo no sufrir, no puedo no quererlo a pesar de lo que hizo.

Lea-. ¿Estás segura?, -dijo subiendo a la camioneta junto conmigo-.
___-. Por su puesto, le podré pasar que sea un culero, que beba y fume incluso que me golpee pero una infidelidad jamás, -baje la mirada-, simplemente no puedo, sus manos tocaron a alguien más, su cuerpo estuvo con otro, sus labios besaron unos que no eran los míos.
Lea-. Deberías de hablarlo con Bill, es su hermano.
___-. No, ninguno de ellos puede saber dónde estoy, en unos días te llamaré o a mi padre para decirles que pasará con Demone Rosso.
Lea-. De acuerdo, -tomo mi mano-, te irás sola, sola con Lia.
___-. Te daré mi dirección una vez que llegue a Estados Unidos, esto será como antes, tú, Darío, Georg, Karina y yo, nadie que no sea ellos puede saberlo, ya te lo repetí como mil veces pero entiéndeme, si alguien más sabe será más difícil para mí dejarlo ir.
Lea-. Te entiendo, ¿Y que paso con lo otro?.
___-. No pasó, no hay manera de esperar otro hijo...

Llegamos al aeropuerto, comenzaba a amanecer, estábamos en la sala de abordaje, mi vuelo se retrazo una hora, pareciera como si el destino no quisiera que subiera a ese avión...

Lea-. ¿Quieres comer?, -dijo quitándome a Lia de los brazos-.
___-. Prométeme una cosa Leandro, -baje la mirada y mis ojos comenzaban a cristalizarse, sentía una presión en mi pecho y un gran nudo en mi garganta-, prométeme que pase lo que pase siempre cuidaras de Tom, no es un niño yo lo sé pero es muy impulsivo.
Lea-. Tú tranquila, yo cuídare de el, de todos, al no estar tú todos necesitaremos ser cuidados, -dijo con una sonrisa dolorosa-, tú puedes seguir con tú vida tranquila.

Fue inevitable no llorar, me recargue en su hombro y espere a que la hora llegara... En cuanto ponga un pie en ese avión no hay vuelta atrás, todo esto se acaba, absolutamente todo...

•Tom•.

~La alarma comenzo a sonar y no escuché el lloriqueo de mi bebé por ser despertada, tampoco el de Lia, odia levantarse temprano, desperté y no hay nadie a mi lado, estoy solo en el cuarto y la casa se escucha en un completo silencio, supongo salieron a dar la vuelta aunque no creo que se haya ido lejos, todas las cosas que necesita para salir con Lia están aquí.
Levanté una hoja del buró.

DRIFT KAULITZ; TOM KAULITZ Y ___ LAMBORDI,  l y ll.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora